Maestría en Trastornos Cognoscitivos y del Aprendizaje: 10 años al servicio de la comunidad

En 2012, año en que fue aprobado el Registro Calificado de la maestría, inició un camino de éxitos, que ya suma 114 graduados y diversos hechos que dan cuenta de un servicio de calidad a la salud mental de la Región Caribe y del país.

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Son 114 egresados, hasta 2020, que registra la Maestría en Trastornos Cognoscitivos y del Aprendizaje.

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31 ene 2022

Llegar a los primeros 10 años de un programa de posgrado es un logro que merece ser celebrado y destacado, no solo desde la arista académica sino también desde el servicio que ha cumplido hacia las comunidades que, durante una década, han podido ser intervenidas con conocimiento de alta calidad.

Son 114 egresados que suma hoy la Maestría en Trastornos Cognoscitivos y del Aprendizaje en una trayectoria exitosa de trabajo con profesionales que han llegado hasta los barrios más vulnerables de Barranquilla así como a municipios del Atlántico, con cohortes que oscilan entre los 10 y 15 estudiantes, con el fin de conservar un carácter dedicado al aprendizaje de cada maestrando.

La génesis. Soraya Lewis Harb, única coordinadora que ha ostentado la maestría, expresa -con emoción- los inicios de la misma. Relata que, en la década de los 90’s, el boom de las neurociencias era palpable en los programas de psicología y la Universidad del Norte presentaba un desafío en ese ámbito, no solo en el área de psicología sino también para las áreas de educación y medicina.

“En su momento, la propuesta surgió del Departamento de Medicina hacia Psicología, y con el programa de Licenciatura en Pedagogía Infantil pensamos que ese sería el plus de lo que, en esos años, era un programa de especialización: la visión educativa”, menciona Lewis Harb. Este valor agregado también fue proyectado para que profesionales de otras disciplinas, además de la medicina y la psicología, pudieran acceder a esta formación. 

En 2002, Uninorte recibió el Registro Calificado de la Especialización en Trastornos Cognoscitivos y del Aprendizaje por parte del Ministerio de Educación Nacional, del que fue posible graduar -hasta ese momento- 10 cohortes de nuevos especialistas. No obstante, en 2012, desde la Vicerrectoría Académica, a Soraya le llega la propuesta de aumentar las miras del programa y convertirlo en una maestría.

“Nuestra primera cohorte se presentó en 2013 y desde ese momento no hemos dejado de abrir en estos años, de manera consecutiva”, dice la coordinadora. En cuanto al enfoque, Soraya Lewis destaca que “el programa cuenta con uno inter y multidisciplinar porque son áreas del conocimiento que se asientan en las neurociencias cognitivas aplicadas y de ahí se derivan a diferentes áreas”. Añade que su valor agregado es un componente clínico-educativo, por lo que “nuestros egresados están en capacidad de identificar, diagnosticar, intervenir, evaluar y psicoeducar”.

Logros y retos. La Maestría en Trastornos Cognoscitivos y del Aprendizaje es de corte profesionalizante y se basa en un rigor científico y metodológico, que le aporta herramientas a nuestros estudiantes para su trabajo diario, basándose en la evidencia.

Entre los logros que destaca la docente está el hecho de posicionarse con un impacto social alto, así como desde lo laboral para nuestros egresados. En este tema, Lewis Harb resalta que, al cursar esta maestría, la vinculación laboral de los estudiantes es alta, rápida y con una importante sostenibilidad en el tiempo.

Adicionalmente, los convenios internacionales han sido sólidos y constantes dada la confianza que las universidades del exterior, con las que mantienen un trabajo conjunto, exaltan la calidad del programa y de sus docentes. En este punto, Soraya Lewis añade que un reto de la próxima década es seguir mostrando al mundo lo que se hace en Uninorte, desde esta maestría, a través de más alianzas internacionales.

Un logro clave, a lo largo de estos 10 años, ha sido la sostenibilidad del trabajo práctico. En este punto, la coordinadora subraya con satisfacción la alianza estratégica con Univoluntarios. “Nuestros estudiantes se enfrentan a ejercicios prácticos desde el primer semestre, aunque este es un poco más teórico; sin embargo, nuestro segundo semestre se centra en la evaluación y el tercero y el cuarto, en la intervención”, advierte. Este componente ha permitido poner el conocimiento al servicio de comunidades vulnerables y en condición de alto riesgo.

Una anécdota que Soraya Lewis recuerda con un sentimiento especial fue la vivida por una estudiante,  quien enseñaba en una escuela pública al sur de Barranquilla. Ella observaba que una de sus estudiantes presentaba características de aprendizaje a menor ritmo que el resto de sus compañeros, así como rasgos de ansiedad. La madre contaba con los mismos aspectos. 

La estudiante manifestó el caso y desde la Maestría se inició su revisión detallada. Tras establecer todos los documentos legales para su diagnóstico, la familia logró llegar a la universidad y por medio de estudios clínicos se logró determinar que padecía del Síndrome de X Frágil, una conclusión a la que no se hubiera podido llegar, ni tratar, sin el conocimiento adquirido por la maestra, quien cursaba la maestría.

Voces uninorteñas. Luis Zapata, director del Departamento de Psicología, señala que “han sido diez años respondiendo a una necesidad de formación académica en esa área que de tanta necesidad como son los trastornos del aprendizaje asociados a alteraciones cognitivas”

Zapata advierte que “lo estamos haciendo bien porque realmente la maestría está muy bien organizada, tiene unos enfoques muy modernos apoyados en neurociencia, que tiene que ver con que el avance cerebral y neurológica de esos trastornos de aprendizaje, y no es una maestría totalmente teórica, pues está centrada en estrategias de diagnóstico y de rehabilitación del trastorno”. Agrega que, entre los retos de los próximos 10 años está el estudio, haciendo uso de las nuevas tecnologías, precisamente, de esas próximas generaciones de seres humanos con vidas absolutamente vinculadas -desde su cotidianidad- a dichos avances.

Alberto Mario de Castro, decano de la División de Humanidades y Ciencias Sociales, expresa que esta maestría ha sido de mucho servicio para la comunidad, pues ha permitido identificar a tiempo problemas que, con más frecuencia se registran, tales como el déficit de atención, hiperactividad o dislexia, y que afectan el aprendizaje de niños y adolescentes.

“Esta maestría ha sido líder en el Caribe y -me atrevería a decir- una de las líderes a nivel nacional, entre otros aspectos, por la calidad de sus docentes”, argumenta el decano y añade que “es una maestría con un componente eminentemente práctico que invita al estudiante no solo a saber, sino a aplicar conocimiento e intervenir”.

“Una de las áreas básicas de la psicología es la de bienestar y salud mental, y por todo lo que ha ocurrido en la pandemia, y antes de ella, ya era uno de los temas más importantes por todos los cambios sociales, económicos y ambientales que están ocurriendo, por lo que el tema está en el centro de cualquier organización, y maestrías como la de Trastornos Cognoscitivos y del Aprendizaje ayudan a prevenir”, puntualiza De Castro.

 

Por: Lucía Avendaño Gelves.

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