El ave de los egresados es protagonista en el mes de abril

ave-turpial-abril.jpg
El Icterus nigrogularis o Turpial Amarillo es muy frecuente encontrarlo en el campus de Uninorte.

Por:

07 abr 2015

Su exótico plumaje brilla cada amanecer con el primer rayo del sol. Su canto ameniza el inicio de clases cada mañana y así continúa el resto del día. Se niega a pasar desapercibido. El negro en la parte superior del pecho, el amarillo virando hacia el naranja y el blanco sutil de sus alas, componen el vestido del Icterus nigrogularis o Turpial Amarillo, el ave que da vida al mes de abril en el calendario institucional.

Esta ave es muy frecuente en el campus universitario. Para muchos es un uninorteño más. De hecho fue escogido como símbolo de la plataforma de conexión de la Universidad con los egresados, en la que además se administra la Bolsa de Empleo de Uninorte avalada por el Ministerio de Trabajo. 

Cualquier ingenuo que escuche esto se sorprendería de los alcances de esta ave de 19 centímetros, que vive entre matorrales áridos, montes secos o las zonas más pobladas de árboles, arbustos y flores, y que habita desde toda Colombia hasta Las Guayanas y el noreste de Brasil.

En el territorio colombiano se encuentran hasta los 300 metros sobre el nivel del mar y es conocido en la costa Caribe como Toche. En Uninorte hace parte del paisaje natural del campus, sobre todo en los terrenos nuevos; también se pueden observar en áreas aledañas.

Es un pájaro muy común. Suelen estar solos y algunas veces en parejas o grupos pequeños de 3 a 4 individuos. Pero su sonido resuena para que toda la comunidad sepa que están ahí, se delata así mismo. Eso es, quizás, por su identidad. Según la teoría del color, los amarillos y naranjas propios en su piel simbolizan y comunican alegría, extroversión, felicidad, sabiduría e intuición. Por esta razón, entre otras, el Turpial fue escogido para representar a los egresados, teniendo en cuenta los valores y conceptos que quiere posicionar la Institución.

Otra de sus características principales es la creatividad, y el Turpial la utiliza en la elaboración de sus nidos. Los construye en forma de bolsa alargada con fibras pálidas, cuelgan de los árboles y la hembra pone dos o tres huevos color verde claro, blanco azulado o grisáceo. En la Universidad se han visto nidos a 2,5 metros de altura en las ramas de la Ceiba Blanca. Alrededor de este proceso existe una historia cultural muy propia del caribeño.

Se dice que las abuelas campesinas acostumbraban a tener a los turpiales en el mismo nido con forma de mochila, donde los alimentaban con larvas de avispas y su miel. Era tradición que los nietos salieran con sus caucheras a tumbar "paracos" o avisperos para conseguir su comida. Lo chistoso era que los chicos no debían dejarse picar por las avispas, o recibirían una pena o castigo por "bobos".

Esa práctica no se mantuvo en el tiempo, como sí lo hizo la dieta de los turpiales. El néctar, los insectos y algunos frutos son un verdadero banquete para ellos. En Uninorte se han observado consumiendo néctar del roble morado, su manjar preferido; por eso constituye una zona especial para su convivencia. Esta ave hace parte de las más de 48 especies identificadas en la biodiversidad del campus universitario, y este mes de abril estará acompañando a toda la comunidad.

Por: Adriana Chica

Más noticias