Barranquilla mejora en salud y educación, sigue en deuda en seguridad y movilidad

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Expertos de Uninorte participaron en un panel para discutir sobre el informe de Barranquilla Cómo Vamos.

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28 nov 2017

Con motivo de sus 10 años, Barranquilla Cómo Vamos presentó este 27 de noviembre su informe de calidad de vida 2008-2016. Conformado por 320 indicadores contenidos en 14 temáticas, el informe extrae datos de más de 30 fuentes de orden local, nacional y encuestas propias, analizadas bajo la mirada de expertos.

El informe, presentado en el hotel Barranquilla Plaza, arroja entre sus principales conclusiones un avance de Barranquilla en la superación de la pobreza y una sostenida dinámica en su mercado laboral en los últimos nueve años. La salud y educación han ido por buen camino durante este tiempo, mientras que aspectos como la gestión del espacio público, vivienda, servicios públicos (exceptuando electricidad), la cultura, el deporte y la infraestructura vial presentan mejoras a lo largo de los años evaluados.

La ciudad, sin embargo, no logra resultados contundentes en materia de movilidad y seguridad, mientras que la gestión ambiental no muestra resultados positivos.

Durante el período estudiado, la capital del Atlántico ha mejorado su desempeño fiscal y ha logrado duplicar sus ingresos, pasando de $1,087 billones a $2,207 billones, posicionándose como la segunda ciudad con mayores ingresos totales por persona dentro de las seis principales ciudades del país. La ciudad ha registrado en los años recientes una mayor capacidad de invertir en sectores diferentes a los financiados por el Gobierno Nacional.

Las inversiones, de acuerdo con el informe, han mejorado sustancialmente indicadores clave que dan cuenta de la calidad de vida de los barranquilleros. La incidencia de pobreza monetaria en el área metropolitana de Barranquilla cayó de 43.3%, en 2008 a 21,7%, en 2016, aunque sigue estando por encima de otras conurbaciones como Bogotá, Medellín y Cali. La pobreza extrema se redujo de 10% a 2,8% en el mismo lapso, aunque en el último año aumentó 0,4%, un incremento de 8200 personas en esta condición.

Como reto el informe señala la alta tasa de informalidad en el mercado laboral a lo largo de los nueve años del estudio, que ha alcanzado valores superiores al 50%, siempre por encima del promedio de las 13 áreas metropolitanas del país.

Según el estudio, la capital del Atlántico ha aumentado su inversión en educación y salud a lo largo de los años y los resultados han sido notorios. Entre 2015 -2017 el Índice Sintético de Calidad Educativa (ISCE) registró un crecimiento promedio del 15%, 18% y 4%, para primaria, secundaria y media, respectivamente, mayor que el de Bogotá y Medellín.

Si bien se han obtenido mejoras significativas en los resultados de las pruebas Saber 3 y 5, uno de los retos está en las pruebas Saber 9, donde ha habido una aglomeración de la población estudiantil con bajo nivel de desempeño, con avances muy lentos hacia los niveles de excelencia. Otro reto es la tasa de cobertura en educación transición y media, donde los datos registran menores tasas de cobertura bruta y neta.

En cuanto a la promoción de salud y prevención de enfermedades persisten retos relacionadas con afecciones del sistema circulatorio, siendo esta la principal causa de muertes en el territorio. Añade el estudio que desde 2012 hay una mayor incidencia de VIH/SIDA y tuberculosis, esta última pasando de 284 casos en 2008 a 570 en 2016, empero, con una disminución en la mortalidad por esta enfermedad en el mismo período.

La incidencia de VIH/SIDA ha aumentado desde 2012, en personas de 15 a 49 años. Sin embargo, la mortalidad por el virus ha disminuido, con 146 muertes registradas en 2016, frente a 154 en 2008.

Seguridad y movilidad, grandes retos

La seguridad en la ciudad ha mostrado tendencias positivas y negativas en el conjunto de indicadores, mientras que otros han mostrado poca variación. Barranquilla, inmersa en un contexto de desplazamiento, pobreza y estructuras delincuenciales, no es extraña a tener la seguridad como una de las mayores preocupaciones de sus habitantes.

