Con las lluvias se prenden las alertas ante desastres en el país
Con la llegada del invierno y las lluvias, varias zonas de Colombia entran en alerta a raíz de la posibilidad de algún desastre natural, como ocurrió hace unos días en Rosas, Cauca, donde un deslizamiento dejó varios muertos y heridos. Para Víctor Cantillo, del departamento de Ingeniería Civil, esto se debe a las lluvias, pero el riesgo se incrementa “debido a que muchas personas están asentadas en sitios altamente vulnerables, con un enorme peligro potencial”.
El ingeniero comentó que en el país los desastres naturales más comunes son las inundaciones y deslizamientos, que se dan en sitios con características geológicas determinadas. No obstante, aun cuando vemos en las noticias que estos eventos suceden, no son recurrentes, es decir, no ocurren varias veces en el mismo lugar y es improbable que una persona pase por esta experiencia en más de una ocasión. Todo esto genera una especial problemática.
“Son eventos de baja probabilidad de ocurrencia, pero cuya consecuencia puede ser muy alta y hace que no sean visto como prioritarios el atender, el prevenir, el prepararse ante el hecho y nos volvemos reactivos, y la sociedad solamente se moviliza cuando ocurrió”, manifestó Cantillo sobre una de los retos que se viven a la hora de buscar soluciones.
Para el doctor en Ciencias de la Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica de Chile, la clave está en la prevención. “El riesgo es una variable que depende de varios factores, uno de ellos es la vulnerabilidad y otro es la exposición que tenemos ante el evento. Si los dos se juntan, vamos a tener las consecuencias que estamos teniendo y que en muchos casos no solo implica la pérdida material sino de vida humana”, explicó.
El pasado mes ya vivimos en el país estas consecuencias. El 21 de abril, el deslizamiento ocurrido en Rosas, Cauca cobró la vida de al menos 30 personas. Luego, una inundación el 22 de abril, en Barbacoas, Nariño dejó 15.000 damnificados.
Cantillo aseguró que en Colombia hemos avanzado y tenemos una Agencia Nacional de Riesgo y Desastres que se ha venido consolidando y la situación es mucho más favorable que hace 20 años. No obstante, afirmó que la falla está en el control: los mapas de los planes de ordenamiento no están actualizados y por ende hay muchas personas que viven en zonas de alto riesgo, sin autoridad alguna que vele por su seguridad.
En situaciones de desastres es clave la logística humanitaria, cómo se atiende oportunamente a personas cargan con una gran presión a raíz de haber perdido a seres queridos, los elementos básicos para su subsistencia y todas sus pertenencias.Teniendo esto en cuenta, el docente anotó que el sector educativo debe tener un impacto en concientizar a la sociedad en los riesgos que viven y cómo actuar ante un evento.
“Los momentos después de que ha pasado un desastre son extremadamente caóticos y si las personas no están preparadas y no saben enfrentarlo en forma adecuada, magnificaremos el efecto del problema, y van a incrementarse las consecuencias”, señaló Cantillo.
El docente propuso incluir en la formación, desde los colegios hasta las universidades, estas temáticas relacionadas con la preparación para la mitigación de los efectos de desastres naturales. “Tiene que haber una dimensión educativa de formación y de conocimiento, de tal manera que seamos plenamente conscientes de cómo reaccionar cuando ocurre un evento de estos”, concluyó.
Por Leonardo Carvajalino
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Dic 17, 2024
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