Experiencias y aprendizajes de vivir un campus seguro desde el aula de clase

Docentes y estudiantes cuentan cómo fue la implementación de pilotos presenciales en programas como Medicina y Derecho. Para el segundo semestre, hay más de 300 asignaturas disponibles con opciones de cursos presenciales para todos los programas académicos.

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El autocuidado y el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad son claves para mantener nuestro campus seguro.

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08 jul 2021

Con optimismo y mucho compromiso con el cuidado de nuestra comunidad, durante el primer semestre del año la Universidad del Norte desarrolló clases bimodales y presenciales, así como actividades prácticas de laboratorio, bajo protocolos de bioseguridad certificados por el Icontec, haciendo que el proceso de enseñanza y aprendizaje se llevara a cabo de manera segura. Cada proyección de las asignaturas fue revisada por los coordinadores de programa y directores de departamentos.

De igual forma, la Universidad llevó a cabo un retorno progresivo de la presencialidad en el campus, realizando campañas de concientización para mantener un ambiente bioseguro, que incluyeron el manejo de los servicios administrativos, habilitados virtual y presencialmente; distintos espacios del campus manejando lineamientos de aforo, según su capacidad, entre otras medidas.

En este proceso de nuevas dinámicas académicas, el Centro para la Excelencia Docente (CEDU) acompañó a nuestros profesores, con diferentes asesorías para mantener la excelencia  y calidad en los diferentes componentes pedagógicos de las asignaturas.

"En general, nuestros profesores se sienten tranquilos desarrollando las clases presenciales. Durante todo el semestre realizamos talleres enfocados en la evaluación, apoyamos la experiencia de las clases bimodales-simultáneas, brindando un acompañamiento a los profesores y monitores. Esta tarea continuará en el segundo semestre del año", afirma Fadia Khouri, directora del CEDU.

Con el compromiso de promover y cumplir con las medidas de bioseguridad en el campus, compartimos a continuación las experiencias de profesores y estudiantes, quienes relatan cómo fue volver al campus seguro de Uninorte durante el primer semestre.

 

Descubriendo nuevas pedagogías en el laboratorio de audiovisuales

Entre pantallas, cámaras y herramientas audiovisuales se registró la experiencia de la alternancia de los estudiantes del programa de Comunicación Social y Periodismo, quienes bajo estrictas medidas desarrollaron su formación práctica. Los grupos, anteriormente de 18 estudiantes, fueron reducidos a 7, con el fin de mantener el distanciamiento necesario. Se implementaron protocolos de limpieza y desinfección de equipos al finalizar cada taller, entre otras acciones que generaron un ambiente de tranquilidad.

“Indudablemente para los estudiantes y para el ejercicio académico la posibilidad de un retorno presencial continuo es mucho más eficiente en cuanto a la formación”, aseguró el docente Alfredo Sabbagh, quien pertenece al equipo formativo de Medios Audiovisuales del programa y manifestó que existe una necesidad de apropiarse de la tecnología y asociarla con el trabajo de campo. “Las herramientas digitales con las que contamos ahora nos permitieron suplir algunas de las actividades que se pudieron hacer de otras maneras, aprovechando tecnologías digitales”, comentó, no sin antes resaltar que, aunque dichas herramientas pueden dar una aproximación a una correcta formación audiovisual, nunca será igual que una clase presencial.

Yalile Márquez, estudiante del programa de Comunicación Social, asegura que de no haber sido por la alternancia que se estuvo manejando en los semestres anteriores, su aprendizaje con respecto a las asignaturas audiovisuales probablemente no habría sido tan positivo como lo fue con esta modalidad.

