“Uno puede estar privado de la libertad, pero no de la dignidad“: Johana Bahamón

La actriz, desde el salón Alejandro Obregón, contó su experiencia liderando la Fundación Acción Interna, que busca mejorar la calidad de vida de la población carcelaria y pospenada de Colombia.

Johana_Bahamón_2021_charla.jpg
La actriz decidió dejar los reflectores de la televisión y dedicarse, hace más de una década, a liderar la Fundación Acción Interna.

Por:

04 mar 2021

Quién no ha cometido un error y quién no ha pedido una segunda oportunidad, se pregunta Johana Bahamón al finalizar los casi treinta minutos de conferencia ininterrumpida en las instalaciones de la Universidad del Norte.

Así, inquieta por las respuestas a esas dos preguntas, la actriz decidió dejar los reflectores de la televisión y dedicarse, hace más de una década, a liderar la Fundación Acción Interna que busca mejorar la calidad de vida de la población carcelaria y pospenada de Colombia.

Registra 30.097 beneficiarios directos y 68.632 indirectos en los cuatro grandes objetivos que se ha trazado: Crecimiento interno, Trabajo Interno, Arte interno y Casa Libertad. Este último, para quienes ya cumplieron su condena.

Johana Bahamón estuvo este martes, 2 de marzo, en el salón Alejandro Obregón, antes conocido como 13G2, y le contó toda su experiencia al grupo de invitados presente y los espectadores del Canal de Youtube Uninorte Colombia.

“Hace 10 años conocí una cárcel y mi vida cambió”, dice Bahamón al relatar aquella primera cita con un centro carcelario en Bogotá. Ser jurado de un reinado fue el motivo para que ella iniciara este camino que ha estado atravesado por el teatro, y que viene buscando nuevos horizontes.

Johana es enfática en que “dar el primer paso da miedo”, pero que –una vez dado- es muy difícil echar hacia atrás. Ese primer paso, que se constituyó en el montaje teatral de una obra de García Lorca en la Cárcel El Buen Pastor, fue la clave para que ella decidiera dedicarse de lleno a la Fundación. “No tenía muy claro lo que iba a hacer, pero sentía la necesidad de hacer algo”, expresa.

Cada ensayo intramuros era la oportunidad perfecta para conversar con las reclusas, preguntarles por sus casos, sus sueños, su cotidianidad, sus familias. La exmodelo se repetía que era muy difícil salir siendo una mejor persona de un entorno en esas condiciones, ya que “uno puede estar privado de la libertad, pero no privado de la dignidad”.

Después de permisos y diligencias, la obra se presentó en un teatro capitalino ante autoridades nacionales, la prensa y lo más importante: las familias de las internas, acompañadas de un público que superaba las quinientas personas. “En ese momento percibí una reconciliación real, entre la población civil y la población carcelaria; ellas se estaban sintiendo apoyadas y admiradas, y no juzgadas”, manifiesta.

El Ministerio de Justicia les solicitó que desarrollaran en más cárceles este primer ejercicio que había resultado exitoso. Ahí nació el Festival Nacional de Teatro Carcelario. El ganador hace parte de la nómina del Festival Iberoamericano de Teatro, que se presenta en Bogotá año a año.

Según Bahamón, el hecho de obtener ese cupo ya se ha vuelto una meta para quienes participan. Casualmente, la lista la encabeza la cárcel El Bosque de Barranquilla.

Haber movilizado tanto alrededor de esta apuesta artística fue fundamental para pensar que “las cárceles no solo sean centros de reclusión sino centros productivos”. Es así como inician otras actividades de emprendimiento, educación y una de las más reconocidas: el restaurante Interno, en la Cárcel San Diego de Cartagena. Vale la pena destacar que ninguna de las mujeres que participaron en este proyecto reincidió en algún delito.


Comunidad de la cárcel de San Gil en la clausura del curso de Resolución de Conflictos y Liderazgo.

Para Johana Bahamón salir a dar lo mejor tendría que ser el resultado de recibir lo mejor. Por eso se han rodeado de grandes mentores, talleristas, empresas reconocidas y demás actores sociales de alta calidad, para seguir dignificando cada proceso ejercido desde la Fundación.

Durante la pandemia. La Fundación cuenta con ‘Segundas oportunidades’, una plataforma digital para que quienes están privados de la libertad, los jóvenes del Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente, pospenados y familiares puedan acceder a diversos servicios comunitarios, en materia de salud, educación, etc.

Han realizado actividades virtuales, no solo para sus audiencias habituales sino también para funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), lo cual ha sido satisfactorio porque “se gradúan juntos”.

Apostar por las comunidades carcelarias es una de las dudas que más le expresa la gente, a lo que ella responde: “Es una población olvidada, nadie quiere trabajar con ellos” y agrega que está convencida del propósito, pues es real y busca des-estigmatización por parte y parte.

“Una de las grandes lecciones ha sido valorar mucho más y necesitar mucho menos”, concluye Johana Bahamón, con la invitación a unirse a una causa social, ya sea la que ella dirige o la que el público considere. Lo importante es entregar tiempo al otro, a ese otro que lo necesita.

 

Por: Lucía Avendaño Gelves.

Más noticias