Jeremías Marquines, poeta y periodista mexicano, habló del oficio con futuros periodistas
Ella pregunta si todas las cosas
estarán aquí de nuevo, cuando la luz,
como un ciervo errante,
vuelva ante sus ojos.
Ese es un fragmento de uno de los poemas del escritor mexicano Jeremías Marquines Castillo, quien la semana pasada visitó Barranquilla para participar en el Carnaval Internacional de las Artes 2015. Él estuvo en Uninorte, el viernes, compartiendo con los estudiantes sus percepciones sobre la poesía y el quehacer periodístico.
La poesía es más que palabras, frases, rimas y versos; es la expresión misma de la realidad que existe en la mente de cada autor, su nostalgia, amor, sentimientos, cambios. Tal vez por eso resulte tan complicado definir qué es la poesía. Si se busca en internet, más de un concepto, todos distintos y todos válidos, hacen más compleja la tarea. Aún más complicado es saber para qué sirve. Así lo aseguró Marquines en el conversatorio con los estudiantes de Comunicación Social que participaron en la charla.
"Nosotros siempre utilizamos algo de intuición, que no es más que un intento de aprehensión o de relacionar las inquietudes del yo con los objetos que están fuera de ese yo. Y cuando estás en esa búsqueda surgen cosas como la poesía, que es un acto de aprehensión estética, en algún momento es emotiva pero no siempre", agregó.
Marquines nació en Villahermosa, Tabasco, en una época crucial de la vida política y social de México: 1968. Año marcado por los movimientos estudiantiles y la matanza en la Plaza de las Tres Culturas. Las consecuencias de estos episodios influyeron en lo que hoy es como persona. Por supuesto, sus obras lo evidencian.
Actualmente está radicado en Acapulco, donde se dedica al periodismo. Ha publicado varios libros, como "El ojo es una alcándara de luz en los espejos" (poesía, 1996), obtuvo el Premio Clemencia Isaura de Mazatlán, Sinaloa, el Premio José Carlos Becerra de Villahermosa, Tabasco y fue el ganador del Premio Aguascalientes de Poesía.
Marquines llegó al periodismo a través de la poesía, y no al contrario como suele pensar la gente. Realizó estudios en filosofía y letras hispanoamericanas, así que llegó a la profesión de forma casi empírica. "Todo el que no lee es un imbécil, pero también el que no ve televisión ni escucha radio; en este momento uno no solo tiene que leer, no pueden negarse a toda posibilidad de acceder a la información", afirmó.
Para él, la lectura es una amplificación de la mente y del conocimiento, y el lenguaje le da estructura al mundo, por eso la importancia del periodismo. Les recomendó a los estudiantes hacer de la "obra más ordinaria lo más extraordinario, de eso se trata el periodismo. Lo que da valor al reportero de calle es innovar en lo simple y básico, en lo que ya nadie intenta hacerlo", dijo.
Hay tres pasos que, para el escritor, son obligatorios en una obra, ya sea al momento de escribir una crónica periodística o un poema. El primero de ellos es investigar sobre el tema. En el segundo participa la mente: cómo organiza esa información y le da sentido, la estructura; y para ello hay que conocer la técnica. Y el tercer paso es hacer el escrito extraordinario, y eso depende de cada uno, de su visión y creatividad.
"Yo no creo que se nazca siendo creativo. Todos nacemos con las mismas cualidades. Somos pendejos o brillantes, pero la creatividad se aprende. La escasez de talento es porque la gente está bastante automatizada, estereotipada, y los estereotipos son formas comunes de ser. Y ¿qué enajena tanto? La mala música, la mala televisión, las formas de vida que te contaminan la tuya", expresó Marquines.
Por Adriana Chica
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