Las influencias en las baldosas hidráulicas de Barranquilla

En la Sala Mapuka se llevó a cabo, el 11 de septiembre, un conversatorio con la diseñadora Beatriz Jiménez Charris sobre la investigación que ha realizado, trazando las influencias del arte en las baldosas hidráulicas que se encuentran instaladas en diferentes sectores de Barranquilla y el Caribe. Para la charla, Jiménez mostró ejemplos de los patrones y figuras que más se repiten y cuál es su procedencia en la historia del arte. 

En primera instancia, la conferencista señaló que las baldosas hidráulicas eran sinónimo de estatus social. El ejemplo que citó Jiménez fue la casa Heraldo, que pertenecía a la familia Mancini, y los siete diferentes patrones de baldosas que ostenta, cada uno de ellos incluye una paleta de hasta cinco colores. Muchas casas y mansiones, especialmente en el barrio El Prado, implementaron esta tendencia que nació desde la época republicana y fue adoptada de la cultura europea. 

La invitada halló que en las ciudades cercanas al mar Caribe se utilizan paletas de colores muy luminosas y contrastantes, en las que predomina la aplicación de cuatro colores. Esto se ve replicado en la arquitectura cubana y puertorriqueña. 

Otro elemento que destacó fue que la instalación de los pisos se caracteriza por utilizar siempre una cenefa alrededor del área, ya sea en la sala, comedor o cocina. Estas, casi siempre con un patrón complementario a la baldosa central, cumplen la misión de cerrar, enlazar o enmarcar la zona. 

Jiménez halló influencias de las culturas griegas, romanas, bizantinas e islámicas en los suelos de la ciudad. Señaló que muchos de los diseños utilizados mezclaban “lo fitomorfo y geométrico, dando como resultado un estilo ecléctico” que se vale de elementos de corrientes artísticas como el Art Nouveau y el Art Deco. 

Los patrones más encontrados fue el zarcillo de acanto, la lacería del periodo románico y bizantino y zócalos azulejos de la Alhambra, de Granada. La investigadora señaló que desde que las baldosas fueron importadas, los locales han incursionado muy poco en diseños que apropien elementos de la fauna de nuestra región. 

Por Leonardo Carvajalino