De Canadá a Colombia: una mirada a la situación de los pueblos indígenas
La conferencia, organizada por el Museo Mapuka, permitió el análisis de esta población, a través de un recorrido histórico y geográfico, basado en las investigaciones arqueológicas y antropológicas de las civilizaciones primitivas indígenas de Canadá.
Un escenario virtual, que acorta las distancias, fue el espacio ideal para unir a Canadá y Colombia en un diálogo multicultural alrededor de la reconstrucción de la memoria de los pueblos indígenas canadienses. Esta conferencia, liderada por el investigador Fernando Ortiz y organizada por el Museo Mapuka de la Universidad del Norte, permitió trazar un panorama de la situación de los pueblos indígenas en la actualidad.
Fernando Ortiz- Hermida, graduado de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional de Colombia, con posgrados en Italia y Canadá, narró detalladamente el duro panorama de los pueblos aborígenes de Canadá, un país multicultural que cuenta con más de 200 orígenes étnicos, debido a la gran cantidad de culturas que se han asentado a lo largo de su historia.
“Las diversas culturas que componen Canadá deben abordarse de una manera mucho más dinámica y contextualizada, después de todo, no existen entidades aisladas y completamente independientes. Sus historias no representan narrativas separadas, por el contrario, yo pensaría que todos somos parte de una historia nacional común y culturalmente compleja”, puntualizó Ortiz.
El investigador realizó un breve recorrido histórico y geográfico, basado en las investigaciones arqueológicas y antropológicas de las civilizaciones primitivas indígenas ubicadas en Canadá. Más que un espacio netamente académico, se convirtió en una charla alrededor de la historia de las naciones indígenas, con el fin de mostrar su realidad, dar a conocer sus problemáticas y, de esa manera, rendir un homenaje a todos los pueblos aborígenes de las américas.
"Para hacer una breve descripción ancestral paleolítica y precolombina es importante recordar que hace unos 17 mil años la caída del nivel del mar permitía a las personas cruzar el puente terrestre de Beringia, que unía a Siberia con Alaska. Este territorio era en ese entonces un refugio glacial, al tener muy poca precipitación de nieve, y contaba con un pequeño asentamiento humano", relató el investigador.
De acuerdo con sus estudios, entre los 10 mil y 20 mil años, aproximadamente, habitaron las tribus nómadas en Beringia, confinadas debido al bloqueo de una placa de hielo que cubría la mayor parte de América del Norte. Hace unos 16.500 años los glaciares empezaron a derretirse, permitiendo que los habitantes se trasladaran hacia el Sur y el Este de lo que hoy conocemos como Canadá.
Conocer la terminología propia de las distintas comunidades es importante en todas las disciplinas y prácticas de la vida humana. Por ejemplo, Canadá surge, según algunas teorías, de la palabra Kanata que significa población, aldea, asentamiento, explicaba Fernando en medio de su ponencia. Sobre este tema existe una controversia grande entre los nombres de los nativos americanos, situación que genera una disputa sobre cómo referirse a ellos. Desde finales del siglo XX, los pueblos indígenas han alzado sus voces y han expresado más claramente cómo quieren que se les trate, presionando para suprimir el uso de términos considerados obsoletos, racistas e inexactos.
“Como pueblos, con culturas diversas, ellos prefieren que se les trate como personas de su propia nación y no referirse a los nativos como un conjunto”, aclaró y agregó que actualmente hay 3 categorías de los pueblos indígenas en Canadá: los Metis, Las primeras naciones y los Inuit. Según el censo de 2016, estas comunidades sumaban cerca de 1’700.000 personas, es decir, un 5% aproximadamente de la población nacional. En América del Norte todavía se hablan más de 150 lenguas indígenas, de las cuales 70 son de uso diario en Canadá. El 21 de junio se celebra el día nacional de los pueblos indígenas como reconocimiento a estos dentro de la nación, debido a que desde hace mucho tiempo han desempeñado un papel fundamental en la configuración de la historia de Canadá. Sin embargo, hablar de sus derechos es un tema bien complicado, es difícil generalizar debido a la diversidad que existe y que los categoriza según criterios propios del país.
“Este es uno de los temas más álgidos al que me he visto enfrentado en todo este estudio que he realizado sobre poblaciones indígenas canadienses es el referente a The Indian Act, un estatuto principal que no consagra derechos a los indígenas, al contrario, ha sido históricamente opresiva dividiéndolos en indígenas con status e indígenas sin status”, puntualizó Ortiz.
Las consecuencias de este estatuto ha sido la opresión de las mujeres de las primeras naciones, resultante en pobreza, marginación y violencia contra ellas. Su principal objetivo siempre fue eliminar la cultura en favor de la asimilación de la sociedad eurocanadiense, proponiendo, por ejemplo, un sistema escolarizado que a través de internados separaban a los niños indígenas de sus familias, obligándolos a recibir formación europea bajo condiciones subyugantes. “Matar al indio en el niño” era uno de los lemas de este sistema que socavó la cultura aborigen en Canadá y contribuyó a una pérdida generalizada de la cultura e identidad debido a que los adoctrinaban y prohibían expresar cualquier aspecto de su cultura.
"Por lo menos 6 mil niños murieron durante o después del internado. Por otro lado, en septiembre de 2016 ordenaron una investigación pública a nivel nacional sobre niñas y mujeres indígenas desaparecidas y asesinadas. Los resultados arrojaron que entre los años 1980 y 2012 estas representaron el 16% de todos los homicidios en Canadá y el 11% de las desaparecidas, a pesar de que la población constituía tan solo el 4% de la población femenina del país", señaló y aseguró que “el internado constituyó un genocidio cultural, el daño está hecho y persistirá por generaciones”.
El panorama actual, tanto de los pueblos indígenas canadienses como los pueblos indígenas de Colombia y Latinoamérica, no es otro que la incansable lucha por gozar de una vida digna, sin opresiones, desigualdades y atropellos por parte de los gobiernos. Desde la institucionalidad, a través de programas, se ha intentado resarcir a las comunidades a través de acuerdos, leyes, disculpas públicas y retribuciones económicas, que no terminan siendo más que formas de enmendar los errores del pasado.
Por Katheryn Meléndez
Más noticias
Dic 17, 2024
Histórico