Somos locales otra vez

Muy temprano, y a pesar del frío austral, los colombianos ya estaban a las afueras del club deportivo de la Universidad Católica, sede del entrenamiento de nuestra selección. Con la camiseta puesta, con pitos, banderas, atuendos creativos y toda la alegría que caracteriza al colombiano, los hinchas esperaban con ansias poder observar el entrenamiento de preparación para el partido ante la selección de Venezuela.

Son casi las tres de la tarde en las afueras del complejo deportivo San Carlos de Apoquindo en Santiago de Chile, y el inclemente sol que por un rato templó las bajas temperaturas de la capital chilena, sirvió como generador de sonrisas e hilo conductor para que un grupo de colombianos, llegados de los cuatro puntos cardinales del territorio nacional, armaran con base en aliento y armonía su embajada particular.

La alegría y la espontaneidad generada por los aficionados de la "tricolor" contrastaba con la incredulidad mostrada por los estudiantes y socios de la Universidad Católica, que veían a sus visitantes encargarse de convertir una habitual tarde de sábado en el epicentro del movimiento deportivo de un país que paradójicamente se encuentra a más de 4.000 kilómetros de distancia. Unos llegaban conduciendo y miraban de reojo, otros entonaban el ya conocido mundialmente "chi chi chi-le le", mientras que los más osados se atrevían a gritar el nombre de Venezuela.

Es muy común en los certámenes deportivos la participación masiva de colombianos provenientes de todos los rincones del país e incluso de radicados en el exterior. Para la edición No. 44 de la Copa América la selección Colombia está entre las favoritas para llevarse el título. Por supuesto los colombianos somos los más esperanzados en que el 4 de julio Colombia se corone campeón.

De Ibagué a Santiago pasando por Lima

Freddy Rodríguez es un comerciante tolimense de 40 años que, como muchos, realizó un gran esfuerzo económico para acompañar a su selección. Sentado en un rincón junto a la entrada del complejo y charlando con un par de compatriotas, con una camiseta amarilla y una gorra blanca, Freddy nos cuenta su travesía y las diferencias entre su país y el austral.

"Viajamos hasta Lima desde Bogotá y llegamos a Santiago en bus. El viaje duró tres días. Extrañamos bastante el verde de Colombia de costado a costado, todo era muy desértico", concluye Rodríguez.

Asimismo expresó su malestar por los costos de la boletería: "Tuvimos que ahorrar, pero lo más complicado fue la boletería, la boleta se consiguió a última hora y pues, cara para nosotros que la compramos revendida".

Pero pese a los contratiempos, Freddy es optimista y no se arrepiente de haber viajado a Chile. "Llegamos esta mañana y nos quedamos hasta donde lleguen (Colombia), si es posible, hasta la final".

Y de Barranquilla a Chile pasando por Panamá…

Entre los hinchas colombianos es muy fácil identificar a los costeños. Su alegría particular y su acento peculiar sobresalen entre los demás. Así fue el caso de Juan Prieto y Carlos Prieto. Cuando llegamos ambos nos preguntaron, "¿Vienen de Barranquilla?", nuestra respuesta afirmativa fue como encontrar a un miembro más de su familia, y es que estos hermanos barranquilleros viven en Panamá hace más de dos años, pero dicen que nada es como su "Quillita".

Hace mucho no visitan su ciudad natal, pero el hecho de estar cerca de la selección Colombia los hace sentirse igualmente más cerca de casa. Sueñan con ver a Colombia campeona de la Copa América 2015 y para el partido ante la selección venezolana esperan ganar y que Carlitos Bacca anote los goles del triunfo.

Por: Betsa González y Jean-Pierre Mandonnet