Con conteos sistemáticos, monitoreamos las aves que habitan el campus

La profesora Juanita Aldana, directora del Departamento de Química y Biología, junto al profesor Juan Pablo Gómez, de la misma unidad académica, llevan a cabo desde febrero de este año una investigación sobre las aves que habitan la Universidad del Norte, a través de conteos sistemáticos desde varios puntos de observación ubicados en el bosque seco tropical de Uninorte, el campus y las canchas deportivas del Bloque M.   

“Mediante esta investigación podremos obtener información sistemática sobre qué especies de aves están presentes en el campus, cuáles son migratorias y cómo varían ciertos aspectos como la época de reproducción. Además, estos conteos se realizan semanalmente en horas tempranas de la mañana y por la tarde, lo que nos permitirá tener una visión completa de la presencia de aves en nuestra universidad”, afirmó la profesora Juanita.

Colombia es ampliamente conocida por su biodiversidad única, siendo el hogar del mayor número de especies de aves en el mundo, con alrededor de más 1900 especies que representan aproximadamente el 20 % de las aves que existen en el mundo. En ese sentido, la región Caribe es un área de gran importancia para la avifauna, pues se estima que hay alrededor de 700 especies de aves que habitan en la región, siendo hogar de varias especies endémicas, como el paujil de pico azul (Crax alberti). Además, la región es un importante sitio de migración para las aves. De las especies migratorias más destacadas está el vireo amarillo (Vireo flavifrons), la golondrina tijereta (Hirundo rustica) y la reinita cerúlea (Setophaga cerulea). 

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El estudio del Departamento de Química y Biología ha registrado, hasta el momento, alrededor de 65 especies de aves, lo que representa una buena parte de las 107 especies registradas en el campus durante los últimos diez años, gracias a los avistamientos realizados por personas del proyecto y externas.  

“En los nuevos terrenos del bosque de Uninorte hemos descubierto una mayor diversidad de especies, incluyendo aquellas que son importantes para la conservación y para la región del Caribe colombiano, como la guacharaca caribeña (Ortalis garrula). Además, hemos logrado identificar individuos de especies como el colibrí manglero (Chrysuronia lilliae) especie endémica y en peligro crítico de extinción y el carpintero castaño (Picumnus cinnamomeus), especie casi endémica que tiene poblaciones significativas en el área", puntualizó el profesor Juan Pablo Gómez. 

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Los resultados de la investigación serán publicados en la segunda edición del libro Patrimonio Emplumado, donde se incluirán nuevas especies y datos actualizados recopilados desde la primera edición publicada en 2015.  

“Esperamos a largo plazo seguir recopilando los datos para comprender las tendencias  poblacionales de las aves. Debemos saber si las poblaciones de aves que habitan en la Universidad están disminuyendo como sucede en el resto del mundo y este estudio nos permitirá comprobarlo. También nos gustaría entender cómo las aves en un bosque seco, dentro de un entorno urbano, están siendo afectadas”, añadió Aldana. 

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Avistamiento de pelícano americano en los cielos de Uninorte 

Durante una salida de campo al Observatorio de Aves - Álula, junto con estudiantes del curso de Aves del Caribe Colombiano, la profesora Juanita Aldana hizo un avistamiento de un pelícano americano, especie migratoria muy poco reportada en la zona.   

“Este era un individuo que se encontraba junto con dos goleros negros (Coragyps atratus) volando en círculos, cogiendo una corriente ascendente de aire caliente y cogiendo vuelo. Su nombre científico es Pelecanus erythrorhynchos, quiere decir que tiene el pico rojo por arriba y por debajo es más amarillo, es un ave inconfundible y muy llamativa. El ave es considerada errática, ya que presenta pocos reportes que son esporádicos, impredecibles y son aislados en el tiempo y en el espacio”, señaló Aldana.   

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Esta especie del pelícano blanco americano mide entre 127 a 178 centímetros, pesa entre cinco y ocho kilos, y tiene un pico grande. Su cuerpo es principalmente blanco, pero tiene algunas plumas de las alas primarias y secundarias de color negro. Tiene patas y pico amarillo y naranja brillante.   

Según el más reciente libro de Aves de Colombia de Steven Hilty, solo se tiene un registro de esta especie en Colombia en 1997, en la isla de San Andrés. Este nuevo avistamiento constituye el segundo registro con evidencia de esta especie, ahora en Barranquilla, sobrevolando los cielos de Uninorte.