Ecoparque La Paz inaugura primera etapa: un espacio que integra la biodiversidad con la comunidad

En el suroccidente de Barranquilla, en el barrio El Paz, un espacio único ha cobrado vida. Literalmente. Lo que antes era un lote degradado, se ha restaurado para entregarle a la comunidad un espacio en el que la biodiversidad de la región cobra vida y pueda integrarse a la cotidianidad de los habitantes del sector. 

El miércoles, 12 de febrero, se inaugurará la primera etapa del Ecoparque La Paz que se viene desarrollando con el liderazgo del padre Cyrillus Swinne, director de la comunidad religiosa Los Camilos, desde hace más de 20 años. El proyecto ha encontrado en la Universidad del Norte el aliado ideal para realizar inventarios de especies vegetales y fortalecer la propuesta de educación ambiental.

Desde 2019, profesores y estudiantes de distintas disciplinas de Uninorte han aportado exploraciones biológicas, registros de flora y fauna y asesoría para adaptar el proyecto a la biodiversidad local. Gracias a este trabajo conjunto y al respaldo del BID, se ha podido concretar esta primera etapa en colaboración con una consultora española.

El Ecoparque beneficiará a la población del barrio La Paz y alrededores en un esfuerzo por rescatar uno de los ecosistemas más amenazados del Caribe. Esta es la primera de tres etapas de restauración que promueve la protección de la biodiversidad del ecosistema de bosque seco tropical. En esta fase el Ecoparque contará con un acceso renovado con rotonda vehicular, una batería de baños con energía solar, un módulo de servicios y un sendero alrededor de un cuerpo de agua.

“El objetivo de este parque es crear conciencia, que se considere verdaderamente el rescate de nuestra biodiversidad, resaltar el valor y, sobre todo, proteger las especies principales en vía de extinción de nuestro bosque seco tropical. En este primer encuentro queremos ofrecer una actividad especial para los niños de la Biblioteca Popular del Barrio La Paz: una lectura bajo el árbol, donde podrán conectarse con la naturaleza”, expresó el padre Cirilo Swinne, líder del proyecto.

El evento de inauguración contará con la presencia de representantes de la Embajada de Japón, funcionarios del BID de Washington, la Alcaldía de Barranquilla y habitantes cercanos quien estarán apoyando en distintas actividades, como las muestras del proyecto de agricultura urbana que contiene patios productivos para familias migrantes y una siembra simbólica de un árbol Bonga que se convertirá en símbolo del ecoparque.

María Cristina Martínez, decana de Ciencias Básicas de Uninorte y quien coordina las intervenciones por parte de la academia, comenta que el apoyo de la institución ha sido clave en distintos aspectos del proyecto, que incluyen el diseño del logo, la pintada de la fachada y un mural del profesor de Diseño Gráfico, Mark Betts, para el Jardín Botánico, y la primera fase de señalética del Ecoparque. 

“Aportamos con el inventario de árboles en el Jardín Botánico Campano, que está pensado como semillero para el Ecoparque. Allí se han desarrollado espacios como un jardín de cactus y suculentas, una huerta y un jardín de plantas medicinales, elementos que servirán de base para la futura expansión del parque”, destacó Martínez.

Por su parte Rafik Neme, profesor del Departamento de Química y Biología, se refiere al cuerpo de agua dentro del Ecoparque como un elemento vivo y activo, pensado para que la comunidad tenga un espacio de conexión con la naturaleza. “En un entorno como Barranquilla, donde predominan los parques con estructuras metálicas y de plástico, aquí buscamos recrear una verdadera experiencia de bosque seco tropical, ofreciendo un pulmón verde real para la ciudad”, explicó.

El Ecoparque La Paz no solo representa un pulmón verde para Barranquilla, sino también un modelo de integración entre el conocimiento académico, la restauración ambiental y el desarrollo comunitario. Su inauguración es apenas el comienzo de un proyecto que promete transformar el entorno y la conciencia ambiental de la comunidad del sector.

“Quiero resaltar y reconocer el aporte académico de los profesores de la Decanatura de Ciencias Básicas y del Departamento de Diseño Gráfico, quienes han trabajado con alto nivel y compromiso. Además, hemos logrado un acercamiento con los estudiantes de la Universidad del Norte, que fusiona el trabajo comunitario con la proyección social desde la academia”, agradeció Swinne.

El sacerdote de origen holandés, Cyrillus Swinne, mejor conocido en Barranquilla como el padre Cirilo, ha impulsado diversas obras en beneficio de la población de la localidad Suroccidente de la ciudad. Su trabajo en el barrio La Paz ha sido reconocida a nivel nacional como referente de gestión social y comunitaria para el mejoramiento de las condiciones de vida de las poblaciones vulnerables.