Laboratorio de Arqueología Carlos Ángulo Valdés celebra sus 45 años
Celebramos el aniversario recordando su historia y logros, y con especialistas de la región Andina y de Mesoamérica, para debatir sobre el aislamiento del Caribe colombiano, y toda la historia que va más allá de la historia del Caribe prehispánico en Centroamérica.
Con el fin de conmemorar los 45 años de creación del Laboratorio de Arqueología Carlos Angulo Valdés, el departamento de Historia y Ciencias Sociales convocó a destacados investigadores para compartir y discutir sobre los recientes avances de la arqueología en la región Istmo-colombiana, además de fortalecer vínculos de investigación y cooperación regional del Caribe.
El Laboratorio Arqueológico de la Universidad del Norte se creó en 1997, bajo la dirección de Carlos Ángulo Valdés, formado profesionalmente como licenciado en Ciencias Sociales en la Escuela Normal Superior de Colombia, y como antropólogo por el Instituto Etnológico Nacional. Fue pionero de la arqueología colombiana en investigación y apropiación del patrimonio arqueológico del Caribe colombiano, y uno de los primeros arqueólogos de la región. A partir de ahí, se empezó a generar investigación concentrada principalmente en el Bajo Magdalena, ofreciendo resultados que ahora siguen siendo base para las actuales investigaciones arqueológicas.
"Es un placer hablar de Carlos Ángulo Valdés y es importante que el laboratorio lleve su nombre por su reconocimiento y labor, sin embargo fuera de Barranquilla muy poco se conoce. Carlos era el único arqueólogo de la región en esa época. Su trabajo motivó la investigación del patrimonio de nuestra región. Gracias a su trabajo tenemos el Museo Mapuka, desde esa posición la universidad tiene más conocimiento sobre temas de arqueología que se ven reflejados en clases, laboratorios", destacó el rector Adolfo Meisel Roca.
Desde su creación, este laboratorio ha conseguido acumular una colección arqueológica robusta que permitió inaugurar en 2013 el Museo Arqueológico de Pueblos Karib, Mapuka, difundiendo la diversidad cultural del pasado prehispánico de esta región a partir de esos objetos.
A lo largo de sus 45 años, el Laboratorio de Arqueología se ha consolidado desde su Grupo de investigación en Estudios Patrimoniales del Caribe, y se ha convertido en un conjunto encargado de atender la investigación arqueológica en esta región e internacionalmente en Panamá. Además, se ha enfocado en temas variados, como los procesos de adaptación de los seres humanos al ambiente, el impacto del ser humano sobre el ambiente, la ecología humana e histórica y haciendo investigación arqueología subacuática, siendo pioneros a nivel nacional.
El quehacer de la arqueología
Dentro de la celebración del Laboratorio, el miércoles, 21 de septiembre, Ifigenia Quintanilla, directora nacional del Museo de Costa Rica y consultora de UNESCO; y Clemencia Plazas, exdirectora del Museo del Oro y antropóloga de la Universidad de Los Andes, desarrollaron el coloquio sobre los recientes avances de la arqueología en la región Istmo-colombiana.
La charla inició con Quintanilla, autora del libro Esferas precolombinas de Costa Rica, presentando una suma de ideas para la conservación del patrimonio arqueológico aplicadas en el país centroamericano. De igual manera, explicó la importancia de reducir la fragilidad del patrimonio arqueológico, debido a las leyes de infraestructura de los países.
"Los sitios arqueológicos son irremplazables, una vez destruidos no hay forma de generar una restauración de ese patrimonio. Por ende se tiene que cuidar y conversar con el paso del tiempo, sobre todo de las leyes institucionales. El lugar y la memoria son algo irrecuperable por eso hay que buscar la conservación de estos sitios, hay que trabajar preventivamente buscando y apropiándose de ellos, para caracterizar y conservar el rescate del sitio arqueológico", explicó Quintanilla
Clemencia Plazas, antropóloga colombiana y exdirectora del Museo del Oro.
Por su parte, Clemencia Plazas presentó una pieza de colección llamada Orfebrería Quimbaya Temprana y su área de influencia. Esta consiste en un conjunto de objetos elaborados en aleaciones metálicas con características de forma, función y tecnología distinguibles de las metalurgias prehispánicas de otras regiones de Colombia y otras épocas en la misma región.
De acuerdo con Plazas, se ha demostrado que gran parte de nuestros aborígenes trabajaron el oro y el cobre, existiendo una época de gran esplendor de su cultura. Tanto los objetos de orfebrería como los de cerámica de este período prehispánico tienen características como las superficies lisas y brillantes, sobriedad en el estilo y formas escultóricas realistas inspiradas en frutos y figuras femeninas.
Por Jordy Barrios
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