“Aprendí mucho de televisión a pesar de que fueron sólo dos clases de tres horas cada una. Siento que se aprendió mucho, y sé que si yo no hubiera tenido la oportunidad de ir al estudio y aprender cómo se manejan las máquinas, cómo se maneja el streaming desde un estudio de televisión para transmitir directo un canal, hubiese terminado mi clase con posibles dudas, porque no es lo mismo la teoría que la práctica y enfrentarse a situaciones donde el profesor te exija como si estuviera en algo profesional directamente”, argumenta la estudiante de sexto semestre, egresada del Colegio Sofia Camargo de Lleras

Su compañera Carol Dayana Mendoza, egresada del Instituto Técnico Nacional de Comercio y estudiante de séptimo semestre, expresó la satisfacción que le causa tener la posibilidad de regresar a clases presenciales y, al mismo tiempo, poder elegir la modalidad de su preferencia para cada una de sus asignaturas. Mendoza también destacó la forma en que se llevaron a cabo los protocolos para la realización de las actividades académicas.

“Todo el mundo tenía que estar con todos los protocolos de bioseguridad: el tapabocas, el alcohol y mantener cierta distancia entre los compañeros y el profesor para evitar contagios. La clase como tal era el reconocimiento de los equipos dentro de un backstage para hacer un noticiero, la cabina de audio, donde se manejan todos los VTR que salen al aire, los micrófonos, todo. Fue una muy buena metodología de trabajo”, manifiesta la estudiante de Comunicación Social.

A pesar de los desafíos que surgen con el retorno presencial a clases, el docente Alfredo Sabbagh asegura que las enseñanzas obtenidas con esta situación eran necesarias y fue un proceso de aprendizaje tanto para docentes como estudiantes.

“Creo que vamos a volver a unas mejores clases, sabiendo que hay otras maneras de hacer las cosas y que podemos encontrar nuevas metodologías para el bien del ejercicio académico. Hay cosas que me enseñó la pandemia y creo que hacerlas presencialmente puede ser algo útil”, agrega el docente.

 

La enseñanza de la música en una experiencia biosegura

Para el programa de Música de la Universidad del Norte, el retorno a clases representa la oportunidad de volver a apreciar la presencialidad y darles a los procesos de enseñanza artística un nuevo valor significativo. El docente Leopoldo Calderón señala que desde el programa se ha hecho un gran trabajo en la inclusión de las nuevas tecnologías y las mediaciones para las clases remotas; sin embargo, se hace necesario volver al campus.

“Es muy importante volver a la presencialidad, mis estudiantes y yo estamos muy ansiosos de volver a estos espacios, sobre todo por las clases que son de naturaleza compartida, como la clase colectiva de guitarra y los ensambles. Para garantizar condiciones bioseguras, se hizo una inversión en la adquisición de unas divisiones que sirven de barrera física y mantener separados a los estudiantes dentro de los salones”, afirma el músico guitarrista.

Mantener el distanciamiento y realizar un aseo exhaustivo a los implementos, equipos de amplificación y equipos personales de los estudiantes hace parte de la nueva dinámica integral de las clases. La manera en que los estudiantes del programa de Música asumieron estas nuevas metodologías integradas a la academia ha sido satisfactoria, pues están más conscientes de la situación y tienen mejor capacidad de respuesta ante los inconvenientes que hay que sortear en los procesos de enseñanza y aprendizaje.

“La idea es que podamos seguir así, el haber retornado a clases presenciales es supremamente importante para nosotros porque la música es una clase práctica. Los estudiantes estamos listos para volver a clases presenciales y que tengan alternativas quienes no pueden asistir por cuestiones personales. La Universidad está avanzando bien en todo el proceso de volver al campus”, comenta Santiago Navarro, estudiante de cuarto semestre del programa de Música, becario del programa Generación E y egresado de la Escuela Normal Superior del Distrito de Barranquilla.

 

Las ventajas de la dinámica presencial para la formación en Derecho

Los profesores del Programa de Derecho tienen todas las expectativas y esperanzas puestas en el retorno a la presencialidad, con el debido cumplimiento de los protocolos requeridos por la Universidad en el marco de la actual crisis sanitaria. El docente Manuel Góngora asegura que desde el programa existe un anhelo de regresar a dar las clases, pero que la idea es que tanto los estudiantes como los padres se sientan seguros del entorno que se brinda para el regreso a clases. Por eso comparte su experiencia durante el periodo de alternancia.

