Prado 20/20: cien años de un legado arquitectónico, urbano e histórico

Si las ciudades se configuran a partir de los hechos históricos significativos de su nacimiento, la construcción del barrio El Prado es uno de los sucesos urbanos que marcaron la morfología de Barranquilla y su posterior reglamentación. Con el objetivo de conmemorar los 100 años de su legado arquitectónico, histórico y urbanístico, la Universidad del Norte lidera un proyecto académico que procura convocar a investigadores e instituciones interesadas en la divulgación de la riqueza cultural del emblemático sector.

La iniciativa, denominada ‘Conmemoración de los 100 años de la urbanización El Prado de Barranquilla – Prado 20/20’, fue presentada el 28 de agosto en el Museo Mapuka, en el marco de la Cátedra Global, por profesores de la Escuela de Arquitectura, Urbanismo y Diseño, arquitectos y funcionarios vinculados al proyecto.

“La investigación en principio surgió de la bitácora del diseño urbano de El Prado, que la Compañía Parrish mandó a realizar y que reposa en el Biblioteca Karl C. Parrish Jr. El punto de partida fue la publicación del libro Memorias de El Prado. El proyecto surge por el deseo de conmemorar la importancia de la primera urbanización proyectada y ejecutada como proyecto urbano en Barranquilla, que luego se convertiría en un referente nacional”, explicó la profesora de Arquitectura, Rossana Llanos.

Con ese propósito, se unieron académicos de la Universidad Autónoma del Caribe, la Universidad de la Costa, la Universidad del Atlántico, con el apoyo de la Sociedad Colombiana de Arquitectos, la Cámara de Comercio de Barranquilla, la Cámara de Comercio Americana, la Secretaría de Cultura de Barranquilla y el colectivo Todomono.

El objetivo último es poder enriquecer una agenda académica y cultural que se desarrollará en 2020, año de la conmemoración de los 100 años de El Prado, bajo tres líneas temáticas: urbanismo, arquitectura, historia y cultura barranquillera.

Bajo esos lineamientos, el próximo año se planean, por lo pronto, desarrollar tres eventos. El primero será el 12 de marzo, en conmemoración de la Compañía Urbanizadora El Prado, que generalmente celebraba en el Hotel El Prado sus años de fundación. En esa fecha también se lanzará el libro La Bitácora de Diseño Urbano y otro que produce la Universidad Autónoma del Caribe, además de realizar una exposición donde participarán todas las universidades.

“Para le periodo intersemestral se tiene proyectado una agenda académica, con la participación de la Cámara de Comercio Americana, la Cámara de Comercio de Barranquilla y de Todomono. En septiembre de 2020 se clausurará el año de El Prado, regalándole a la ciudad, como tributo a su arquitectura y urbanismo, una serie de productos que reuniremos durante todo el año. La convocatoria es a participar activamente”, manifestó Llanos.

Resignificación de un patrimonio

Marlem Uribe, funcionaria de la biblioteca encargada de la gestión del archivo Parrish, magíster en Sistemas de Digitalización de Información, explicó que detrás del estudio hay un grupo interdisciplinar y que el documento, en su mayoría, está en buen estado.

El archivo, caracterizado en 88 secciones y 5 subsecciones, cuenta con documentos generados por todas las compañías en las que la familia Parrish participó, como cartas, facturas, cuadro de cifras, fotografías, planos de diferentes tipos, manuscritos, entre otros. Hasta el momento se ha digitalizado el 20 % del contenido y quien desee consultar un documento físico puede tramitar el permiso en la biblioteca, con anticipación.

“El archivo está próximo a ser declarado patrimonio nacional. Constituye una fuente primaria de información, es decir, se aprende más de Barranquilla revisando documentos del archivo que de las cosas que ya están documentadas”, recalcó Uribe.

Paola Larios, arquitecta restauradora que hizo parte de la interventoría del proyecto de concesión del Hotel El Prado, advirtió que el hotel es uno de los hitos a los que hay que prestarle atención en todo este gran proceso de recuperación del barrio, “porque este proceso va a ser un proyecto semilla para seguir trabajando en la intervención puntual de las edificaciones”.

Para el arquitecto Salvador Coronado, el proyecto es una oportunidad para hablar de algo importante alrededor del patrimonio: “lo que fuimos, lo que somos y lo que seremos”.

“Que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) tenga los ojos puestos en un espacio de un barrio de una ciudad costera para nosotros debe representar mucho. En ese sentido se hace necesario hablar de la resignificación de nuestro patrimonio”, puntualizó Coronado.

Jorge Villalón, profesor del departamento de Historia y Ciencias Sociales, reflexionó sobre la configuración del barrio e hizo un llamado a la comunidad, en general, y a aquellos que tendrán la oportunidad de incidir en la planificación de la ciudad.

“¿Por qué fracasó el barrio El Prado? Creo porque los Parrish no vieron algo que era difícil ver: captar el alma de la ciudad. En el futuro, a las personas que hagan planificaciones urbanas, yo como historiador les digo que traten de continuar las tradiciones históricas porque hay algo que aquí no funciona: vivir aislado de los demás, hacer barrios separados de los demás. Para el futuro hagamos todo tipo de planes, pero no tratemos de aislarnos de esta gran ciudad, cuyo patrimonio intangible es que todo el mundo cabe aquí”.

Por José Luis Rodríguez R.