Confort y respeto al medioambiente priman en el futuro aeronáutico

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Adriana Ocampo Sénior, Mentor Protégé Program Manager de Boeing.

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04 nov 2014

El futuro de la aeronáutica mundial está cada vez más en la tecnológica. Actualmente varias compañías trabajan para que los aviones comerciales sean más baratos, rápidos, ecológicos y seguros. Se calcula que dentro de 30 a 50 años se podrá volar en aviones cada vez más parecidos a las aeronaves espaciales que se ven en las películas de ciencia ficción. Y tras de una de las compañías pioneras en el tema está una colombiana que decidió soñar en grande.

Se trata de Adriana Ocampo Sénior, caleña y de madre costeña, la primera colombiana en hacer parte de la compañía Boeing, una empresa aeronáutica y de defensa, el mayor fabricante de aviones comerciales y uno de los más importantes constructores de equipos aeroespaciales del mundo. Hace 17 años vive en Estados Unidos, país al que llegó a realizar un intercambio académico cuando estudiaba en Uninorte y resultó graduada de Ingeniería Industrial de la Universidad de Missouri. 

Mentor Protégé Program Manager, SBLO, Electronic & Info Solutions (E&IS) Intelligence Systems Group es el cargo que ocupa Ocampo en este gigante de la industria aeronáutica, que hace poco presentó su más moderno avión: el Dreamliner 787, más ecológico y cómodo que sus predecesores,  y que se dispone a aterrizar en suelo colombiano.

Ocampo les ha abierto la puerta a 29 compatriotas en Boeing, y a muchos otros latinoamericanos en Estados Unidos desde la Sociedad de Ingenieros Profesionales Hispanos o SHPE por sus siglas en inglés (Society of Hispanic Professional Engineers), de la cual es miembro.

Desde la Sociedad, que fue fundada en Los Ángeles, California, en 1973 por un grupo de ingenieros, busca formar una organización nacional de ingenieros profesionales para servir como modelos ejemplares en la comunidad hispana de Estado Unidos. Actualmente SHPE tiene una red independiente y fuerte de capítulos profesionales y estudiantiles en todo el país.

Ocampo visitó Uninorte el viernes 31 de octubre para dictar una charla a estudiantes de Ingenierías. Grupo Prensa conversó con ella sobre esta alianza hispana y las oportunidades que brinda a los hispanos en las ramas de las ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, y sobre el nuevo avión con el que Boeing sigue posicionándose en el mercado.

¿Cuál es el objetivo de la Sociedad de Ingenieros Profesionales Hispanos?

El enfoque principal originalmente era para el desarrollo profesional de los miembros de la organización. Después, a medida que la población hispana iba creciendo en los Estados Unidos, era muy tarde concentrarse en el profesional una vez entraba a la empresa, vimos que era mejor enfocarse en los estudiantes universitarios para prepararlos mejor, de manera que pudieran conectarse con las principales empresas del sector y estuvieran más capacitados a la hora de presentarse con otros muchachos americanos.

Hoy en día ya ese enfoque se ve muy tarde, porque muchos de los hispanos no se gradúan de la universidad, ni siquiera se gradúan del colegio. Si vemos las estadísticas, los hispanos somos la minoría más grande y en constante crecimiento, y ya no hay tantos ingenieros en Estados Unidos como había antes; es decir, que la demanda es muy grande en ciencia y tecnología. Entonces la idea es, luego de los capítulos profesionales, estudiantiles universitarios y estudiantiles de posgrado, crear un capítulo junior para empezar a trabajar desde el colegio, para ayudar a los niños a terminar sus estudios mientras van adquiriendo interés en las matemáticas y las ciencias.

¿Qué programas u oportunidades ofrece a estudiantes latinoamericanos?

Dentro de la Sociedad hay compañías privadas y públicas involucradas que pertenecen al consejo. Ellos quieren que les demos ideas sobre el tipo de ingenieros que se está necesitando y son las que llegan buscando ese talento. Boeing es una de ellas, de hecho yo soy la representante de Boeing en la Sociedad; cada una de las 52 empresas formamos ese consejo que le da visión corporativa, y pagamos una membresía para pertenecer a ella.

Te menciono esto porque originalmente el enfoque era para estudiantes dentro de los Estados Unidos, ya sea que estuvieran de intercambio o viviendo allá; pero hace 5 o 6 años empezamos a pensar en un enfoque a nivel internacional porque la mayoría de estas compañías tienen presencia en muchos países. Por ejemplo, servimos de puente para que estudiantes de América Latina hagan prácticas en estas compañías en su región. Apenas estamos empezando con esta promoción.

Cambiando un poco de tema, ¿cuáles son las características del nuevo avión comercial de Boeing que lo hace diferente de los aviones convencionales?

La diferencia de este avión es indiscutiblemente la tecnología que utilizamos. El 50% del material con el que se hace este avión es de fibras compuestas, lo cual lo hace mucho más liviano, con eso logramos que consuma 20% menos de combustible que un avión de su mismo tamaño. Vemos también que tiene una arquitectura abierta, que permite que a medida que se cree nueva tecnología tengamos la flexibilidad de incorporarla al avión, porque el ciclo de vida se estima que sea de 40 a 60 años.

Dentro del avión tenemos una cabina mucho más alta, más ancha, con mayor espacio para el equipaje de mano y con una capacidad para 250 pasajeros, los filtros de aire que utilizan minimiza las partículas de bacterias y hongos que hay en el aire, la presurización que hay en la cabina es menor que la de los aviones tradicionales, lo cual hace que uno no se sienta tan cansado una vez aterrice, las vibraciones del motor son menores, al ser más liviano logra volar distancias más largas.

¿Por qué este avión es más sostenible medioambientalmente hablando?

Cuando vemos la tendencia en la industria de aviación comercial creemos que la flota se va a duplicar de aquí al 2030, y con este incremento de demanda en países como India, China, Brasil, también incrementa las emisiones de un 2 a 3% actual. La meta a nivel mundial, no solamente de Boeing sino de todas las compañías, es reducir de aquí al año 2020 cualquier emisión producida por el combustible del avión y comprometernos a que cada diseño de avión elimine un 15 o 20% la emisión.

En ese sentido, con nuestro avión el consumo de combustible es menor. Además, los motores que utiliza son de nueva tecnología, más pequeños, y las emisiones son 20% menos, con esto hacemos que la huella ambiental sea mucho menor.

Por Adriana Chica

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