Uninorte dice "gracias" a Alma Lucía Díaz Granados y rinde homenaje con la medalla Roble Amarillo

En una ceremonia de reconocimiento público a su trayectoria, el rector Adolfo Meisel otorgó este reconocimiento a quien ha liderado la Vicerrectoría Administrativa y Financiera desde 1998. En diciembre se retira para disfrutar de su jubilación, luego de 31 años vinculada a la universidad.

Alma Lucía durante sus palabras en el homenaje que le rindió la comunidad universitaria.

Por: Jesús Anturi

28 nov 2024

Durante 31 años, la Egresada de ingeniería industrial Alma Lucía Díaz Granados Meléndez ha sido parte del talento humano que hace de Uninorte una organización de excelencia. Su huella está latente en cada uno de los servicios administrativos de apoyo a la academia que lideró desde la Vicerrectoría Administrativa y Financiera, a partir de su creación en 1998; cargo al que llegó luego de desempeñarse como directora administrativa y de planeación.

A final de año, la vicerrectora empezará a disfrutar su etapa de jubilación, por lo que el miércoles, 26 de noviembre, la comunidad universitaria, amigos y familiares de Alma Lucía rindieron un homenaje especial para reconocer públicamente la trayectoria y los aportes que deja plasmados en la identidad de esta institución. Durante la ceremonia se le otorgó la Medalla Roble Amarillo para exaltar su liderazgo en las últimas décadas.

En la resolución rectoral número 73 de noviembre 20 de 2024, por la cual se concede este reconocimiento, se considera, entre otras cosas, el compromiso de Alma Lucía con la visión y propósitos estratégicos de la universidad, a los que dedicó valiosos esfuerzos para el diseño e implementación del modelo de perspectiva financiera que ha permitido la sostenibilidad económica, social y ambiental de la institución.

"Hoy es un día muy emotivo para mí, pero de mucha gratitud con toda la familia Uninorte, que también es mi familia, es mi familia adoptiva”, dijo Alma Lucía al iniciar sus palabras luego de recibir la medalla. “Gracias a todos ustedes por estar acompañándome en este homenaje que recibo con mucha alegría, con mucha humildad y con el orgullo de ser una pequeñita rama de ese hermoso y gran árbol roble amarillo, símbolo querido de nuestra Universidad del Norte, que nos identifica como seres fuertes, alegres y resilientes".

*Cristina Torrents, secretaria académica, y el rector Adolfo Meisel impusieron la Medalla Roble Amarillo a la vicerrectora.*

El rector Adolfo Meisel, a nombre de las directivas de la universidad, agradeció a Alma Lucía por todos sus aportes durante tantos años a su alma mater. "Ella representa lo mejor de los profesionales de la Universidad del Norte: alegría, verdad y rectitud, que son características que la definen y que la enaltecen. Ha contribuido al desarrollo de la universidad, permitiendo que sea una institución sólida desde el punto de vista financiero, sólida desde el punto de vista de la calidad y sólida desde el punto de vista de los objetivos que persigue", señaló.

La visión estratégica de la ingeniera, su vocación de servicio, compromiso, orientación al logro, a la construcción colectiva, el trabajo en equipo y su calidez humana, sirvió de inspiración para toda la comunidad universitaria a la hora de cumplir con los objetivos institucionales. No es casual el cariño y admiración que suscita su figura en el corazón de quienes trabajaron a su lado mano a mano para encontrar soluciones a los retos que exigía una organización en crecimiento continuo, sin poner en riesgo su sostenibilidad.

Beatriz Vergara, directora de Gestión Humana y quien asumirá como vicerrectora administrativa y financiera en 2025, describe a Alma Lucía como una líder. "Su liderazgo se fundamenta en las enseñanzas bajo su ejemplo, en el respeto y en la confianza que genera y que nos brinda a todos los que trabajamos de su mano, en el amor por Uninorte y en el siempre trabajar con mucha pasión y alegría".

De acuerdo con la resolución que determina la condecoracion entregada, bajo su liderazgo la institución implementó diferentes sistemas de financiación y modelos de acompañamiento encaminados a garantizar la inserción, permanencia y éxito del estudiante. Asimismo, lideró la estrategia Du Nord, por medio de la que se proporcionó un ingreso invaluable orientado al fortalecimiento del Programa Institucional de Becas.

El sello Uninorte me ha marcado para siempre porque hemos construido una cultura centrada en el ser humano, en el reconocimiento del otro, el saber escuchar, argumentar, aprender cada día algo interesante, algo nuevo e irnos a casa muchas veces cansados, pero con la ilusión de despertar e intentar algo nuevo para que muchos más jóvenes ingresen a la educación superior, disfruten nuestro hermoso campus y logren el sueño de ser profesionales de excelencia"

Alma Lucía Díaz Granados, vicerrectora administrativa y financiera.

Para Alma Lucía, Uninorte siempre ha sido su segunda familia, y de eso son testigos sus familiares. Francisco Posada, su esposo, cuenta que Alma ha sido una entusiasta y entregada a su trabajo. “Se vio mucho, por ejemplo, en la época de pandemia, cuando estaba muy preocupada por todo lo que pasaba, por los estudiantes, en cómo ayudarlos, en cómo implementaban el teletrabajo para que la educación siguiera adelante. Ella es muy apasionada por lo que hace y le puso mucho empeño a su labor”.

Por su parte su hija Alma Abello recuerda creció viendo a una mamá muy trabajadora, muy comprometida y que para ella la universidad era no solo su alma mater, sino su hogar. "Así como ha sido de vicerrectora, una mejor líder, responsable, amorosa, cariñosa, así ha sido como mamá. Estoy muy orgullosa de todo su trabajo, de todo lo que es ella, de todo lo que ha logrado y estoy feliz porque ahora vamos a tener más tiempo juntas”.

Alma de Jesús Meléndez, la madre de Alma, con emoción en sus palabras expresó su profundo agradecimiento por lo que la universidad significó en la vida de su hija. “Aquí tejieron una red sólida de amistad y compañerismo, que se volvieron familia, por eso los quiero tanto”, dijo. También hizo alusión al papel de hija de Alma Lucía, quien desde muy pequeña destacaba en todo lo que hacía.

No fueron pocas las personas que rodearon a la vicerrectora en este homenaje, realizado en las instalaciones del Du Nord Plaza. Carla Fernández, exdirectora de Planeación, ya jubilada, y amiga de Alma, se refirió al sentimiento de nostalgia que acompaña una despedida. “Esta universidad ha sido su casa. Ella aquí ha vivido toda la vida prácticamente y le ha entregado todo. Todo es todo. Es una persona entregada a los demás, con un liderazgo y una belleza natural, con una fuerza, con una generosidad y la voluntad de ir siempre hacia adelante, innovando”.

En la historia de esta universidad, el nombre de Alma Lucía Díaz Granados Meléndez permanecerá estampado como uno de esos eslabones que hicieron posible los grandes éxitos de gran parte de la consolidación de la institución. Del mismo modo que la universidad vivirá en ella: “Quiero que sepan que estarán siempre en mi memoria y en un lugar privilegiado de mi corazón, porque, como dice Aristóteles, la amistad es un alma que habita en diferentes cuerpos. Uninorte, eres una de las grandes cosas maravillosas que me ha dado la vida. Gracias por tanto”, cerró la vicerrectora.