Reflexiones, lecturas y libros en el último día del V Congreso de Literatura

El último de los tres días de reflexión en torno a la literatura tuvo actividades como La cocina de la escritura: mujer y literatura en el caribe, en la que se suscitaron reflexiones en torno a la escritura femenina.

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Durante la presentación de libro Pensamiento crítico y filosofía: un diálogo con nuevas tonadas.

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09 sep 2019

El 6 de septiembre se realizó la última jornada del V Congreso Internacional de Literatura, evento organizado por el departamento de Filosofía y Humanidades, que tuvo como tema central la creación literaria. El último de los tres días de reflexión en torno a la literatura tuvo actividades como La cocina de la escritura: mujer y literatura en el caribe, en la que se suscitaron reflexiones en torno a la escritura femenina, y la presentación de los libros Violeta y Nicanor, de Patricia Cerda y Pensamiento crítico y filosofía: un diálogo con nuevas tonadas, escrito por Javier Suárez, Daniela Pabón, Leonor Villaveces, y Julio Martin. 

En la mañana se llevó a cabo un foro en el que participaron Adriana Rosas, Viridiana Molinares, Lya Sierra, Farides Lugo y Sara Martínez sobre la narración. En la tarde el turno fue para las poetas Norah Carbonell, Margarita Galindo, Daniela Pabón, Dayana De la Rosa, Patricia Iriarte, y María Matilde Rodríguez, que discutieron sobre las características y los lugares comunes de la escritura femenina. “Muchos creen que por ser mujeres escribimos parecido y sobre los mismos temas, pero al escuchar el trabajo de estas 5 mujeres la audiencia se dio cuenta que no es así”, relató la moderadora del foro, Mónica Gontovnik.

“La escritura se ve permeada por las experiencias, por esos autores que exploras, por la observación, que es tan importante para escribir. No tiene nada que ver el sexo o género de quien escribe”, explicó la profesora de literatura, Mercedes Ortega. Sin embargo, en diálogo con el público, se llegó a la conclusión que quizás la escritura pueda ser andrógina, “que el hombre escriba en ocasiones desde una posición femenina o viceversa”, mencionó Gontovnik. Dándole nombre a algo que aún no se pueda explicar y que se quiera clasificar como femenino o masculino.

Al final, también se discutió sobre la dificultad de publicar poesía y más si viene de una mujer. “Todavía hay mucha dificultad para que la poesía encuentre un lugar en las editoriales, por la excusa de que es lo que menos vende”, señaló Gontovnik.

 

Filosofía al servicio de la comunidad 

En el auditorio, se presentó el libro Pensamiento crítico y filosofía: un diálogo con nuevas tonadas, escrito por un equipo del grupo de investigación Studia, de Uninorte, en conjunto con el grupo De Novo, perteneciente a la Fundación Promigas, una alianza que lleva casi una década produciendo conocimiento. “En medio de las conversaciones que se venían dando, surgió la idea de hacer un proyecto que combinara ese conocimiento que tiene la universidad desde el punto de vista académico, con la práctica que nosotros, como Fundación Promigas hacemos en el acompañamiento a las instituciones educativas”, comentó Anuar Pacheco, profesional de proyectos de la fundación. 

En el evento estuvo presente Ángela Calvo, doctora en Filosofía de la Universidad Javeriana, quien escribió la presentación del libro. “La alternativa para que las sociedades sean estables y que los principios democráticos tengan algún lugar es la educación. Creo que el pensar, con esa idea de que, es pensar lo que debe ser si lo queremos varios, es el potencial más grande si está atravesado por la sensibilidad moral como ellos lo plantean en el libro”, manifestó la invitada, quien fue docente de los investigadores sobre la relevancia de este tipo de investigaciones que reflexionan en las formas de enseñar y da nuevas herramientas a los pedagogos. 

Suárez, docente del departamento de Filosofía de Uninorte, señaló que investigar el pensamiento crítico en nuestra sociedad permite mostrar que esta idea “no se agota a una dimensión cognitiva del desarrollo del pensamiento humano, sino que se constituye en una proyección de trabajo con comunidades particularmente vulnerables y en la posibilidad de construir una sociedad mucho más equitativa y justa, en la que podamos dialogar lo que sucede en nuestros espacios vinculantes y de esa manera poder pensar en proyecciones de transformación social”.

Pabón agregó que lo importante de este tipo de investigaciones es que “vincula el trabajo de la academia con lo que ocurre en la sociedad” y esto representa “romper esos muros en los que se encierran las reflexiones e investigaciones filosóficas para aportar a una construcción de ciudadanía”.

 

La memoria cultural de Patricia Cerda


Patricia Cerda, autora del libro Violeta & Nicanor. 

 

La escritora chilena Patricia Cerda también participó de la jornada y presentó en las afueras del auditorio su tercera novela, Violeta & Nicanor, una ficción literaria sobre dos íconos de la cultura latinoamericana: Violeta y Nicanor Parra. En sus páginas reconstruye la relación de los dos hermanos, lo que esta significó para las obras de ambos y el desarrollo de sus personalidades, bajo la mirada de un personaje de ficción que recopila la historia y vive diferentes sucesos en Chile durante la investigación.

En principio, la novela iba a tratar únicamente sobre la vida de Violeta, pero, a medida que desenterraba la historia de la cantautora chilena, la figura de su hermano se hacía cada vez más recurrente.

“Nicanor aparecía siempre. Después me di cuenta que ellos nunca habían estado juntos en un texto, muchas personas incluso no saben que fueron hermanos. Este personaje de ficción entonces hace la recopilación desde el nacimiento de la familia hasta el suicidio de Violeta Parra”, afirmó la escritora, doctora en Historia en la Universidad Libre de Berlín. Ha sido docente de Historia Latinoamericana en la misma universidad y de Comunicación Intercultural en la Universidad Ludwig Maximilian de Múnich. 

En este momento está publicándose en Chile su nueva novela Luz en Berlín, ambientada en Berlín al final de la Guerra Fría, y espera volver el próximo año a la Feria del Libro de Bogotá.

“Me gusta mucho la memoria cultural. Violeta Parra es una desenterradora de la tradición musical chilena y Nicanor Parra se nutre de la tradición, del lenguaje coloquial, para su poesía. Es muy gratificante saber que los colombianos se interesan por estos dos personajes, conocen a Violeta y la antipoesía de Nicanor”, puntualizó Patricia.

 

Por Grupo Prensa

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