Nadia Celis y la investigación detrás de 'Crónica de una muerte anunciada'

¿Qué te incentivó a realizar una investigación sobre Gabriel García Márquez? 

Desde mis exámenes de doctorado he estado trabajando sobre García Márquez. Recuerdo estar leyendo su novela El amor en tiempo de cólera (1985), que me permitió ver las obras de este autor de una manera diferente, específicamente el personaje de América Vicuña fue la última amante de Florentino Ariza, y tan solo tenía doce años cuando se suicidó. Esto me parecía un escándalo, lo que me llevó a preguntarme y a investigar si alguien había hablado o escrito sobre esto. Me tomó algún tiempo entender que en esa representación tan cruda, y al mismo tiempo tan invisible, había una oportunidad para entender mejor por qué razón no vemos ciertos aspectos violentos en las relaciones íntimas del mundo de las obras de García Márquez. 

Después de investigar, entendí que la crudeza y la invisibilidad de esta representación del amor daba una oportunidad para comprender mejor por qué no vemos ciertos aspectos violentos en las relaciones íntimas en las obras de García Márquez.  

¿Qué sorpresas te encontraste en el proceso de investigación?  

La primera sorpresa fue trabajar sobre ‘Crónica de una muerte anunciada’, realmente en mis clases lo que me interesaba era hablar sobre el uso de la violencia pública para mantener y transformar el orden. Después empecé a dedicarme en investigar sobre el amor y el poder. Al encontrarme el manuscrito, ya que García Márquez no revelaba mucho en sus manuscritos y con versiones más avanzadas, se notó que decidió hacer cambios fundamentales, se podían ver muchas cosas borradas y tachadas que afectaron el sentido de la obra.  

La segunda gran sorpresa llegó al descubrir la verdadera identidad de Margarita Chica Salas, conocida como Angela Vicario, protagonista en la vida real de la novela. En el epílogo de la obra descubrí que el cronista había recopilado testimonios y narrado los hechos en los que se basa la novela. 

Después de ver una entrevista con Margarita, me di cuenta de que ella era una mujer que había decidido tomar las riendas de su propia vida, que encontró la forma de desprenderse de lo que fue su tragedia original. En ese momento me di cuenta de que había una historia fascinante por contar acerca de quién era ella en realidad. 

¿En tu investigación como deconstruyes el concepto de virginidad de aquella época? 

Durante mi investigación en Sucre, Sucre, el pueblo donde ocurrieron los hechos reales, encontré que en la época en la que se desarrolla esta historia, la obsesión por el himen persistía y se consideraba como una parte fundamental de la feminidad y de lo que suponía que debía representar, lo que ayudaba a mantener la ilusión del patriarcado. Se reconocía que no era extraño que una mujer no fuera virgen y que su esposo lo aceptara, siempre y cuando esto se mantuviera en la intimidad. Lo más importante era preservar la imagen pública del patriarcado. 

 Lo que se rompe en esta historia es precisamente ese contrato implícito entre la pareja, y García Márquez lo retrata muy bien cuando describe cómo la protagonista decidió no fingir su virginidad después de que le dijeran que lo hiciera. Esto estaba vinculado al orgullo de su esposo, quien fue el principal causante de todo el conflicto que se creó. Si él hubiera estado dispuesto a aceptar el hecho, quizás la historia habría tenido un final diferente. 

¿Qué mensaje dejarías a quienes estén interesados en leer el libro? 

Quise hacer un ejercicio con mis lectores, decidí poner todas las piezas de mi investigación. No tengo el derecho de hacer el juicio moral mis lectores. Aquí las personas podrán explorar y sacar sus propias conclusiones conociendo todas las partes del momento que se difundió quién era Margarita y lo que hay detrás de esta historia.