El Caribe tiene un déficit altísimo de zonas verdes

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Carlos Javier Velásquez, docente del programa de Derecho de Uninorte.

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11 may 2015

Solo el 3% de la superficie terrestre está ocupada por ciudades, a pesar de eso, desde estas se está transformando significativamente el ambiente global. En Colombia, el Caribe tiene un déficit altísimo de zonas verdes, por eso se hace necesario empezar a ver la ciudad como un ecosistema. Esa fue la propuesta de los panelistas del segundo día del Simposio de Biodiversidad que se realizó en Uninorte, y que tuvo como temática principal la biodiversidad en la ciudad.

Según los artículos 14 y 15 del Decreto 1504 de 1998 que regula el espacio público, las ciudades deben tener mínimo 15 metros cuadrados de espacio público efectivo por habitante. El promedio nacional no llega a 3 y Barraquilla tiene solo 0,89 El panorama no es bueno, como explicó Carlos Javier Velásquez, docente del programa de Derecho de Uninorte y experto en derecho ambiental.

"Si hoy decidiéramos en Barranquilla parar la urbanización completamente y recuperar las zonas no urbanizadas para sembrar zonas verdes y proteger la biodiversidad, llegaría a aproximadamente 3 metros cuadrados por habitante. Es decir, las ciudades están altamente urbanizadas", afirmó.

La política pública de desarrollo urbano del país definió desde hace tiempo que el modelo de ciudad colombiana es densa, compacta, socialmente incluyente, próspera económicamente y ambientalmente sostenible. "Pero lo que vemos en la vida real es todo lo contrario: ciudades expansivas y difusas, que de sostenibles no tienen nada", expresó Velázquez.

La evidencia ha demostrado que la base del desarrollo de una sociedad debe ser su biodiversidad. La base de estos modelos son: sociedad, economía y ambiente. En esa intercepción de estas dimensiones aparece la sostenibilidad como un equilibrio entre los tres aspectos. Entonces, no se puede hablar de crecimiento económico en un planeta finito, mejor se habla de desarrollo económico, el cual garantiza la riqueza material.

Pero para eso hay que entender qué son las ciudades sostenibles. "Son aquellas que combinan el desarrollo económico y la inclusión social de su población, que no agota la base de los recursos naturales renovables en que se sostiene, ni deteriora el medio ambiente; con equidad intergeneracional", explicó el docente.

Ejemplo de ecociudad

Dongtan es una nueva ecocity planeada al este de la isla de Chongming, en las afueras de Shanghái, China, por la compañía británica Arup. Todo su sistema está planteado para ser rentablemente sostenible, su construcción espera promover innovaciones, básicamente tecnológicas, y cambios en la infraestructura social, económica y ambiental.

Entre sus características principales está el hecho de que solo utilizará energía renovable como de biomasa, la solar y la eólica. No existirán automóviles individuales, y el transporte público funcionaría con energía limpia. Se reciclará hasta el agua potable, la cual se utilizaría dos veces, para consumo humano y para descargas de sanitario o riega de cultivos. Sus edificios serán energéticamente eficientes y todos los habitantes deben tener sus propios huertos.

"Estos modelos utópicos a futuro básicamente lo que son es la construcción de lo que hoy necesitamos, teniendo en cuenta que la gente vive principalmente en la ciudad y que cada vez más vivirá en la ciudad", expuso Velázquez al contar sobre ella como ejemplo de modelo de ciudad sostenible.

Aunque en Colombia estamos muy lejos de llegar a ser una ciudad como Dongtan, se debe empezar tener el control sobre los controles que existen actualmente para regular todo lo concerniente al uso y preservación del medio ambiente. Por eso, el abogado al concluir su charla dio una serie de propuestas para lograr ese objetivo.

Entre las cuales están definir y estudiar el territorio y sus valores ambientales, tener una cartografía de los espacios urbanos, integrar los espacios de alto valor ecológico para preservarlos, crear corredores verdes, diseñar una red de senderos de acceso a la naturaleza, hacer una evaluación ambiental estratégica y desarrollar patrones de urbanización de bajo impacto.

Por Adriana Chica

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