La resiliencia como clave para la sostenibilidad en sistemas socioecológicos
En el más reciente Coloquio de Ciencias, la profesora Maritza Duque habló de la necesidad de adaptar las ciudades a sus territorios naturales y no al contrario. Destacó la importancia de integrar sostenibilidad y resiliencia para lograr el bienestar humano.
Explorar el concepto de resiliencia y su relevancia en el contexto de los sistemas socioecológicos frente a los desafíos actuales del cambio global, fue el enfoque de la la profesora Maritza Duque, del Departamento de Química y Biología, durante el más reciente Coloquio de Ciencias, que se realizó el lunes, 26 de agosto, en el salón 12G2.
La ingeniera agrónoma, doctora en tecnología ambiental y gestión del agua, explicó que la resiliencia debe entenderse como la capacidad de un sistema socioecológico para adaptarse, transformarse y sobrevivir ante cambios y perturbaciones. Hizo énfasis en que este concepto es fundamental para lograr la sostenibilidad, especialmente en un mundo donde las dinámicas sociales y ecológicas están estrechamente interconectadas.
"Abordaremos los conceptos de sistema socioecológico y la resiliencia o, mejor dicho, las resiliencias, porque existen muchas formas de resiliencia que debemos considerar. La idea es que al final puedan reflexionar y ver cómo estos conceptos pueden aplicarlos en su comunidad para promover una mayor sostenibilidad", puntualizó Duque al inicio de su discurso.
La charla abordó el rol de la comunicación científica y cómo se pueden traducir los conocimientos para que sean accesibles a diferentes audiencias. Duque mencionó una serie de publicaciones clave de la última década que ilustran cómo las ciudades, como Bogotá, pueden conceptualizarse como sistemas resilientes a través de enfoques que consideran sus límites biogeofísicos y los servicios ecosistémicos que sostienen el bienestar urbano.
La profesora también invitó a entender la resiliencia desde la perspectiva teórica hasta su aplicación práctica. "Allí tenemos una gráfica donde vemos un bosque que, de permitirse la tala, podría pasar a un desierto". Un ejemplo con el que ilustró cómo la sobreexplotación de los recursos naturales puede conducir a cambios irreversibles en los ecosistemas, enfatizando la necesidad de políticas que permitan la regeneración y protección de estos espacios.
De igual forma, resaltó la gestión de los "umbrales de cambio para no pasar a estados no deseados", sugiriendo que en ocasiones es esencial actuar antes de alcanzar un punto de no retorno. Utilizó el ejemplo del cambio climático, que ya ha superado ciertos umbrales críticos, como una advertencia sobre la importancia de la acción proactiva. Además, exploró la evolución del concepto de resiliencia desde sus primeras menciones en el siglo XVII por Francis Bacon, quien se refirió a la "resiliencia de los secos" en términos de elasticidad, hasta su uso moderno en diferentes disciplinas, tanto sociales como ecológicas.
Duque resaltó que la resiliencia, más allá de ser un término técnico, “ha sido utilizada en múltiples contextos y con diversos fines”, desde discursos motivacionales hasta investigaciones científicas. Sin embargo, advirtió sobre los peligros de una interpretación superficial del concepto, recalcando que "la resiliencia no es neutra" y puede tener connotaciones tanto positivas como negativas dependiendo del contexto y de cómo se gestione.
Al término de su presentación, ofreció una visión integral sobre cómo deben pensarse los ecosistemas urbanos con relación a la sostenibilidad y la resiliencia. "Una ciudad no puede ser sostenible en el vacío; no estamos aparte ni de parte, sino que estamos formando un territorio. Las ciudades deben adaptarse al territorio, no como se ha hecho hasta ahora, que el territorio se transforma para adaptarse a la ciudad", enfatizó.
También hizo referencia a una publicación de 2015 en la que se introduce la idea de que "la sostenibilidad y la resiliencia son conceptos complementarios". Explicó que, aunque la sostenibilidad establece límites claros, como la reducción de emisiones, la resiliencia "son las estrategias que me ayudan a tomar nuevamente el camino de la sostenibilidad" si esos límites se transgreden. Afirmó que la meta última de estos esfuerzos es el bienestar humano, conceptualizado como "una vida buena dentro de los límites de los ecosistemas", un bienestar que integra aspectos materiales, relaciones sociales saludables, acceso a la salud y seguridad.
El coloquio concluyó con una reflexión sobre la interconexión entre los seres humanos y sus entornos, y la necesidad de adoptar enfoques interdisciplinarios para fomentar la resiliencia y la sostenibilidad en todos los niveles.
Vea próximamente la transmisión completa de la presentación de la profesora Maritza Duque en la página del Coloquio de Ciencias.
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