Primer Mapukeando reactiva la agenda presencial del museo

Después de dos años de proyectos y visitas guiadas virtuales, el museo Mapuka abre sus puertas y retoma actividades presenciales. Inició el jueves, 3 de febrero, con el primer Mapukeando del año, a cargo de Jorge Villalón, docente de Historia e investigador de la Universidad del Norte. En el encuentro se socializó acerca de la investigación académica del arqueólogo barranquillero Carlos Ángulo Váldes y sus aportes sobre el poblamiento de Barranquilla antes de Heredia. 

"Duramos dos años haciendo los Mapukeando y conferencias de manera virtual. También tuvimos una dinámica súper importante de escuela de guías. Además un programa que tiene como nombre Mapuka en tu clase que es una oferta virtual de recorridos que sigue en funcionamiento. De esta manera logramos atender a los públicos, crecimos y nos posicionamos no solo en la región Caribe, sino también en otros lugares de Colombia y el mundo”, puntualizó Carla Baquero,directora del Museo Mapuka.

El Mapukeando, que llevó por nombre:“Poblamiento de Barranquilla antes de Heredia en la obra de Carlos Angulo Váldes” tuvo lugar en la sala Mapuka, donde el profesor Villalón se dedicó a responder la pregunta “¿qué pasaba antes?” y, para ello, realizó un recorrido histórico, dividido en cinco partes, acerca del aporte que dejó el respetado arqueólogo. Villalón narró de forma amena sucesos que ocurrieron en la vida de Valdés, como su formación con Betty Meggers y Cliford Evans en Washington. Luego, su primer descubrimiento: el hallazgo de unos artefactos que no eran caribes. Cuando un amigo del gremio los vio, le dijo que esos objetos eran de Venezuela, pero él los había encontrado en Malambo.

Ese descubrimiento lo condujo a diferentes investigaciones que lo acercaron a la verdad del posible paso de los indígenas por las Barrancas en la desembocaduras del Río Orinoco, hasta llegar a lo que hoy conocemos como el Departamento del Atlántico, tal como público en 1981 en su obra La tradición Malambo, donde encontramos muestras de máscaras, vasijas moldeadas de cuerpo carenado, entre otros. Como dato curioso, Carlos Angulo Valdés es el único colombiano cuya obra está representada por un ejemplar colocado en la cápsula del tiempo de Washington, la cual será abierta en el año 3000.

Aunque el arqueólogo y antiguo director de la División de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad del Norte falleció en 2001, sigue viviendo en sus investigaciones, en las personas que pudieron compartir con él y en cada aprendizaje de un estudiante cuando visita el Museo Mapuka. 
 

“Como museo tenemos una misión y es visibilizar los legados y patrimonios del Caribe colombiano. En ese sentido, Carlos Ángulo Valdés es un personaje muy trascendental en el ámbito intelectual del Caribe. Es actualmente reconocido como uno de los pioneros arqueólogos y geólogos de la región y, adicionalmente,  gracias a sus investigaciones es que se cimentan las bases de lo que es nuestro museo”, añadió Baquero.

El Museo Mapuka retomará la presencialidad de forma activa y dinámica para que la ciudadanía barranquillera sepa que Mapuka es un lugar donde siempre son bienvenidos y están ocurriendo cosas. 

“Para nosotros es un reto enorme volver a lo presidencial. En el sentido de que un museo requiere de muchos espacios de contacto. Entonces, para nosotros durante esta fase virtual nos tocó volver a comunicar el museo de otra manera. En estos momentos significa volver a lo que éramos, pero con todos estos aprendizajes que nos deja la virtualidad”, finaliza la directora del museo.

Todas las actividades realizadas por el museo están destinadas a diferentes públicos, pero especialmente a niños y niñas, debido a su enfoque en la transmisión social del conocimiento y del patrimonio a la pequeña infancia. También van a contar con todos los servicios de visita guiadas, recorridos comentados, exposiciones temporales, la escuela de guías para todos los estudiantes que estén interesados en participar y  algunas dinámicas muy particulares que trabajan el patrimonio desde acciones y pedagogías artísticas.

Por Lucía Gabrielle González