Gestadores de historias trascendentes pisotón

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Ana Rita Russo, Germán Bula, Adolfo Meisel y Contanza Alarcón durante la apertura del evento.

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22 abr 2019

Más 1300 participantes de los talleres de Pisotón se dieron cita el 11 de abril en el Coliseo Los Fundadores, para asistir a la sexta edición del Seminario Internacional de Desarrollo Psicoafectivo y Educación Emocional, denominado Gestadores de historias trascendentes. 

El evento fue un espacio para el diálogo entre entidades públicas y privadas sobre el bienestar de los niños y cómo fortalecer el rol de los agentes educativos y los docentes como transformadores de la sociedad. Así también fue un encuentro para compartir las experiencias que los maestros han tenido con sus estudiantes y los logros que han conseguido, implementando estrategias lúdicas e innovadoras. 

“Necesitamos construir tejido social, integrar, compartir. Eso nos falta mucho, es el fundamento del deber ser. (...) Por eso me parece que este programa (Pisotón) tiene que ser una bandera de esta universidad; es de los más importantes y tenemos que seguir desarrollandolo”, aseveró el rector Adolfo Meisel durante sus palabras de bienvenida. 

La viceministra de educación, Constanza Alarcón, estuvo presente en el evento y concordó en la importancia de este tipo de programas para la sociedad. “Más poderoso que todos los políticos del mundo, es lo que logramos hacer en el aula, porque ahí está todo el capital social, día a día con nosotros. Y de lo que nosotros hagamos o dejemos de hacer, van a depender muchas historias de vida”, dijo. 

En ese sentido, resaltó la labor de Pisotón como un motor transformador de historias de vida al enfocarse en la reflexión en torno al tema de la vida afectiva de cada estudiante. 

Germán Bula, presidente del Consejo de Estado, complementó que es crucial hacer énfasis en la moral puesto que, desde su parecer, es una área en la que hace falta direccionamiento desde edades tempranas. “El ambiente moral determina nuestra conducta y tenemos capacidad de agencia para cambiarlo, no solo para cambiar la vida de una persona, sino el ambiente en el que vivimos”, manifestó sobre la posibilidad que tienen los docentes en el aula de dar un ejemplo positivo a sus estudiantes.

Conferencias

El evento contó con dos conferencistas: el sociólogo chileno Sebastián Gaggero y la psiquiatra Martha Jordán. El primero concentró su intervención en lo que llama la biología cultural, una teoría que fue desarrollada por Humberto Maturana y que se basa en la premisa del desarrollo del ser humano desde su interacción con su entorno y sus pares. 

“Todo dolor y sufrimiento por el cual las personas piden ayuda relacional es siempre de origen cultural”, citó Gaggero que fue la premisa inicial de esta teoría.  En ese sentido, al igual que los contenidos de la clase, los niños aprenden y se adaptan a los espacios emocionales, de los que son responsables los adultos. 

Siguiendo esta línea de pensamiento, el invitado internacional aseveró que “el futuro de la humanidad no son los niños, son los adultos con los que ellos hoy se transforman”, recalcando la relevancia del rol de maestro en nuestra sociedad. 


El chileno Sebastían Gaggero durante su conferencia. 

 

Jordán hizo un recorrido por las distintas funciones: materna, paterna y educativa, y como cada una ayuda a tejer historias trascendentes desde la influencia que tienen en la identidad del niño. “En la actualidad, se hace necesario que todos podamos pensar y tomar en consideración las funciones que desempeñamos todas las distintas personas que acompañamos el inicio de la vida de los niños”, dijo durante la conferencia. 

El evento cerró con una relato de Ana Rita Russo, directora del programa de Pisotón, quien narró la historia de Diego, un niño colombiano víctima de la violencia, que encontró la esperanza en la calle. A través de este relato trazó paralelos con la situación actual del país, en la que se ve niños involucrados en crímenes. 

Russo afirmó que muchos de ellos ha perdido seres queridos en su familia y con ellos la esperanza de ser escuchados y ser acogidos. En ese sentido, afirmó que necesitan un espacio donde expresar su dolor, rabia y tristeza para de esta forma recuperarlos de esta perturbación causada por la violencia. 

Experiencias
Kely Jhoana Ampudia Benitez, una estudiante de 11 grado de la institución educativa rural Jordan Guisia de Putumayo, se subió a la tarima y ofreció su punto de vista, desde su experiencia como estudiante del programa que llevó a cabo su profesora Yaneth Pantoja. 

La joven contó que su maestra la veía apartada de sus compañeros y le insistió en varias ocasiones para que le contara lo que le pasaba. Un día, Kely se atrevió a decirle y aseguró que desde ese día el cambio ha sido notable. “A través de todas las actividades que hacíamos, aprendí a conocerme, a quererme como soy, a aceptarme y también a reconocer mi talento”, compartió la joven. 


Adelaida Guerrero, coordinadora de Pisotón, junto a la estudiante Kely Jhoana Ampudia Benitez.

 

Pantoja, docente de la institución, comentó que había un problema de segregación en el salón y que se habían creado grupos sociales basados en las razas de los estudiantes, que a su vez generaban barreras en la interacción. Agregó que el paso elemental fue escuchar a los jóvenes y que entre ellos conocieran las problemáticas que los aquejaba.La forma de lograrlo fue la lúdica. 

La docente fue una de las receptoras del premio Pisotón al Maestro. Las otras ganadoras fueron Martha Alturo, de la institución educativa rural La Ceiba de Putumayo, y Saudy Hadechny, directora del Jardín Infantil Pinino en Barranquilla; la psicóloga Ana María Grajales y la pediatra guajira Iliana Curiel. 

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