La desgracia de la guerra en imágenes

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Gervasio Sánchez durante su intervención.

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30 mar 2017

Un joven bosníaco que fue mutilado por una mina antipersona, mujeres que esperan encontrar algún día el cuerpo de sus hijos, esposos, hermanos desaparecidos en el conflicto armado y niños que quedaron huérfanos por la violencia son algunas de las situaciones que ha inmortalizado el fotógrafo de guerra Gervasio Sánchez.

Ha retratado, entre otros, el conflicto de Bosnia y Herzegovina, el de Irak, el de Mozambique, el del Salvador y por supuesto el colombiano. Durante su charla en el encuentro anual de AFACOM, en el marco de la XX Cátedra Europa, Sánchez expuso una recopilación de imágenes en zonas de conflicto que plasmaron dos de los temas que más llaman su atención: los desaparecidos y las minas antipersonales.

“Me cansé de lo más evidente de la guerra que son las muertes, los heridos, los combates, los desastres. Prefiero contar historias que se enfoquen en la posguerra”, dijo.

Fue así como empezó a hacer historias personalizadas, en donde hace un seguimiento de 10, 15, o más años a personas víctimas de la violencia. Y es que para él, la paz se consigue no cuando se acaba el conflicto, sino cuando se superan las consecuencias de la guerra, cuando se ayuda a las víctimas sin revictimizarlas, cuando se encuentran los cuerpos de los desaparecidos.

Una de las historias contadas por Sánchez es la de Mónica, una niña bumanguesa de 7 años que mientras regresaba a su casa del colegio, se encontró con una mina que la dejó ciega y la hizo perder una de sus manos. Hoy, tiene 21 años y según lo expresado por el periodista, el Estado no ha hecho nada por ella.

Sobre el proceso de paz colombiano, el fotógrafo español ve un largo camino por andar. Sin embargo, expresa que el país lleva una ventaja con respecto a otros países en la búsqueda e identificación de cadáveres, según afirmó, “sorprendentemente como consecuencia de la desmovilización de los paramilitares”.

“Para bajar su implicación jurídica muchos empezaron a hablar y decir donde estaban los cuerpos. Esto consiguió una ventaja tremenda. En Bosnia, empezaron a buscar los cadáveres solo cuando acabó la guerra”, explicó.

No obstante, para él, el problema de las minas antipersonas está lejos de terminar. “Los problemas de las minas van a empezar ahora, cuando los campesinos regresen se van a encontrar con un país muy poblado de minas” dijo, y agregó que en 2005 y 2006 Colombia fue el país con más minas antipersonas en el mundo.

Por Oriana Lewis.

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