“Fue una experiencia muy linda durante el tiempo que se pudo hacer la clase presencial, los chicos estaban muy receptivos, el performance de un profesor presencialmente es muy distinto al que puedes hacer en una clase virtual, frente a un computador se pierde muchísimo en cuanto a expresiones corporales, así que aproveché al máximo para tratar de conectarme a esta teatralidad docente en la que debemos cautivar a los estudiantes con los temas abordados”, asegura Góngora.

Según Adriana Suárez, estudiante de octavo semestre de Derecho, durante la prueba piloto de alternancia asistió a varias clases bimodales en las que afirma que fue complicada la adaptación al inicio; sin embargo, cree que los profesores hicieron todo su esfuerzo por sacar adelante esta nueva metodología de enseñanza.

“Me parece que el hecho de que vayas a la universidad y tengas la oportunidad de dar clases con todas las medidas de bioseguridad es un plus. Además, podemos acceder a espacios como la biblioteca, la zonas de estudio, los lugares de esparcimiento que cuentan con todas las condiciones de bioseguridad”, manifesta la estudiante becada por el programa Ser Pilo Paga y egresada del Colegio Sofia Camargo de Lleras.

El docente Gabriel Cifuentes, profesor de Derecho Internacional, Derechos Humanos y DIH, afirma que la presencialidad es la forma más pedagógica de enseñar y que el contacto con los estudiantes, en materia de atención y actividades, constituye un espacio favorable para la enseñanza. Para él, con la virtualidad se han abierto muchas puertas al entender que se pueden tener cursos virtuales y desde la Universidad llegar a un mayor número de personas con esta modalidad.

“Creo que la presencialidad es fundamental en los primeros meses de la carrera. Por otro lado, considero que, incluso después que se termine la pandemia, no se tienen que cerrar las puertas a las clases virtuales porque una de las ventajas es la facilidad de acceder a profesores de cátedra que no necesariamente están en Barranquilla y esto enriquece los programas que ofrecemos”, explica Cifuentes.

El volver a clases ha sido un proceso que se ha llevado con mucha responsabilidad en la Universidad del Norte, a través de una reactivación para los estudiantes con todas las medidas y protocolos establecidos para garantizar un buen acceso y circulación dentro del campus. Los beneficiados son estudiantes como María Zharick Villamizar, quien hace parte del programa de Derecho, próxima a cursar octavo semestre. Para ella, la presencialidad es sinónimo de volver a retomar la concentración en las clases.

“Uno está en la casa y está haciendo muchas cosas al tiempo que le roban la atención, no es lo mismo que levantarse e ir a la Universidad y estar completamente enfocado, por eso prefiero volver al campus a dar mis asignaturas presenciales”, comenta la estudiante becaria Ser Pilo Paga, egresada de la Institución Educativa Distrital Germán Vargas Cantillo.

 

Los pilotos presenciales de medicina, una experiencia exitosa

Desde el anterior semestre, la División de Ciencias de la Salud ha realizado un retorno progresivo a la modalidad presencial a través de pilotos de clases prácticas, con grupos pequeños de estudiantes para garantizar el seguimiento de protocolos de bioseguridad. La aplicación del autocuidado y la gestión de dichos protocolos es una prioridad para los futuros profesionales de la primera línea de defensa contra la covid-19.

En el piloto se ha implementado el proceso de clases bimodales, en las que las asignaturas magistrales se realizaron de manera virtual, con grupos de 50-60 estudiantes, mientras que las clases prácticas se hicieron presencialmente, con grupos de 12 estudiantes, en laboratorios que tienen capacidad para unas treinta personas. Para el docente Pedro Villalba, en temas del aprendizaje de la fisiología médica y el sistema respiratorio, uno de los retos más grandes de la presencialidad es mantener la mente alineada con el conocimiento del autocuidado y mantener los protocolos. Sin embargo, basándose en la experiencia obtenida con las clases piloto del semestre anterior, tiene la seguridad de que estos desafíos serán fácilmente superados.

