“La educación es un vehículo de transformación y movilidad social“: rector

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El rector Adolfo Meisel Roca durante su discurso de congratulación.

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19 jul 2019

Durante la ceremonia de entrega de becas, celebrada el viernes, 19 de julio, en el Coliseo Los Fundadores, el rector Adolfo Meisel Roca felicitó a los 108 estudiantes beneficiarios e insistió en el compromiso de la institución para que la excelencia sea el sello que distinga a este y los futuros grupos de egresados.

En su discurso distinguió la misión de los fundadores, que desde 1966 busca contribuir al desarrollo del Caribe colombiano, y la responsabilidad educativa que implica ser becario Uninorte. No solo por la excelencia académica, sino porque además deben convertirse en ejemplo de buenos ciudadanos y miembros de familia.

“El insumo más importante en la educación es la calidad de los estudiantes. Si recibimos buenos estudiantes, ya tenemos la mitad de la batalla ganada (…) Ustedes tienen la capacidad para ser los mejores de Colombia en sus campos profesionales”, enfatizó el rector.

Asimismo, hizo un llamado a todos los presentes para que le apuesten a la igualdad de oportunidades y a una transformación de nuestra sociedad, en la que se puedan educar más y mejor a las actuales y futuras generaciones.

Discurso completo del rector Adolfo Meisel Roca

Este coliseo lleva el nombre de Los Fundadores, porque los fundadores de esta universidad tenían un sueño cuando decidieron en 1966 hacer una universidad del Caribe. Inicialmente se iba a llamar la Universidad del Caribe, y no sabemos por qué en determinado momento decidieron ponerle la Universidad del Norte, pero somos desde el principio una universidad del Caribe, cuyo sueño fue ser una universidad de la excelencia, el talento y la igualdad de oportunidades.

Donde la gente brille por lo que es y no por el patrimonio, apellido o grupo étnico que tenga. No por ninguna característica personal, sino por su esfuerzo propio, disciplina y por su ánimo de progresar en la vida. Ese debe ser el norte de todas las personas. Y progresar en la vida no es ser millonario, ni ser el profesional más exitoso en su campo. Se trata de una persona más integral. Lograr el éxito y el sueño que cada persona quiere para su vida.

Un economista muy famoso de la India, Premio Nobel de Economía, Amartya Sen, dice que el desarrollo es libertad. Entre los países más se desarrollen, la gente puede realizar sus sueños. Una persona puede querer ser músico y entonces con eso es feliz, otro querrá ser geólogo, otros médicos, pero no es tanto el qué sino el cómo. Lo importante es que eso se logre con valores éticos, sin perjudicar a la sociedad ni a las demás personas. Hemos visto en nuestro país demasiados casos de gente inteligente, talentosa, con oportunidades y, sin embargo, qué vergüenza, han sido delincuentes en su comportamiento. En el sistema judicial algunos pagan, otro no, pero creo que finalmente todos pagan, porque todo el mundo sabe todo en esta sociedad. Siempre hay una sanción social.

Por eso es muy placentero estar aquí, en este Coliseo Los Fundadores, porque el sueño de los fundadores de esta universidad se sigue realizando. El sueño del promotor de esta universidad, que creo no le hemos reconocido suficientemente, el ingeniero gringo-barranquillero, porque llegó a Barranquilla a los seis meses, Karl Parrish. Hijo de padres norteamericanos, estudió ingeniería civil en la Universidad de Yale, en Estados Unidos. Urbanizó buena parte de Barranquilla, buena parte del barrio El Prado y construyó carreteras a lo largo y ancho del país. Fue un profesional muy destacado.

Él tenía el sueño y la vocación de ayudar al Caribe colombiano, por eso fundó un colegio que lleva el nombre de su padre y fundó esta universidad, en la que invitó a participar a los grupos económicos más poderosos de la ciudad en ese momento. Grupo Santo Domingo y el grupo de Cementos Caribe.

Yo definiría esta universidad como el sueño americano en el trópico, lo que tenía en mente Parrish era que esta universidad fuera un vehículo para realizar el sueño de muchas personas que vienen de todo el Caribe colombiano. Que quieren, a través de la educación, realizarse en sus vidas. Por eso es tan importante ese programa de becarios porque logramos traer estudiantes de diferentes municipios de la Costa, pero con una constante que ahora estamos reunidos con becarios de Prodeco.

Les pregunté a los de este año qué puesto sacaron en el colegio. La respuesta típica: el primero. Entonces es un grupo muy selecto, en el mejor sentido de la palabra, y el insumo más importante en la educación es la calidad de los estudiantes. Si recibimos buenos estudiantes, ya tenemos la mitad de la batalla ganada.

Voy a hacer una aseveración, una hipótesis y ojalá no me hagan quedar mal. Ustedes tienen la capacidad para ser los mejores de Colombia en sus campos profesionales. Lo vamos a empezar a medir cuando al final de la carrera presenten las pruebas Saber Pro. Yo creo que ustedes van a estar en los primeros lugares en Colombia. Y los que queden de primero en Colombia, los vamos a premiar, ayudándolos en sus especializaciones; también deberían pensar en el exterior, a través de los convenios.

Quiero saludar a los 108 nuevos estudiantes becarios. Esta es una comunidad académica vibrante, activa y comprometida con la excelencia. Donde hay más de 13 mil estudiantes de pregrado.

