Detección temprana y atención integral, dos frentes de lucha contra el cáncer infantil

"El cáncer en los niños es una enfermedad rara que requiere diagnóstico rápido para evitar desenlaces fatales", advierte la doctora Iliana De Los Reyes Valencia, oncóloga pediatra, egresada de la segunda promoción del Programa de Medicina de Uninorte. Las declaraciones de la especialista se dan en el marco del Día Internacional de la lucha contra el cáncer infantil, una fecha que tiene el propósito de sensibilizar a la sociedad en general y a la comunidad médica sobre la importancia de la detección temprana y la atención integral, dos factores fundamentales en la superación exitosa de estos diagnósticos.

Los tipos de cáncer más frecuentes en los niños se reúnen en dos grandes grupos: los líquidos de la sangre, donde las leucemias agudas y los linfomas son los más comunes. Por otra parte, están los sólidos que se pueden presentar en diferentes zonas del cuerpo, pero los más comunes son los tumores en el sistema nervioso central, localizados en el cerebro, cerebelo, tronco y médula espinal.

Las quejas más habituales de los niños enfermos por leucemias o linfomas son:  cansancio, debilidad, pérdida de peso, sudoración excesiva, palidez marcada en la piel, sangrado por cualquier orificio del cuerpo, moretones fáciles, infecciones persistentes que no mejoran y a las que no se les encuentra una causa. También es una señal de alarma encontrar abultamiento en el cuello, abdomen crecido, dolor en los huesos que no está relacionado con dolores por el crecimiento. Por otra parte, las manifestaciones de los tumores del cerebro son diferentes y cursan con dolor de cabeza que despierta al niño, vómito frecuente, convulsiones, así como detención de los logros de crecimiento y desarrollo.

"Por ejemplo, si notamos que un niño ya comenzó a caminar y se estanca o retrocede en su proceso, frente a la persistencia del síntoma sin mejoras, los padres o cuidadores deben acudir en forma inmediata al médico, porque puede ser una señal de alarma de tumor en sistema nervioso central", explica la especialista en oncología pediátrica.

El doctor Tito Isaac Robledo De la Hoz, médico Pediatra del Hospital de la Universidad del Norte (HUN), quien también es aspirante a magister en Hematología y Hemoterapia en TECH Universidad Tecnológica, señala que es un reto dentro del personal médico identificar de forma temprana un diagnóstico de cáncer infantil, en cualquier tipo.

"Hoy en Colombia se sabe que el cáncer infantil representa la cuarta causa de muerte de niños entre los 5 y 14 años de edad, y la segunda en niñas del mismo grupo etario. Se estima que solo cerca de la mitad (60%) de los niños con algún tipo de cáncer en Colombia, logra sobrevivir, en contraste con la situación de otros países desarrollados, e incluso de otros países de Latinoamérica, donde esta cifra llega incluso hasta un 80%", asegura el médico pediatra, quien añade que si bien hay mucho por trabajar en el tema del tratamiento integral y en las garantías para la adherencia al tratamiento, en la región Caribe especialistas en esta materia avanzan en unificar conceptos y alternativas terapéuticas más convenientes para los niños con cáncer de esta zona del país.

"Dicho trabajo se encuentra liderado por hemato-oncólogos pediatras de Barranquilla y Cartagena, quienes se reúnen y plantean pacientes con casos complejos y consensuan su mejor manejo, siempre basado en la experiencia de cada uno y en las últimas guías y protocolos mejor soportados por la evidencia científica a nivel mundial, como forma de aportar su grano de arena a la mejoría de las cifras de sobrevida poco alentadoras para nuestro panorama", señala el doctor integrante del equipo médico de HUN.

 Hospital de la Universidad del Norte a la vanguardia en tratamientos contra el cáncer de piel

Los avances científicos y las terapéuticas actualizadas no solo se exploran en casos de cáncer infantil, también se están aplicando tratamientos de vanguardia para los pacientes con cáncer de piel, uno de los más comunes en el mundo. Entre los más usuales están el carcinoma basocelular, carcinoma espinocelular y escamocelular, así como los melanomas.

Frente al tratamiento de estos, en el Hospital de la Universidad del Norte se está aplicando la cirugía micrográfica de Mohs, un procedimiento que mejora las alternativas para los pacientes con diagnóstico de cáncer de piel con riesgo alto de volver a aparecer o en zonas delicadas para reconstruir como el rostro. 

"La cirugía micrográfica es más usado en carcinoma basocelular, escamocelular de la piel y tiene algunas utilidades para algunos melanomas. Lo que conocemos como la cirugía convencional para el cáncer de piel implica una recesión amplia de la lesión, tenemos que dejar márgenes de piel, aparentemente sana, más allá de la lesión visible que puede ser entre 4 y 8 milímetros, entre más riesgo, más piel sana hay que retirar para garantizar que se retire el tumor completo", explica la doctora Teresa Vergara, cirujana plástica reconstructiva y estética deL HUN, quien agrega que en el caso de la cirugía de Mosh se retira la lesión con márgenes más pequeños, de 2 a 3 milímetros. Estos resultados son posibles gracias al conocimiento del cuerpo médico y la utilización de equipos modernos que permiten el análisis de los tejidos. 

"En el procedimiento se hace el estudio histológico inmediato, es decir, mientras el paciente aún está en la sala de cirugía, en el proceso de la recesión, se observa la totalidad de los márgenes laterales y profundos de ese tumor que se sacó. Así se puede saber si salió completo o si en alguno de los cuadrantes todavía hay células tumorales", asegura la cirujana, quien destaca que de esta manera se ahorran tejidos y se garantiza el proceso de una reconstrucción segura, esto permite un tratamiento integral del paciente en un solo momento quirúrgico: libre de tumor, libre de cáncer y reconstruido.  

Para cualquier tipo de cáncer es importante identificar las señales de alarma, conocer los síntomas comunes y consultar oportunamente. El diagnóstico temprano representa una ventaja para un tratamiento exitoso y un abordaje interdisciplinar del paciente, según lo requiera el caso, sea niño, joven o adulto.

Por Katheryn Meléndez Solano