¿Cuál es el costo ambiental de Hidroituango?
Antes de 2018, Hidroituango era una palabra muy conocida por los antioqueños, pero no sucedía lo mismo en el resto del país. Hoy el proyecto de hidroeléctrica más ambicioso de Colombia es conocido por los múltiples tropiezos que ha sufrido. El tema ambiental sigue siendo un tópico fundamental de discusión, pero sin aparente solución a la vista. Sobre esto conversaron Augusto Sisa, ingeniero civil; Luis Guárdela, abogado especialista en medio ambiente y Gilberto Blanco, procurador delegado para lo Ambiental y Agrario.
Primero un inminente riesgo de caída de la presa en 2018 y después el cierre de compuertas en 2019 que mantuvo seco al Cauca, río abajo. Hidroituango se ha balanceado en ambos extremos de una balanza que ha dejado daños ambientales, hoy incalculables. En parte porque las licencias ambientales autorizadas para la ejecución del proyecto no contemplaron muchos municipios aledaños que hoy sin duda se vieron afectados. Así lo señaló Augusto Sisa al decir que al menos 250 mil personas no fueron contempladas al solicitar dichas licencias.
El proyecto es esencial para el abastecimiento energético del país, de hecho en Colombia el 60% de la energía proviene de fuentes hídricas, pero la pregunta es ¿a qué costo?. Desde la Procuraduría General de la Nación, Gilberto Blanco explicó que se ha hecho lo pertinente para vigilar y establecer responsabilidades en el proyecto, sin embargo, no duda en afirmar que “en Colombia hay un déficit institucional para controlar proyectos de este tipo, principalmente en etapas de acompañamiento y constante monitoreo de los mismos”.
Los principales daños ambientales han sido, inundaciones, mortandad de peces, alteración de ecosistemas y de las actividades de las comunidades ribereñas. El problema es que todo eso se engloba en un concepto denominado ‘caudal ambiental’ pero según Sisa, “hoy no hay una fórmula oficial para calcular dicho valor”.
Es por eso que según el abogado Luis Guárdela, lo que se debe hacer es motivar a los grupos particulares que se han visto afectados a presentar sus respectivas denuncias, “es a través de la suma de particulares que podemos aproximarnos al cálculo del costo ambiental de Hidroituango”, señala el especialista en derecho medioambiental.
El trabajo de la Procuraduría para esas acciones de grupos es esencial, ya que pueden sumarse a la radicación de acciones populares, prevenir y cuando ya no sea posible, instar a que los jueces tomen las acciones correctivas necesarias. “No queremos satanizar este tipo de proyectos, sino garantizar la restauración de todos los derechos vulnerados”, explicó Blanco.
Para el profesor Sisa no hay posibilidad de pensar hoy en energías “100% limpias”. Es un hecho que hay formas de generarlas más contaminantes que otras, pero por ejemplo la energía fotovoltaica y la eólica no producen cifras importantes para Colombia, según el ingeniero. Es por eso que más allá de la polémica, los proyectos hidroeléctricos son necesarios y efectivos.
En Hidroituango no se protegió uno de los túneles de apoyo y el deslizamiento de material fue una de las causas de la primera emergencia, según lo demostrado por diversas investigaciones. Para los ponentes, hoy la discusión debería estar en torno a los afectados, la reparación de sus territorios y la adopción de medidas de prevención para proyectos futuros.
Por Omar David Alvarez
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Dic 17, 2024
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