Empresas no se gastan el cupo de beneficios tributarios por innovar

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Julián Pontón, director de desarrollo tecnológico e innovación de Colciencias.

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12 may 2016

El Gobierno Nacional tiene un cupo anual de 500 mil millones de pesos para deducción tributaria a empresas que inviertan en proyectos de innovación. De acuerdo con Julián Pontón, director de desarrollo tecnológico e innovación de Colciencias, quien estuvo en Uninorte el miércoles, 11 de mayo, este presupuesto no se utiliza en su totalidad. “En 2015 alcanzamos el 80%, pero este año esperamos utilizar el 100% para solicitar que haya una ampliación de cupo en el siguiente año”, expresó el funcionario.

Como estrategia para fomentar la innovación en las empresas, desde 1990 el país implementó un sistema de estímulos fiscales para esas empresas que promuevan el desarrollo investigativo en sus procesos. En los últimos cuatro años, como resultado de esto, se han otorgado 1,3 billones de pesos en inversión privada para ciencia, tecnología e investigación (CTI).

Según el Banco Interamericano de Derecho, los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) destinan en promedio el 2,9% de su PIB en CTI. No son datos aislados, pues en las sociedades actuales la innovación es considerada un motor crucial para el crecimiento, el desarrollo económico y el aumento de la competitividad de un país. En Colombia, la cifra de inversión apenas alcanza el 0,6% del PIB.

La meta trazada a nivel nacional es alcanzar un presupuesto de inversión en CTI del 1% del PIB, para lo cual se ha incentivado a las empresas privadas para que inviertan recursos en este campo. Alrededor del 60% de los países de la OCDE han concedido beneficios tributarios como mecanismo indirecto para financiar hasta el 68% de los recursos públicos destinados a investigación, desarrollo e innovación.

Pontón, explica que en la actualidad existen cuatro modalidades de estímulos fiscales asociadas a inversión en CTI dadas por las normas tributarias de Colombia. Estas consisten en deducciones en rentas de hasta el 175% por la inversión en proyectos de CTI, la exención de IVA por las importaciones de equipos para realizar proyectos de CTI, así como la exención por ventas de desarrollo de software con contenido científico, e ingresos no constitutivos de renta tanto para empresas como personas que estén involucradas en proyectos de CTI.

“La principal modalidad es la deducción por inversión en CTI y para promover e incentivar el uso de esta, el año pasado se estableció el CONPES 3834 de julio de 2015, el cual plantea mejorar los procesos para acceder a los beneficios tributarios y amplía la deducción a proyectos de innovación, porque antes simplemente estaban dirigidos a proyectos de investigación y desarrollo tecnológico”, explicó Pontón.

La encuesta de Desarrollo e Innovación Tecnológica del Dane muestra que más del 75% de las empresas en Colombia no son innovadoras. Cerca del 60% de la inversión en ciencia proviene del estado y en menor medida del sector privado. Una de las alternativas implementadas por el Gobierno para incrementar la inversión privada ha sido a través de la designación de empresas como altamente innovadoras para facilitar su acceso a los incentivos fiscales.

“Colciencias realizó la invitación para empresas grandes, medianas y pequeñas con enfoque en innovación. Se presentaron alrededor de 150 y quedaron reconocidas 89 como empresas altamente innovadoras, las cuales podrán acceder a la reducción tributaria sin necesidad de que su proyecto sea evaluado con anterioridad, sino posteriormente con respecto a su ejecución”, afirmó Pontón.

Durante su visita a la Universidad del Norte, en la que se reunió con su director de I+D+I, Raimundo Abello, y se dirigió a participantes del Centro de Emprendimiento de la institución, Julián Pontón resaltó el rol de las universidades como clave para el desarrollo del país, especialmente al aunarse con el Estado y la empresa privada.

“La universidad es fundamental porque es una de las principales fuentes de generación de conocimiento y tiene las capacidades que muchas veces no tienen las empresas para poder adelantar proyectos I+D+I”, aseguró Pontón. “De ahí que lo principal sea esa conexión entre universidad y empresa para orientar las capacidades y esfuerzos e investigación a las necesidades de la empresa, pero también de la sociedad para resolver problemas en general”.

Por Andrés Martínez Zalamea.

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