La percepción negativa de seguridad de los ciudadanos se respalda por hechos como el aumento de las muertes violentas, que crecieron en un 8% entre 2008 y 2016; el incremento de los homicidios en un 4% y, más alarmantemente, un alza del 39% en casos de hurto durante el período.

Al compararnos con otras ciudades capitales, Medellín (21,5) y Bogotá (16,3) tienen tasas de homicidio por 100.000 habitantes inferiores a la de Barranquilla (32,7), aunque Cali, con 52,3 es la ciudad más crítica. Un dato preocupante es que Barranquilla es la única con tendencia al alza en el periodo de estudio.

La cultura vial de los barranquilleros no ha mejorado en los últimos nueve años. Esto se demuestra con las tasas de accidentalidad, las cuales han crecido en un 50% entre 2008 y 2016. El número de accidentes de tránsito pasó de 4.329 a 6.516 accidentes, con más de 1000 lesionados en 2016.

Las muertes por accidente de tránsito aumentaron, pasando de 5,6 a 8,7 muertes por 100.000 habitantes, una tasa superior a la de Bogotá (7,3) y la de Cartagena (8,4) e inferior a la de Medellín (10,9). Los comparendos por infracciones de tránsito y alcoholemia aumentaron también a lo largo del periodo, disparándose en 2016, posiblemente a raíz del incremento de los controles policiales.

Profesores de Uninorte analizan resultados

En un panel dirigido por el periodista Martín Tapias, expertos de la Universidad del Norte evaluaron distintos aspectos valorados en el informe de calidad de Barranquilla Cómo Vamos

Luis Trejos - Seguridad

“Las cifras son preocupantes. El aumento sostenido de homicidios coincide con la desmovilización del Bloque Norte de las AUC y el frente José Pablo Díaz que hegemonizaban el accionar criminal, abriendo espacio a la competencia entre actores armados para copar ese espacio.

Hay disminuciones leves que obedecen a una contundente acción contra grupos criminales en el suroccidente y suroriente, pero es preocupante el tema del hurto. Si a nivel de denuncias es tan alto, no me imagino el índice de subregistro.  Es necesaria la coordinación del sistema judicial y policía. Por tecnicismos jurídicos que no se cumplen al momento de captura, los criminales recuperan la libertad. Eso es un incentivo macabro para el aumento del hurto.

La articulación institucional es fundamental profundizarla bajo un liderazgo político-administrativo que sea más propositivo. Hay que tocar el tema de crear una secretaría de Seguridad Ciudadana".

José Aparicio - Educación

"El cambio positivo y significativo en muchos indicadores muestra una preocupación por poner la educación en el primer lugar de las inversiones y recuperarnos del significativo atraso que había en esa materia.

Nos preocupan los resultados de los estudiantes de secundaria en pruebas Saber. Hay un grupo considerable de estudiantes en niveles insuficiente y mínimo. Estábamos en niveles realmente críticos, pero las estadísticas demuestran que hay mucho por hacer.

Es importante considerar esto como una política de largo plazo. Estamos a la espera de que el Concejo dé el visto bueno para que esto se constituya como política pública y que estos procesos no estén vinculados a una administración sino a que sean proyectos de ciudad. Estos cambios llevan mucho tiempo y el impacto no se ven a corto plazo".

Víctor Cantillo – Movilidad

"En materia de cultura vial, el semáforo está en amarillo y eso significa que próximamente estará en rojo. La demanda representada por el número de viajes crece mucho más que la oferta, y el espacio urbano es más limitado. Hay que establecer prioridades.

Tenemos mucho que hacer y por qué trabajar y hacer inversión, pero si no modificamos los comportamientos seguiremos viendo que las tasas de accidente siguen creciendo. En 2010, Colombia se comprometió a disminuir los accidentes en un 50% y ha aumentado en un 30%. No estamos contribuyendo a lograr esa meta. Quien infrinja una norma hay que sancionarlo, pero eso debe ir acompañado por un fuerte trabajo en educación.

Por último, la prioridad no puede ser el vehículo. La movilidad no es el desplazamiento de vehículos sino de seres humanos. Hay que considerar un servicio de transporte público que sea una alternativa real para que el usuario pueda escogerlo y dejar su vehículo en casa".

Por Andrés Martínez Zalamea 

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