Brexit y el plebiscito: un paralelo entre dos votaciones inesperadas

El 29 de marzo, Reino Unido comenzó el proceso formal para dejar la Unión Europea, en la que sería la primera vez que un país abandone esta unión política económica en su historia.

El científico social británico Toby Miller, quien intervino durante el primer día de la 40 edición del Encuentro Académico de Afacom, aprovechó la oportunidad para trazar paralelos entre el llamado Brexit y el Plebiscito por la Paz en Colombia, que los gobiernos de ambos países asumieron con la convicción de un resultado favorable para sus aspiraciones sociopolíticas

De acuerdo con el académico, el plebiscito colombiano aspiraba darle mayor legitimidad al Acuerdo de Paz con las Farc, a través de la refrendación ciudadana, mientras que el referendo británico buscaban utilizar el estrecho margen de victoria que pronosticaba su gobierno para negociar acuerdos más favorables con la Unión Europea, algo que se volteó completamente en contra del entonces primer ministro David Cameron.

Para Miller, el gobierno británico utilizó “táctica muy estúpida”, al enfrentarse a un establecimiento conservador que siempre estuvo en contra de ser miembro de la UE, impulsados por un sentimiento xenófobo. “En la prensa escrita había un prejuicio casi que total a favor de salir de la UE. Y, a diferencia de Colombia donde había un acuerdo de 300 páginas, en Reino Unido había una sola línea, lo que trajo consigo mucha información informal”.

Sin embargo, Miller reconoce que las mentiras fueron un factor común principal en ambos casos. Mientras que los grupos evangélicos y conservadores de Colombia se enfocaron en los derechos de género, en trazar paralelos con Venezuela y “hasta hablaron del diablo”, la derecha británica, principalmente de la clase obrera blanca se enfocó en el rechazo a la inmigración, sobre todo de polacos a Gran Bretaña que abarcan los trabajos de construcción, y en la idea de que el Reino Unido está sacando la peor parte del acuerdo con la Unión Europea.

“Se habla de que le damos 350 millones de libras al día a la UE en lugar de invertirlo en el servicio nacional de salud”, apuntó Miller. “Lo cierto es que la UE invierte miles de millones en programas que benefician a la clase obrera y después del voto, el Gobierno no ha hecho más inversión en salud y muchos de los que votaron a favor del Brexit salieron a decir ‘nos equivocamos’”.