También les doy la bienvenida a las familias, les agradecemos por confiarnos la educación profesional de sus hijos. Nos esforzaremos para que la excelencia sea el sello que los distinga cuando reciban el título. Muchos de ustedes son hijos de egresados de esta universidad y siempre los egresados son parte integral de esta universidad, que no tiene dueños individuales. En el fondo es una universidad bastante pública, en el sentido de que está al servicio de toda la comunidad. Realmente sin ánimo de lucro. Aquí tenemos una operación donde se cobran unas matrículas, que es el grueso de nuestros ingresos y al final de año, normalmente, queda un excedente, que el Consejo Directivo aprueba. El rector lleva una pequeña recomendación de qué hacer con ese excedente. Una parte se usa para becas, otra para los nuevos edificios y otra para la formación de nuestros profesores.

Saludo de manera muy especial a los donantes y aliados de nuestro Programa Institucional de Becas y Apoyo Financiero. A los representantes de Prodeco, Promigas, Gases del Caribe, a la Familia Espinosa Dávila, Claric, Sufi, y los aportantes de la beca Jenny Pineda. Gracias por la confianza en esta tarea de movilizar recursos para que más jóvenes puedan acceder a educación superior de calidad.

Por supuesto, saludo en esta mañana a nuestra comunidad universitaria: profesores, colaboradores y directivas, quienes en esta ceremonia renuevan su compromiso con nuestro Programa Institucional de Becas y Apoyo Financiero y con la formación integral y de excelencia.

Cada semestre nos reunimos en el Coliseo para anunciar la entrega de nuevas becas a jóvenes, que, por su talento, pero también por su inmenso esfuerzo, han llegado hasta esta instancia con un reconocimiento que genera mucho orgullo en nuestra sociedad.

Ser beneficiario de una beca en la Universidad del Norte implica una inmensa responsabilidad para mantener los niveles de excelencia, con los cuales han llegado hasta aquí, pero también de aportar con contundencia al mejoramiento continuo de la educación que ofrecemos.

He dicho en ocasiones anteriores que los becarios nos harán ser una mejor universidad, y quiero reiterarlo ante ustedes. Estos 108 jóvenes cuentan con altísimas calidades académicas y tienen el deber de destacarse en sus resultados. De esta forma impulsarán y motivarán a quienes serán sus compañeros de clase para que den su máximo esfuerzo.

Ustedes pueden contribuir al mejoramiento de toda la universidad. Si están motivados, tienen el talento y ponen la vara alta, necesariamente los demás estudiantes para poder ser competitivos tienen que hacer un esfuerzo adicional. Se benefician todos los estudiantes. Ese fenómeno se ha observado en el mundo.

No es mejorar por mejorar. En la medida que a la universidad se posiciona mejor, más gente quiere venir acá, más buenos estudiantes quieren venir acá. En Medicina, por ejemplo, este semestre 60 estudiantes son del programa Generación E.

También esperamos de ustedes no solo su excelencia en las áreas del conocimiento en las que empezarán a formarse, sino que también se desarrollen como buenas personas, buenos ciudadanos, buenos miembros de familia, buenos compañeros.

Para ello la universidad pone a su disposición espacios extracurriculares para que practiquen distintos deportes, disfruten del arte, la música, la lectura y en general del placer de vivir la universidad. En mi experiencia, estos espacios no solo redundan en bienestar, actividad física y relacionamiento, sino que contribuyen positivamente a forjar las habilidades y competencias de un verdadero líder.

¿Qué están buscando las empresas al contratar gente, qué habilidades se necesita para ser empresario? Las habilidades que se destacan hoy son las de trabajo en equipo, estabilidad emocional, capacidad para relacionarse con diferentes tipos de personas, liderazgo y buenas personas. Y es que el sello que Uninorte a partir de hoy buscará dejar en ustedes es de ser líderes, de ser responsables con su entorno social, de estar comprometidos con el desarrollo de su región, de ejercer su profesión, como reza nuestro himno: con rectitud, alegría y verdad.

Quiero terminar mi intervención con una anécdota y su reflexión. El semestre anterior dicté el curso de Historia Económica de Colombia y asigné a mis estudiantes, 30 en este caso, el ejercicio de escribir las historias de sus familias utilizando lo que aprendieron en el curso. Los resultados no dejan de sorprenderme. Por ejemplo, un día pregunté cuántos tenían abuelos que fueron campesinos: alzaron la mano casi todos, tal vez unos 25.

De las historias de vida de estos estudiantes destaco varias regularidades. Primero. El origen rural relativamente reciente: que sus padres, abuelos y bisabuelos tenían un nivel de vida y educativo mucho menor que el de ellos. Estos son jóvenes que están ascendiendo socialmente muy rápido y el gran factor impulsor de esa movilidad social es casi siempre la educación.

La educación transforma el mundo. Es la manera cómo las democracias se pueden trasformar sin violencia. Es un vehículo de transformación y movilidad social.  

Estas historias de vida corroboran que el esfuerzo individual y la igualdad de oportunidades son la base de la revolución social que necesita el país. La transformación de nuestra sociedad será posible en la medida en que podamos educar más y mejor a las actuales y futuras generaciones. En esto estoy completamente seguro, y en eso esa universidad está comprometida porque es el sueño de sus fundadores, es el gran proyecto educativo que surgió en 1966 cuando un grupo de los empresarios de esta ciudad decidieron que querían apostarle a un proyecto educativo de excelencia en el Caribe que, como decía don Karl Parrish, combinara la música clásica con el vallenato.  

Muchas gracias.

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