Un análisis de las consecuencias psicológicas del maltrato de pareja

Colombia tiene una deuda con las mujeres. Más de 400 000 mil casos de violencia de pareja se registran en el país, en los que el 86 % las víctimas son las mujeres. De acuerdo con el ultimo Forensis (publicación anual que compila el comportamiento de las lesiones de causa externa a través de análisis descriptivos y variables sociodemográficas) del Instituto de Medicina Legal, Barranquilla es la quinta ciudad con más casos de violencia de pareja en la Región Caribe. 

En la conferencia que se llevó acabo el 27 de febrero en la sala de proyecciones de la Universidad del Norte, Nathalia Quiroz psicóloga, profesora de psicología de la Universidad de la Costa y estudiante del doctorado en Psicología de Uninorte, expuso a estudiantes y colegas las consecuencias psicológicas y físicas de este flagelo.

Su objetivo fue concientizar sobre el daño no solo nivel psicológico, sino también cognitivo. Entre las consecuencias, la experta habló sobre la difícil comunicación con las mujeres víctimas al momento de hacerles caer en cuenta de su situación de vulnerabilidad. Por ejemplo, la dificultad de hacer una denuncia porque en ocasiones no pueden recordar los hechos ocurridos.

Las secuelas o indicativos que prevén maltrato, explicó Quiroz, no son tan fáciles de ver, pues muchas mujeres lo intentan ocultar porque hay variables psicológicas que son consideradas comunes. Por ejemplo, a muchas desde su niñez les enseñaron a relacionarse de forma sumisa con los hombres, a través de frases como “usted no se puede quejar” o “usted no puede decir nada”. Es por esto que estas variables no les permiten determinar el maltrato rápidamente.

“Hay que hacer muchas difusiones para que la gente que se encuentra en una situación como esta lo logre comprender, porque el problema es que no les puedes decir “estás sufriendo de maltrato, sal de ahí”, esa no es la forma de llegar. Muchas veces las mujeres cuando se encuentran en una red de apoyo se pueden dar cuenta”, manifestó la docente.

Al terminar la presentación, estudiantes y profesores de psicología tuvieron un espacio para formular preguntas y despejar inquietudes sobre el tema.

Por Valentina Sánchez Herrera