Fábrica de Cultura, una apuesta arquitectónica con sello Uninorte

Su construcción, ubicada en Barrio Abajo, es ejemplo del trabajo conjunto a partir de la alianza entre instituciones públicas, como la Alcaldía;  académicas, como la Universidad del Norte y la ETH Zürich; así como el apoyo de gobiernos internacionales.

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01 feb 2022

La Fábrica de Cultura, proyecto arquitectónico en la que participó la Universidad del Norte y la Universidad Politécnica de Zúrich (ETH Zúrich), entre otras organizaciones locales e internacionales, abrió sus puertas el 27 de enero para convertirse en el nuevo epicentro de formación de la Escuela Distrital de Artes (EDA).

Su construcción, ubicada en Barrio Abajo, es un ejemplo del trabajo conjunto a partir de la alianza entre instituciones públicas, como la Alcaldía de Barranquilla;  académicas, como la Universidad del Norte y la ETH Zürich; así como el apoyo de gobiernos internacionales, en este caso la Secretaría de Estado para Asuntos Económicos del Gobierno de Suiza (SECO), la Embajada de Suiza y el Banco Interamericano de Desarrollo.

La Fábrica de Cultura desde marzo comenzará a recibir a los estudiantes de la EDA, y busca convertirse en un espacio para la exploración de su creatividad y apoyar el posicionamiento de Barranquilla como referente de ciudad cultural en Latinoamérica.


La funcionalidad del edificio está sujeta a elementos claves, como la escalera principal  con carácter escultórico.

Uninorte y la ETH Zúrich trabajaron de manera activa en las diferentes etapas del proyecto arquitectónico. Docentes de la Escuela de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de Uninorte hicieron parte del equipo que desarrolló los estudios técnicos en la fase inicial y, posteriormente, profesores de la División de Ingenierías estuvieron a cargo de los estudios hidráulicos, estructurales, entre otros.

Para el profesor de la Universidad del Norte, Sergio Chirivella, fue fundamental el seguimiento y la supervisión de la ejecución del proyecto debido a que el carácter y la funcionalidad del edificio están sujetos a la formalización de unos elementos claves en el proyecto, tales como la escalera principal  con carácter escultórico, la bóveda que, además de cubrir al auditorio, dota de fluidez y continuidad a un primer piso que permite deambular al usuario descubriendo lugares que se mueven entre el interior y el exterior; la fachada que mitiga la incidencia solar directa sobre el edificio y regula la entrada de las vistas, permitiendo ventilaciones cruzadas en los espacios de aprendizaje, y el diseño del mosaico de las fachadas interiores que baja hasta el suelo y se distribuye por la plaza que se convierte en un espacio público para la ciudadanía, además de acercar el edificio de Coltabaco, conformándose un conjunto arquitectónico.

“El conjunto de la Fábrica de Cultura junto con Coltabaco genera una serie de infraestructuras donde consolidar y dar continuidad a la enseñanza de una serie de artes y oficios que sin duda va detonar dinámicas que fortalecerán el carácter tan particular y único que tiene el barrio.”, afirmó el arquitecto Chirivella.

Entre los espacios que tiene la infraestructura se destaca un teatrino, una galería y una terraza en la azotea que será utilizada para realizar actividades. Además, comprende 22 salones para las clases. En la planta baja se encuentra un moderno auditorio con capacidad para 348 personas, incluyendo a población en condición de discapacidad.


En la planta baja se encuentra un moderno auditorio con capacidad para 348 personas.

Desde la sostenibilidad ambiental, el proyecto arquitectónico está planteado para maximizar la arquitectura pasiva con sombras y velos, permeable a la ventilación natural, y la eficiencia energética a través de una cubierta fotovoltaica. Desde los diseños se ha integrado la tradición y la innovación en todas las escalas, desde las baldosas pompeyanas artesanales, hasta la escalera en espiral, desarrollada con los más avanzados software que permitan ampliar los horizontes de la industria de la construcción.

“Una pieza arquitectónica como es la Fábrica de Cultura conlleva también la rehabilitación de otros escenarios en Barrio Abajo, que tiene la problemática de contar con muy poco espacio público. Estos procesos de transformación nos parecen muy importantes porque permiten plantear un espacio urbano que reduzca la desigualdad y que mejore el acceso e infraestructura, brindando un espacio público de calidad para todos los ciudadanos”, señaló Diego Ceresula, arquitecto y diseñador urbano de la ETH Zúrich.


El proyecto está planteado para maximizar la arquitectura pasiva con sombras y velos.

También es importante señalar el apoyo que Uninorte y ETH han dado al desarrollo de la restauración de Coltabaco. En primer lugar se realizaron unas recomendaciones para la modificación de unos diseños previos en aras a conservar los valores patrimoniales de tan importante edificio para la ciudad, desde la premisa de mínima inversión proponiendo nuevas soluciones tanto constructivas como de diseño que aseguraban el nuevo uso y con eso la conservación del edificio junto a la Fábrica de Cultura. Así mismo al igual que en la Fábrica de Cultura,  se está realizando un apoyo durante la ejecución de la obra desde la perspectiva del componente arquitectónico. Desde el primer día que el equipo de diseño de eth y uninorte se sentaron imaginaron un conjunto arquitectónico entre la nueva edificación que sería la Fábrica de Cultura y la existente que es Coltabaco.

Los esfuerzos descritos han tenido diferentes reconocimientos. En 2016 el proyecto fue premiado por el Museo Ateneo de Chicago y el Centro Europeo de Arquitectura, Arte, Diseño y Estudios Urbanos; y en 2021 fue invitado a los eventos de la Bienal de Venecia. Pero para los arquitectos el mayor logro será ver las edificaciones y el espacio público lleno de artistas y visitantes, lo que sin duda favorece la puesta en valor de tan maravilloso patrimonio cultural de los barranquilleros

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