Las voces de tres mujeres en la literatura colombiana

Recuerdos y comentarios sobre la importancia e inclusión de las mujeres dentro de la literatura colombiana fueron algunos de los temas tocados en el conversatorio Tres escritoras en Barranquilla, organizado el 6 de noviembre por el departamento de Humanidades y Filosofía de la Universidad del Norte.

Claudia Lama Andonie, primer puesto en la categoría nuevos creadores del Portafolio de Estímulos para el Desarrollo Artístico y Cultural del Distrito de Barranquilla en 2018; Isabel Acuña, primer puesto en el concurso Eriginal Books - categoría Novela Romántica, y Patricia Lemus Guzmán, tercer lugar en la modalidad Cuento y Relato del Portafolio de Estímulos para el Desarrollo Artístico y Cultural del Distrito de Barranquilla, fueron las invitadas en esta oportunidad.

El conversatorio inició con la presentación de la profesora de Literatura del departamento de Humanidades y Filosofía, Adriana Rosas Consuegra. Seguidamente, el moderador, César Mora Moreo, abrió la charla pidiéndole a las invitadas que hablaran un poco de sus inicios en el mundo de la literatura.

Todas las panelistas comenzaron en el mundo de la escritura como muchos autores: leyendo cuentos y novelas de la época. Así mismo, las tres afirmaron ser las "niñas raras" del colegio debido a que preferían leer y sumergirse en el mundo de la literatura para descubrir cosas nuevas, en vez de jugar como los niños y niñas de su edad.

“Yo leía todas las novelas de mi mamá y para mí se convirtió un reto poder leer los libros prohibidos de mi papá. Recuerdo que estaban en una biblioteca de la casa y no se me permitía verlos porque trataban temas de sexo, violencia, etc. Este tipo de literatura era muy fuerte para una niña de doce años como yo. Pero un día vi que mi hermana estaba leyendo uno y dije por dentro que, si ella podía leerlos, yo también. Cuando lo hice, sentí que perdí mi inocencia”, recordó Patricia Lemos entre risas.

Sin embargo, solo Lama y Acuña coincidieron en el inicio de su escritura. Ambas dieron sus primeros pasos en blogs. Ahí comenzaron con pequeñas historias que tuvieron una buena acogida por las personas. Lemos resaltó que se animó a escribir cuentos y poesías en el taller literario José Félix Fuenmayor.

Cesar Mora destacó a Isabel Acuña por su trabajo, debido a que ella básicamente es su propia editorial. La ganadora del Eriginal Books comenzó publicando sus novelas por la plataforma Amazon y desde ahí despegó. “Uno de mis libros tuvo gran acogida por el público y desde ahí comencé a trabajar más duro. Mi hermana, que es publicista, me enseñó a manejar las redes para que mis libros tuvieran mayor difusión. Creo que después de todo eso mi experiencia ha sido buena porque tú mismo desempeñas varios cargos para que el libro se publique”, manifestó Acuña.

Dicho lo anterior, Mora se centró en hablar sobre los personajes y los temas de las historias de las autoras, ya que todas tienen, por lo general, toques feministas. El grupo de panelistas confesó que no se centran precisamente en escribir sobre ese tema, sino que solo tratan de reflejar situaciones de la vida cotidiana de una mujer.

“Mi idea siempre es escribir sobre temas que reflejen situaciones cotidianas de las personas, entre esas, la de la mujer y por ende se tocan temas machistas y feministas”, comentó Lemus. “Mis libros no son pensados y ni escritos pensando en el feminismo, y mucho menos en aquel que odia y excluye a los hombres, solo trato de reflejar el día a día de las personas, en donde, sin lugar a dudas, me toca hablar de mujeres”, aclaró Lama Andonie.

En el ocaso del conversatorio, las invitadas del departamento de Humanidades y Filosofía comentaron un poco sobre la invisibilización de las mujeres en la literatura colombiana. Todas concluyeron que dentro del país existen muy buenas escritoras, las cuales están haciendo un buen trabajo.

Por último, las tres invitadas animaron a las estudiantes para que escriban, sean persistentes y den a conocer su literatura, porque así mismo es que las mujeres pueden darse a conocer y tener un espacio dentro de la literatura en Colombia.

Por Edgar Arroyo Gómez