Univoluntarios refuerza el trabajo solidario con el apoyo de jóvenes internacionales

El programa recibe a estudiantes de la Universidad Autónoma de Madrid, quienes participan durante tres meses en proyectos educativos y ambientales que promueven la solidaridad y el desarrollo comunitario en el Caribe colombiano.

Univoluntarios 2025

Por: Juan Sebastian Alviz

28 oct 2025

El programa Univoluntarios de la Universidad del Norte continúa consolidándose como un espacio de formación, compromiso social y transformación. Gracias a su alianza con la Universidad Autónoma de Madrid, se ha logrado desarrollar un proceso de intercambio internacional que permite a estudiantes de esta universidad vivir experiencias de voluntariado en territorio colombiano. Entre 2015 y 2019, el programa recibía un estudiante al año, realizando 6 meses de voluntariado. Desde 2022, la cifra aumentó a dos voluntarios por año, pero por un período de tres meses.

Desde su creación, el programa ha promovido la participación activa de la comunidad universitaria en proyectos sociales, ambientales y educativos que buscan generar un impacto positivo en las comunidades más necesitadas del Caribe colombiano.

Aunque actualmente el convenio se centra en la Comunidad de Madrid, Univoluntarios cuenta también con alianzas importantes de países como Alemania, Perú y México, demostrando la capacidad de la Universidad del Norte para proyectar su compromiso social más allá de las diferentes culturas.

En esta ocasión, el programa recibió a Lucía Menendez (22) y Sandra Fernández (21), dos jóvenes provenientes de la Universidad Autónoma de Madrid, que llegaron a Barranquilla con el propósito de aportar sus conocimientos, energía y vocación al servicio de la comunidad. Durante tres meses, las voluntarias participarán en proyectos enfocados en la educación ambiental, el acompañamiento académico infantil y el fortalecimiento de valores en contextos vulnerables.

Para Lucia, su primera experiencia fue en la Institución Educativa Eustorgio ubicada en Salgar, donde trabajó en la iniciativa Movimiento Juvenil Solidario con un grupo de 15 adolescentes, entre los 13 y 17 años. En esta, se llevó a cabo el desarrollo de dos murales ecológicos y se jugó un bingo comunitario como actividades de integración.

Lucía, cuyo voluntariado se enfoca en la educación ambiental, destacó la experiencia de trabajar con adolescentes, “Es distinto trabajar con adolescentes porque te permite abordar temas más serios. Ellos proponen ideas, participan un poco más y se comprometen. Intentamos que comprendan la importancia del cuidado ambiental y aprendan con dinámicas. Cada día me llevo un aprendizaje nuevo”.


 

Por su parte, Sandra ya había hecho parte de voluntariados en países como Bélgica, Portugal, Francia e Italia. Sandra señala que si bien es cierto que en los países que ha visitado la marginación es mucho menor, a nivel práctico es casi lo mismo, el nivel de pobreza es muy parecido, “En ambas situaciones son niños que están en una situación de pobreza delicada. Muchos de ellos no saben si al día siguiente van a poder comer. Es muy importante tener consciencia de esto y siempre dar la mejor actitud frente a ellos. Se necesita tener la vocación de ayudar para poder servir”.

A través de su trabajo en Rebolo y Salgar, los voluntarios han impulsado dinámicas de educación ambiental y aprendizaje del inglés desde una metodología creativa. Mediante juegos y actividades lúdicas, buscan concientizar a niños y adolescentes sobre la importancia de cuidar su entorno y el aprendizaje de una nueva lengua. Ambas mencionaron que siempre buscan salirse de los métodos básicos, para poder llegar a los estudiantes de una manera más clara y eficiente. De esta manera se logra que valoren la diversidad, avancen académicamente y comprendan que cada elemento del ecosistema es fundamental.

“Una vez que empiezas, no quieres parar. Estar con los niños y ver cómo se motivan es lo que más felicidad me da. Son muy cariñosos, siempre me preguntan cuándo volveré. afirma Lucía. “El voluntariado no solo te permite ayudar, sino también descubrir otras realidades. Para mi es muy grato ver como todos se emocionan por conocer la cultura española. Me preguntan cómo son las monedas, cuales son las comidas típicas ”, complementa Sandra.

Con más de diez años de desarrollo, Univoluntarios se consolida como un programa que fortalece la formación integral de los estudiantes y promueve la solidaridad, la empatía y el liderazgo social. A través de sus alianzas internacionales y sus proyectos locales, la Universidad del Norte reafirma su compromiso con la construcción de comunidades más justas, sostenibles e incluyentes, “Invitamos a todos los estudiantes a vincularse. Cada experiencia es única y hay proyectos que se adaptan a distintos perfiles, profesiones y horarios. Lo importante es ayudar, y hacerlo desde el corazón”, concluye Sandra
 

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