Conciencia y Empatía, nuestra comunidad fortalece este año su salud emocional
La universidad trabaja, a nivel institucional, el concepto de la felicidad, bajo el cual se desarrolla el programa de 'Con-ciencia y Empatía', una iniciativa que busca generar una cultura de autocuidado y corresponsabilidad en el campus, en torno a la convivencia social y salud mental en comunidad.
Con la promoción de actividades y espacios académicos enfocados en vivir una mejor salud emocional en el campus, la Universidad del Norte trabaja este año, a nivel institucional, el concepto de la felicidad. Una meta humana fundamental, cuya importancia es conmemorada cada 20 de marzo por Naciones Unidas, como parte integral en el desarrollo y bienestar de una sociedad.
Bajo esa concepción, a través de cada una de las unidades administrativas y académicas de la institución se busca generar un ambiente universitario propicio, alegre y atractivo, siendo una de las iniciativas banderas el programa Con-ciencia y Empatía, ejecutado desde el segundo semestre de 2021, que busca generar una cultura de autocuidado y corresponsabilidad en el campus, en torno a la convivencia social y salud mental en comunidad. Con un piloto para profesores y estudiantes, y un acercamiento para colaboradores, el año pasado se hizo una evaluación de la actividad, generando aprendizajes para su desarrollo en este primer semestre de 2022.
“Queremos acompañar a profesores, estudiantes y colaboradores en ese proceso de cuidado que nos permita tener una convivencia más tranquila, armoniosa y, al mismo tiempo, redunde en salud mental. Sabemos que este es un tema que se sienta en las relaciones interpersonales. Por lo tanto, con relaciones sanas en nuestro entorno universitario, avanzaremos mucho hacia una comunidad más sana y feliz”, argumenta la profesora Olga Hoyos, de Departamento de Psicología, quien lidera la iniciativa con apoyo del Centro para la Excelencia Docente (CEDU), Bienestar Universitario, Gestión Humana y el programa Pisotón.
Con-ciencia y Empatía integra a todos los actores universitarios y se estructura desde el conocimiento, la acción participativa y la acción reflexiva, en 6 ejes que fomentan las habilidades para la vida: autoconocimiento, habilidades socioemocionales, empatía, comunicación y escucha asertiva, pensamiento crítico y toma de decisiones, y trabajo en equipo.
Una de las estrategias que este año se plantea hacer con los docentes que participaron del piloto es la oportunidad de proponer un proyecto de intervención, en el que los conocimientos adquiridos puedan desarrollarse en las aulas de clase. Para ello, se trabajará con el acompañamiento del CEDU, de modo que pueda ajustarse a la dinámica pedagógica.
“El espacio de aprendizaje de los profesores ya lo iniciamos este mes, con una participación de 35 educadores. El programa consta de dos fases: la primera busca que sigan aprendiendo sobre autorregulación emocional, con el Departamento de Psicología; la segunda es desarrollada por el CEDU, donde todo lo que aprenden en la primera etapa de autoconocimiento lo pueden llevar a su práctica de aula y comprender la importancia que pueden tener las emociones en el aprendizaje de los estudiantes”, explicó Fadia Khouri, directora del CEDU.
El programa se constituye en una gran estrategia que quiere hacer zoom o énfasis en ciertos valores clave para el bienestar, desde la construcción de un sentido de vida donde cada persona procure generar felicidad para ella y los demás, entendiendo una persona feliz como alguien conciliado consigo mismo y con los demás. Que se relaciona adecuadamente y es capaz de aceptar que no todo es felicidad, es decir, comprender que hay momentos en los cuales habrá sensaciones de malestar y tolerancia a la frustración.
En 2021, 63 estudiantes se inscribieron al programa, 27 fueron seleccionados y 23 lo culminaron, destacando los contenidos relacionados con estrategias de afrontamiento, reconocimiento de habilidades, factores de riesgo y protectores, entre otros. Para los colaboradores hubo un taller de empatía cognitiva y afectiva y una serie de actividades como una fotomaratón liderada por el Programa de Educación para la Sostenibilidad Ecocampus. Este semestre se trabajará a partir de abril un programa piloto con un grupo de 10 colaboradores.
“Esas lecciones aprendidas nos llevaron a que en 2022 demos continuidad a los estudiantes por 12 meses, porque se le va a validar como una humanidades y en este semestre vamos a meter eso que nos solicitaron, más allá de las temáticas que ya teníamos, como inteligencia emocional o resiliencia”, señaló Ana Rita Russo, directora de Pisotón.
Para la profesora Olga Hoyos, el que la universidad asuma esta formación significa una concepción abanderada e importante, porque “está diciéndonos que tenemos que cambiar el chip, que los problemas de salud mental requieren atención, así como los de salud física”. La universidad está haciendo una apuesta importante por el bienestar de todos, rompiendo el paradigma de que estos temas se quedan en casa.
“Estamos haciendo una gran contribución a profesores, estudiantes y comunidad en general, porque estoy segura que lo que aprendemos en nuestro entorno podemos llevarlo también a nuestros hogares”, concluye la profesora Hoyos.
Por José Luis Rodríguez R.
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