“Creo que el reto no va a estar por encima de las capacidades que tiene toda nuestra comunidad, tanto docente como estudiantil. Seguramente los beneficios que vamos a sacar van a ser mucho mayores que el mismo reto que asumimos dentro del proceso”, enfatiza el docente.

Para el estudiante de octavo semestre del programa de Medicina, Nicolás Henao, quien es egresado del colegio La Salle de Cartagena, el retorno a las clases presenciales es importante para él y sus compañeros, ya que considera que la parte clínica práctica es esencial para la vida laboral médica, y el éxito de su carrera está en lo que aprenderá en esta área, complementando la teoría. Para él, en la oportunidad de la práctica, de equivocarse y corregir esos errores, es algo difícil de conseguir en la virtualidad.

“Los retos que tenemos que suplir ahorita como estudiantes son las deficiencias que tenemos, ya que estas no solo se van a ver cuando salgamos al campo laboral, sino actualmente porque en medicina todo es prerequisito para pasar al siguiente nivel y todo se debe aprender de la manera correcta. El reto más grande que tenemos ahora es intentar aprender todo lo práctico que nos ha quedado por aprender de los semestres anteriores”, expresa Henao.

Abraham Lujan Barrios, estudiante de tercer semestre de Medicina, egresado del Instituto Evardo Turizo Palencia de Barranquilla, señala que el aprendizaje en la presencialidad es muy necesario, mucho más cuando se está en los primeros semestres de la carrera.

"Algunas veces la interacción de los docentes con los estudiantes era complicada a través de las clases virtuales; sin embargo tenía la opción de revisar las grabaciones y detenerme en ideas, eso es una ventaja al momento de estudiar", cuenta el estudiante.

En opinión del docente Pedro Villalba, los pilotos fueron un excelente método experimental para lograr la eficiencia en las clases presenciales, ya que sirvieron como método educativo en el proceso de seguir los lineamientos de bioseguridad que se estarán manejando. “Yo me siento tranquilo, creo que la experiencia de los pilotos ha sido muy positiva, ya que a estas alturas es muy natural para nuestros estudiantes seguir los protocolos. Creo que hemos logrado interiorizar todos la necesidad de cuidarnos”, asegura el docente.

 

Volvemos al campus y vamos a seguir cuidándonos

Estamos a punto de empezar el segundo semestre académico del año, en el que avanzamos hacia la vida universitaria que tanto anhelamos, con una mayor oferta de clases y actividades presenciales en el campus. Todo ello cumpliendo con nuestro autocuidado y las medidas de bioseguridad para poder cuidarnos, cuidar a nuestros compañeros y familiares.

Hay más de 300 asignaturas disponibles con opciones de cursos presenciales para todos los programas académicos. Para conocer todo acerca del regreso a  clases y el proceso de matrícula, clic aquí.

 

Conoce las asignaturas de formación básica y formación complementaria libre de tu interés

Con el fin de mejorar la experiencia de matrícula de pregrado, a continuación les compartimos todas las asignaturas de formación básica y formación complementaria libre que ofrece Uninorte para el segundo semestre.

Las asignaturas de Formación Complementaria Libre son aquellas que el estudiante escoge de acuerdo a sus intereses, de una amplia oferta académica que ofrecen los distintos departamentos y bajo la guía del coordinador de programa. Estos cursos tienen como objetivo complementar la formación del estudiante con asignaturas de tres (3) créditos y que no exigen pre-requisitos ni co-requisitos.

El Programa Institucional de Formación Básica tiene como objetivo brindar a sus estudiantes, mediante un conjunto de cursos y actividades de aprendizaje, la oportunidad de acceder, comprender y construir un conocimiento que trasciende sus profesiones, que da los fundamentos esenciales para comprender las complejidades del mundo que enfrentará al egresar de la institución, que le ayudará a darle sentido a su profesión y a orientar su actuación más allá de su paso por la Universidad.

 

Por Katheryne Meléndez

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