La participación desigual de la política aumenta brechas regionales

Las enormes desigualdades socioeconómicas de las regiones colombianas han catalogado al país como el de peor distribución de riqueza dentro de América Latina. Y una de las causas de esta situación es la participación política que durante años ha estado en manos de pocas regiones.

Esa fue la tesis que presentó Adolfo Meisel Roca, codirector del Banco de la República, durante la primera Cátedra de Economía del Caribe que se realiza en la Universidad del Norte el 3 y 4 de octubre, en la que participó como conferencista inaugural.

Colombia es un país con grandes brechas económicas, hay enormes diferencias en los ingresos, riquezas, niveles educativos, oportunidades y condiciones de vida. La desequilibrada participación política es una de las principales causas, porque influye en la repartición del presupuesto de inversión y en el tipo de políticas públicas.

"La región que influyó más en la primera mitad del siglo XX fue la antioqueña y el eje cafetero, eso está relacionado con la consolidación de la economía cafetera. Pero en la segunda mitad del siglo hubo un cambio de tendencia con un ascenso de Bogotá y una pérdida de influencia relativa de Antioquia", explicó Meisel en su presentación: "Poder regional y participación de la costa Caribe en los gabinetes ministeriales".

Las identidades regionales han marcado la política del país. Los presidentes al armar su gabinete ministerial deberían tener en cuenta los equilibrios regionales, pero en ningún caso ha pasado así, según lo señaló Meisel, a quien Uninorte le entregó una medalla de reconocimiento como símbolo de confianza y amistad.

En el caso específico de la región Caribe, aunque ha habido un aumento gradual de su representación en los ministerios, la participación, incluso hoy en día, está por debajo de la nacional. Para Meisel esto puede tener su origen en tres factores.

"El primero es de tipo económico: el menor desarrollo económico relativo del país está en la región Caribe. Segundo, no hemos tenido presidente, que normalmente tienden a nombrar gente de su región. Y el último factor que señalaría tiene que ver con el capital humano: en las últimas décadas se ha ido consolidando una tecnocracia, sobre todo bogotana, con la formación de un capital humano que no se ven en otras regiones", dijo.

Ante esa situación uno de los grandes desafíos para el Caribe colombiana es mejorar la formación de sus profesionales en las distintas áreas que son importantes para llegar a cargos ministeriales. Asimismo, "la región debe votar de manera unificada para lograr tener una mayor influencia y apuntar a tener participación, sobre todo, en el Ministerio de Hacienda, el de Obras Públicas y el de Minas y en Planeación Nacional", expresó Meisel.

Por Adriana Chica