IES de Ecuador, Chile, Bolivia y Colombia dialogan sobre educación inclusiva

Acorde a la visión de la Universidad del Norte, de fortalecer el compromiso a la tolerancia a través de programas como Uninorte Incluyente, en su apuesta a una educación cada vez más integral e inclusiva, la institución participa del Seminario Internacional Educación Superior Inclusiva y Justicia Social: acción política, multiplicidad y nuevos soportes de intervención institucional, en el que son compartidas experiencias de instituciones de Ecuador, Chile, Bolivia y Colombia.

El espacio de discusión académica contó con la participación del Centro de Estudios Latinoamericanos en Educación Inclusiva de Chile, la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, la Universidad del Norte, la Universidad Católica de Manizales, la Universidad de Manizales, la Universidad Católica Boliviana San Pablo y la Fundación de Apoyo al Desarrollo Sustentable de Ecuador. En el evento participaron Tatiana Guerrero del Centro de Estudios Latinoamericanos de Educación Inclusiva- CELEI; Adolfo Meisel, rector de Uninorte; Teresa Valdivieso, vicepresidenta de la Fundación de Apoyo al Desarrollo Sustentable del Ecuador- FADSE; Diego Ocampo, decano de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Manizales; Soledad Vercenillo, representante de la Universidad Nacional de Rionegro Argentina, entre otros invitados del sector académico.

El seminario, que se desarrolla en tres sesiones:  5, 12 y 19 de mayo, tiene como propósito construir un dispositivo de interpelación política, analítica y ética sobre los principales desafíos que enfrenta la educación terciaria en América Latina y el Caribe a través del lente de la justicia social, la equidad y la inclusión. Para el rector de la Universidad del Norte, Adolfo Meisel, hacer parte de este evento es fundamental para la institución a su cargo y para el país en general.

“Es un tema tan pertinente hoy en Colombia: el de la educación inclusiva. Ustedes han visto que en nuestros días el país ha vivido un periodo de polarización, de escalada de la violencia, por tanto, se reitera por supuesto la necesidad de una educación inclusiva, de una educación donde se respeten las diferencias de todo tipo, incluso las diferencias ideológicas”, señaló.

La instalación del seminario contó con la intervención de los representantes de cada institución, posteriormente se realizó la explicación de la metodología a desarrollar en los tres encuentros que, al finalizar, otorgarán una certificación a los participantes. Para Teresa Valdivieso, vicepresidente de FADSE, estos espacios permiten pensar en las estrategias que se deben tener en cuenta para atender a la diversidad de estudiantes en las universidades.

“La FADSE es una organización no gubernamental que ha trabajado arduamente por el desarrollo comunitario, procurando la sostenibilidad y la conservación de los recursos. Este evento es un reto muy importante en la colaboración de la justicia social y equidad de oportunidades para el ser humano”, apuntó Valdivieso.

Con el fin de repensar la relación entre educación superior inclusiva y justicia social, el seminario abordará tres ejes temáticos constitutivos que van desde las prácticas de inclusión en el interior de las instituciones hasta las condiciones materiales y subjetivas que definen a los estudiantes. También se abordan temas como lo político y las políticas en educación inclusiva, desafíos y comprensiones globales/locales; la educación inclusiva y justicia social en el nivel superior: transformaciones ontológicas para la desnaturalización y su crisis representacional; así como el espacio para hablar de la construcción de una cultura inclusiva para el ejercicio de derechos en la educación superior.

En su intervención la doctora Tatiana Guerrero Díaz, secretaria General del CELEI en Chile, enfatizó que hablar de inclusión en la educación superior es una tarea compleja que se ha visto limitada por los reduccionismos clásicos de la educación especial.

“Existe la minimizada idea de que el acceso equitativo está relacionado únicamente a las rampas, sillas de ruedas o señalizaciones en braille que tengan nuestras instituciones. El acceso físico igualitario es muy importante, sin duda, pero la trampa aparece en no entender quiénes son los usuarios inmediatos y finales de los servicios educativos que ofertamos”, aseguró.

La presente versión del seminario propone consolidar herramientas prácticas que permitan intervenir los discursos institucionalizados sobre equidad, inclusión y justicia social, a través de un escenario de discusión sobre los criterios e indicadores de construcción y evaluación de políticas públicas en cada uno de los ejes antes mencionados. 

Por Katheryn Meléndez Solano.