“El derecho procesal, al igual que la vida, está en constante transformación”

Durante la conferencia inaugural de las “Jornadas de Derecho Procesal”, organizadas por la División de Derecho, Ciencia Política y Relaciones Internacionales, Ulises Canosa, presidente del Instituto Colombiano de Derecho Procesal, abordó el martes, 13 de agosto, la necesidad de reformar el derecho procesal para enfrentar los desafíos actuales. En el evento, celebrado en el Auditorio Marvel Moreno con transmisión virtual, Canosa detalló cómo la evolución tecnológica y las nuevas realidades sociales exigen una actualización del sistema judicial colombiano, con el objetivo de mejorar su eficiencia y adaptabilidad.

El seminario exploró temas como el impacto de la inteligencia artificial, los avances tecnológicos y los proyectos de reforma al Código General del Proceso y al Derecho Laboral. En ese sentido, Canosa destacó que, aunque el Código General del Proceso (CGP), implementado entre 2003 y 2012, fue una reforma importante que introdujo la oralidad y mayor eficiencia en los procesos judiciales, la realidad ha cambiado, especialmente tras la pandemia.  

Por ello, se está considerando actualizar el CGP para integrar normativas recientes como la Ley 2213 de 2022, que facilita la virtualidad en los procesos judiciales. El instituto, junto con la Corte Suprema y el Ministerio de Justicia, está trabajando en una reforma unificada del CGP para adaptarlo a las nuevas realidades tecnológicas, manteniendo siempre la protección de los derechos fundamentales.  

"El derecho procesal, al igual que la vida, está en constante transformación", puntualizó Canosa, enfatizando en la necesidad de ajustar y actualizar el derecho procesal y probatorio en diversas áreas, como el derecho civil, penal y laboral, para garantizar un sistema de justicia adecuado para las generaciones presentes y futuras. 

Ulises Canosa también reflexionó sobre la aplicación de una norma en el ámbito jurídico, destacando que su efectividad no se basa solo en su promulgación, sino en la aceptación y comprensión por parte de la sociedad, mencionando que, bajo la presidencia de Jairo Parra, en comisión se decidió mantener la norma y trabajar en un cambio cultural que permita a las partes del proceso judicial ponerse de acuerdo en ciertos actos, sin comprometer los derechos que defienden.  

Además, resaltó que la práctica de la inmediación, es decir, la facultad del juez de ordenar la comparecencia de testigos, se mantendrá siempre que el juez lo considere necesario. Sin embargo, si el juez considera suficiente la grabación o el documento presentado, no será necesaria la comparecencia de los testigos. Así se busca conciliar estas dos prácticas en el proceso judicial. 
 

Alberto Madero Rincón, decano de la División de Derecho, Ciencia Política y Relaciones Internacionales, también manifestó su preocupación por el acceso a la justicia en el país, señalando que es un déficit histórico y resaltando el valor de los mecanismos alternativos de resolución de conflictos, como la mediación, que pueden resolver problemas sin necesidad de acudir a las cortes, ofreciendo ejemplos concretos para ilustrar su punto. 

Óscar Andrés Riaño García, estudiante de 9.º semestre de Derecho, destacó la importancia de la Reforma a la justicia, resaltando cómo diferentes instituciones jurídicas pueden evolucionar para mejorar la celeridad y el desempeño judicial.  

“Esta conferencia nos permitió apreciar la conexión entre este y otros derechos, siendo un espacio valioso para el desarrollo estudiantil, ya que nos facilitan interactuar con docentes, magistrados y profesionales de diversas áreas, fortaleciendo el enfoque académico de la universidad”, afirmó.  

Canosa invitó a los estudiantes de Derecho a educarse mucho, y expresó que el primer mandamiento del abogado es estudiar constantemente, y formarse, ya que en todas las comunidades existen necesidades de justicia cuando un ciudadano enfrenta un conflicto o una disputa sobre sus derechos. 

“El abogado requiere una formación integral, no solo jurídica, sino social, económica, política, literaria y artística. Es esencial que los procedimientos judiciales ofrezcan a las partes involucradas oportunidades que sean accesibles, económicas, rápidas y eficientes”, concluyó.