“La poesía es enormemente catártica“: Piedad Bonnett

La reconocida poeta colombiana, Piedad Bonnett, estuvo en la Universidad del Norte leyendo algunos de sus textos durante una charla con Deyana Acosta, directora del Centro Cultural Cayena, estudiantes y funcionarios. La escritora compartió reflexiones sobre su vida, el nacimiento de la poesía y los escritos que ha publicado hasta el momento.

El evento, organizado por Cayena, la Biblioteca Karl C. Parrish y Bienestar Universitario, hace parte de una nueva franja de conferencias denominada “La poesía se toma la cafetería”, que busca traer mensualmente a reconocidos autores para explorar su obra en el Bambú. Se trata de un espacio donde la comunidad universitaria, en general, pueda departir alrededor de un café y literatura.

Bonnett agradeció al rector Adolfo Meisel por su invitación a la inauguración de este ciclo de conferencias, con la que leyó algunos apartes de sus poemas y habló de la inspiración y los momentos en su vida que la llevaron a escribir: su partida de Amalfi (Antioquia), el municipio donde nació ella, su padre y hermanas, y vivió sus épocas como profesora de la Universidad Nacional.

Para Bonnett, son los adolescentes quienes hacen poesía por excelencia y mantienen el género vivo, pues es en la época en la que dejan de ser niños y empiezan a entender el mundo de una manera irreverente "cuando más nace la poesía". “Son los adolescentes los que están en discordia con el mundo, los que empiezan a hacer poesía. A los 14 y 15 años es cuando viene el deseo de hacer poesía y si eso se sabe encauzar de ahí nacen los poetas”, puntualizó.

Sobre la muerte en 2011 de su hijo Daniel, quien sufría de una enfermedad mental, la autora dijo que este no solo fue la inspiración de uno de sus libros más reconocidos, Lo que no tiene nombre, sino que es la historia de muchos más jóvenes que han sido ocultados bajo un silencio cultural que existe en torno a dos temas tan difíciles de tocar: el suicidio y las enfermedades mentales.

Para ella, si bien la poesía es enormemente catártica, en este caso decidió contar la historia a través de la narración en prosa, porque de esa manera era más personal, y porque así era un testimonio vivo de un hecho que la tocó por completo. La autora dijo que escribir literatura al respecto de este tema genera empatía en quienes han decidido leerla y como ella han sufrido de cerca la difícil realidad del suicidio en Colombia, un país en el que poco o nada se habla al respecto.

Los jóvenes también tuvieron espacio para compartir sus obras. Tres estudiantes leyeron sus piezas artísticas: poemas de su autoría que abordaban temas como el amor, la pérdida y la melancolía. Además, contiguo al Bambú se realizó una muestra artística con barcos de papel que tenían escritos apartes de distintos poemas de Bonnett, como un homenaje a su obra.

Por Edwin Caicedo Ucros