Una cátedra de literatura con el Carnaval Internacional de las Artes

El XIV Carnaval Internacional de las Artes trae este año grandes exponentes de las letras. Dos de sus invitados internacionales, la escritora uruguaya Fernanda Trías, autora de La azotea (2001) y No soñarás flores (2016); y el escritor argentino Gonzalo Garcés, autor de Hacete hombre (2014), libro que ha suscitado polémica por sus discusiones sobre género, charlaron el 6 de febrero sobre sus trayectorias y acercamientos con la escritura, con estudiantes de cuarto semestre de Comunicación Social y Periodismo.

Trías ha vivido en varios países, como Francia, Berlín, Argentina o Estados Unidos que, de una u otra forma, cambiaron su forma de ver el mundo y plasmarlo en sus letras. Aunque su primer libro lo escribió cuando tenía 22 años, explicó que las transiciones ocurren siempre en un mismo imaginario flexible, es decir, con las mismas obsesiones o dolores que permanecen antes de escribir.

“La forma de aproximarme a las letras no cambia tanto, porque cada libro es empezar de nuevo. Dicen que escribir un libro te enseña únicamente a escribir ese libro y nada más. Es decir, en cada nuevo proyecto uno se enfrenta a las mismas dificultades e inseguridades. La única diferencia es que ahora has vivido esa misma incertidumbre varias veces y has logrado terminar. Entonces tenés un poquito más de confianza en que de alguna manera lo vas a lograr, pero no sabes de qué manera”, argumentó Trías, quien también es profesora de inglés y traductora certificada.

Su charla con los estudiantes se dio a las 11 de la mañana, en el Laboratorio de Comunicaciones, en el cuarto piso del Edificio Álvaro Jaramillo Vengoechea. Allí habló principalmente sobre la profesión del escritor, el proceso creativo y las dificultades y recomendaciones a la hora de escribir.

"Es un momento muy fértil para la escritura creativa en Colombia, siento que hay mucha gente joven en los programas en donde he dado clases, intentando encontrar otra manera de narrar los mismos temas. Sabemos que en Colombia hay temas que atraviesan a la sociedad, que están vinculados a la violencia y los conflictos sociales. El tema es cómo hacer para tratar los mismos conflictos de una manera más contemporánea, novedosa e interesante, y siento que hay mucha efervescencia de nuevas voces particulares", señaló la escritora uruguaya.

El escritor Gonzalo Garcés durante su conversatorio en el salón 38 C.

Gonzalo Garcés publicó en 1997 su primera novela, Diciembre. En 2000 ganó el Premio Seix Barral/Biblioteca Brece con su novela Los impacientes y tras la publicación de El Futuro (2003) dedicó diez años a la crítica literaria. En 2012 regresó a la novela con El miedo, una historia sobre el matrimonio.

Su libro Hacete hombre (2014), mezcla de película de carretera y ensayo sobre la masculinidad en la era del feminismo, fue una conquista editorial y provocó numerosas polémicas. Señalado de machista por el feminismo radical, Garcés defiende la idea de un feminismo liberal y de una sociedad verdaderamente igualitaria. Precisamente, compartió con los estudiantes el viaje que emprendió por las fronteras de la masculinidad al escribir Hacete hombre, enfrentando interrogantes sobre qué es ser hombre hoy, a través de la mitología, el cine, la filosofía y sus vivencias personales.

También habló sobre el paradigma del escritor argentino y del “coqueteo” con la figura del escritor “mendigo, torturado y pobre”.

“Muchos tienen una relación de mucha vergüenza con el dinero, no sé por qué. Sospecho que históricamente los escritores argentinos más destacados han sido personas acomodadas. Adolfo Bioy Casares era dueño de tierras, Jorge Luis Borges fue rentista hasta que trabajó en una biblioteca. No entiendo por qué se avergüenzan, el escritor argentino escribe típicamente temas sociales, como que los ricos son siempre malos. Mi problema con eso es que la literatura no tiene que vivir de clichés. Debería ser una mirada fresca y sincera sobre el mundo”, manifestó Garcés.

Y aunque puede parecer simplista dicho así, reconoce que no es tan fácil, porque el escritor tiene que liberarse de todos sus prejuicios para “limpiar su mirada”.

“Hay mucho prejuicio ideológico. Uno está rodeado de los fantasmas de la gente a quien le gustaría impresionar, fantasmas de tus maestros, de la idea que quisieras tener de ti mismo, de tus padres, de tus escritores preferidos. Todo eso pesa y hay que librarse y dejar de vivir para otros, porque es una ruta perdedora. Creo que una visión sincera sobre tu propia experiencia es una obra maestra. La sinceridad en sí ya es una obra maestra”, puntualizó el argentino.

PorJosé Luis Rodríguez R.