La docencia vivida desde la creatividad, ¡feliz Día del Docente!

Vocación, esfuerzo, paciencia, escucha y disciplina son algunas de las características que hoy conmemoramos y agradecemos a nuestros profesores. Cada 15 de mayo se celebra en Colombia el Día del Docente y en Uninorte aprovechamos la fecha para decir gracias a los más de mil docentes que hacen posible la formación de los futuros líderes.

Por eso decidimos buscar algunas de las historias de aquellos maestros que, a través de la creatividad y movidos por el interés de hacer cada vez mejor su labor, hoy marcan la diferencia en el aula de clases. Al igual que ellos, existen en el campus muchas historias de vida dedicadas con pasión a la enseñanza. Empecinados a descubrir con sus alumnos nuevas formas de ver la vida. A abrir puertas para el desarrollo de la sociedad. A todos, gracias.

La ciencia a través del teatro

Esta fue la idea que nació de Maritza Duque, docente investigadora de la División de Ciencias Básicas, que también lidera otros destacados proyectos como Ecocampus. “En la clase que dicto de comunicación de la ciencia pedí una exposición sobre mujeres científicas y surgió una idea muy bonita de contar la historia de algunas de ellas a partir del teatro”, cuenta Duque.

Para ella, el atractivo estaba en mostrar la dificultad de hacer ciencia para las mujeres en el siglo pasado y como hoy, aunque se habla más del tema, sigue existiendo limitaciones por razones de género. ‘No me conformo. Soy mujer científica’, es el nombre de la obra de teatro que se preparó con la ayuda de Bienestar Universitario y que fue presentada por primera vez en el marco de las actividades que se realizaron por el Día Internacional de la Mujer.

Maritza no estuvo sola en todo este nuevo camino de escribir guiones, preparar personajes, vestuarios y escenografías. Andrea Monroy, profesora del departamento de Química y Biología, también se sumó a la iniciativa que, para ella, “es un mecanismo de inspiración para las nuevas generaciones, para que niñas en formación vean la ciencia como un mundo viable y abierto para todos”.

La igualdad de género en la comunidad científica, para Andrea, no es un asunto de menor importancia, más si se tiene en cuenta que “la evidencia ha demostrado que entre hombres y mujeres hay un complemento al abordar la ciencia, la sensibilidad o mirada que puede ofrecer una mujer tiene otro tipo de impactos”, menciona.

Las profesoras esperan continuar presentando la obra en otros espacios como colegios. El CEDU ya se encuentra trabajando con ellas para vincular a más personas. En la primera versión se presentaron Natalia Hernández, Andrea Monroy, Maritza Duque y Yésica Mejía, estudiante de matemáticas.

“Sé que no soy una actriz, es una profesión muy compleja, pero mis deficiencias actorales las suplo con la pasión que le imprimo a esta actividad”, menciona Maritza, quien debe repartir muy bien su tiempo como docente, investigadora, mamá y ahora actriz.

Rompiendo las barreras del salón de clase

Kelly Pozo considera que siempre ha sido curiosa e inquieta con las formas que puede adoptar para transmitir el conocimiento a sus estudiantes. “Nunca me he conformado con el performance que ofrece el salón de clase y he tenido la curiosidad de llevar el conocimiento a otros lugares donde los más jóvenes están hoy”, menciona la docente del departamento de Comunicación Social y Periodismo.

Es por esto que lo que empezó como el deseo de hacer un solo video para subir en YouTube, terminó convirtiéndose en un MOOC (Massive Open Online Curse) de seis entregas sobre Historia de la Sexualidad de Michel Foucault.

El curso resultó ser todo un descubrimiento para la profesora de filosofía y de semiótica. Aunque aún no está en línea, Kelly tiene mucha expectativa y ganas de grabar más. “Me he sumergido en el proceso de escritura, grabación y edición, todo ha sido una grata experiencia que sigue contribuyendo a esa estructura pedagógica que deseo entregar a mis estudiantes”, menciona.

A pesar de esos nuevos espacios tecnológicos, la profesora considera que el espacio del salón de clase continúa siendo necesario. Que la interacción que se logra allí es esencial para transmitir el conocimiento aunque haya nuevas alternativas. “El error sería pensar que una es más eficiente que la otra, puedes tener un salón lleno, pero con estudiantes desinteresados o un MOOC donde no sabes desde qué lugar del mundo alguien lo está aprovechando al máximo”, finaliza.

Conocimiento a un clic de distancia

El ingeniero civil Carlos Arteta encontró en la docencia la oportunidad de devolverle a la vida las oportunidades que le ha brindado a él. “Por todo el recorrido que hoy tengo a nivel profesional siento que tengo la misión de transmitirlo a la mayor cantidad de personas que pueda”, comenta Carlos.

Esto lo llevó a sumarse a la iniciativa de creación de MOOCs, impulsada desde el CEDU. El suyo, que aún se encuentra en producción, es sobre terremotos y prevención de desastres, a través de las construcciones antisísmicas.

“Nunca había hecho parte de un proceso similar, fue muy difícil aprender sobre cámaras y manejo del espacio, además de aprenderme de memoria todo el texto”, recuerda Arteta sobre el proceso.

Este nuevo recurso de aprendizaje lleva el conocimiento a todo el mundo, sin fronteras geográficas. Y aunque Carlos aclara que el contenido presentado es solo un acercamiento a lo profundo y complejo del tema, “el ejercicio de síntesis y de interpretación de términos fue muy retador, pero gratificante al saber que más personas podrán conocer al respecto”.

El profesor Arteta ha estado en constante investigación de metodologías de aprendizaje para sus estudiantes en la asignatura de Estática, una de las de mayor índice de repitencia en la universidad. Esto lo ha llevado a descubrir múltiples estrategias que combinan desde actividades en salón de clase hasta inteligencia artificial. Pronto espera poner en marcha algunas de ellas con la ayuda de la vicerrectoría académica.

Por Omar David Alvarez