Una charla para saber ‘echar la crónica’

El profesor Farouk Caballero, del departamento de Comunicación Social y Periodismo, hizo un recorrido histórico de la crónica como género en América Latina en su participación en la más reciente edición de Mapukeando.

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A la charla de Farouk Caballero asistió un público de todas las edades.

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10 feb 2020

El profesor Farouk Caballero, del departamento de Comunicación Social y Periodismo, hizo un recorrido histórico de la crónica como género en América Latina durante su participación en la más reciente edición de Mapukeando. Llevada a cabo el 6 de febrero en la sala Mapuka, la charla del docente, que llevaba el título ‘Saber echar la crónica’, atrajo a público de todas las edades al espacio académico y educativo que el museo abre una vez al mes. 

El género llegó en 1492 a América con la llegada de Colón, y los cronistas que con sus escritos relataban a los que estaban en España lo que aquí ocurría. “Desde ahí también se crea la posibilidad de contar historias de acuerdo a mi interés, de acuerdo lo que yo quiero que el otro sepa”, señaló el doctor en Estudios Latinoamericanos de la Universidad Nacional Autónoma de México. 

Por esto, manifestó, la objetividad específicamente en la crónica es una falacia, pues siempre se parte desde la visión de una persona. “Soy objetivo en la medida del lugar jerárquico del cual yo estoy narrando”, afirmó el docente. En este sentido, te permite revivir una mirada de un hecho, no la realidad exacta y precisa de lo ocurrido. 

Caballero marcó una diferencia entre la crónica periodística y la ficcional: la primera trabaja con personas, seres humanos reales, mientras que la segunda lo hace con personajes. No obstante, ambas reconstruyen la realidad desde un procedimiento similar que da cuenta de un contexto. 

Citó el ejemplo de Cien Años de Soledad, cuya construcción tiene pasajes de crónica, como el recordado episodio de la Masacre de las Bananeras. En la novela, Jose Arcadio supuso que habían sido más de 3.000 los asesinados. Esta cifra es extremadamente elevada ante las cifras oficiales, pero que para Caballero visibilizan una realidad subyacente: que se cometió una injusticia, que se escondió lo ocurrido y que a ciencia cierta nunca se sabrá cuántas personas murieron ese día, pero que fueron más de las que se dice. Esta es una realidad que aplica a múltiples episodios de la historia de América Latina.  

El docente exaltó la virtud que tiene la crónica para poner en el mismo estatus social a todas las personas, da luz a seres anónimos. “El verdadero periodismo es absolutamente democrático”, concluyó. 

 

Por Leonardo Carvajalino

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