“El urbanismo puede ser la continuación de la guerra por otros medios”: Max Welch

Max Welch, profesor de la Universidad de Bauhaus en Weimar, explicó durante su conferencia cómo la planeación urbanística no es un hecho meramente estético e inofensivo.

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Max Welch, durante su presentación.

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22 mar 2019

Una reflexión alrededor del papel del urbanismo en las dictaduras de Europa, en el siglo XX, fue liderada el 20 de marzo por Max Welch, profesor de la Universidad de Bauhaus en Weimar, Alemania, mostrando a los asistentes cómo la planeación urbanística no es un hecho meramente estético e inofensivo.

Welch relató cómo a través de la historia países como Alemania y España han utilizado la arquitectura y el urbanismo como un ‘arma’ política que logra expresar mensajes por sí misma. Sin embargo, el académico expresó las diferencias entre arquitectura y urbanismo de una forma clara. “Mientras que el arquitecto tiene la labor de dejar contento a quien le contrata, un urbanista tiene que pensar y preocuparse por el bien común”.

Sobre el urbanismo en las dictaduras, el experto señaló la poca investigación que hay al respecto. Además aclaró que, a diferencia de lo que muchos piensan, “el urbanismo en las dictaduras no era solo monumentalista y de grandes construcciones, hay ejemplos de cómo una simple casa podía representar la represión”. Ejemplo de ello aparece en el Franquismo en España que, a través de la promesa de futuro, reconstruyó varias ciudades —destruidas en la guerra civil— para entregar mensajes políticos. Fue el caso de la ciudad de Belchite, donde después de la destrucción de la ciudad el régimen decidió reconstruirla contigua a las ruinas para que estas quedaran allí como recuerdo de lo que hacía el socialismo. Una decisión pensada desde el urbanismo y con fines políticos.

El urbanista debe tener claro su rol e importancia, pues con su labor tiene la posibilidad de actuar, de intervenir y dar significados. “El urbanismo puede ser la continuación de la guerra por otros medios”, señaló Max Welch, mencionando casos como el de la Alemania nazi.

Otro de los temas importantes sobre la discusión es que no es un tema pasado, “las dictaduras pasaron pero muchas de sus obras quedaron. Decidir qué hacer con ellas es un debate público que se debe resolver como sociedad y que aún hoy está sin resolver en muchos lugares”, opinó Welch, a propósito de los recientes debates es España sobre placas y monumentos construidos en el régimen de Franco.

Considera que no se debe olvidar que la ciudad es testimonio histórico del paso del tiempo y en lugar de “destruir el pasado se le debería dar contexto para que quienes se acerquen conozcan cómo se dio, qué consecuencias tuvo y qué representa hoy día”.

Por Omar David Alvarez

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