Vera de Tcherassi es distinguida por su compromiso con la salvaguarda del árbol macondo

En el marco de los Premios Macondo – Ecocampus celebrados en la XXV Cátedra Europa, la Universidad del Norte, con la participación de la Corporación Luis Eduardo Nieto Arteta (CLENA), distinguió el miércoles, 19 de octubre, a Vera de Tcherassi por su larga labor de protección del árbol macondo en el Caribe colombiano, a través de la entrega de una placa, un libro conmemorativo sobre su iniciativa y la siembra simbólica de un macondo en las instalaciones del campus, el primero de la nueva 'Ruta Macondo' de Barranquilla. 

Desde hace 16 años Vera de Tcherassi, esposa de José Tcherassi, segundo rector de Uninorte, emprendió una iniciativa de conservación del árbol macondo. Inició la búsqueda de estos arbóreos en octubre de 2006, tras leer sobre ellos cuando estudiaba las decoraciones de las casas 'garciamarquianas' y documentos históricos para la adecuación del hotel que inauguraría en Cartagena su hija, la diseñadora Silvia Tcherassi. 

Desde entonces empezó a recoger semillas para mejorar el destino de la especie y hoy es la artífice de la siembra de más de 800 troncos y múltiples donaciones, de las cuales 100 fueron entregadas a Uninorte. El primer ejemplar fue sembrado el 21 de octubre de 2021, durante la tradicional ceremonia de la Siembra del Árbol de la Amistad, de Cátedra Europa, frente al Bloque K, lugar donde se puso la primera piedra para construir en 1971 la universidad.

La gran muestra de macondos es resguardada en el vivero de Ecocampus, contiguo al Parqueadero 12, mientras Uninorte ejecuta un plan de siembra de los cien árboles, con la dirección científica del Departamento de Química y Biología, la visión de educación para la sostenibilidad de Ecocampus y el apoyo técnico y operativo de la DIrección de Servicios Administrativos.

“Me siento muy complacida y agradecida porque lo de hoy es el principio de un nuevo paso que vamos a dar: lograr instituir el árbol de macondo como el árbol insignia del Caribe colombiano, para que luego sea el de toda América Latina", comentó Vera de Tcherassi durante la siembre del ejemplar frente a la Biblioteca Karl C. Parrish Jr.

              
                  Vera de Tcherassi junto a su familia durante los Premios Macondo.

Añade que "con los 100 árboles que tenemos en cada universidad y otros que he ido dando a lo largo de estos 15 años, hemos logrado que el árbol no esté en extinción en el territorio".

El macondo, conocido científicamente como Cavallinesia platanifolia, de la familia de las Bombacáceas, semejante a la ceiba, posee una magia natural como el pueblo que sembró en nuestra imaginación Gabriel García Márquez, en Cien años de soledad. Puede alcanzar 45 metros de alto, con una copa redondeada pero plana, con sus ramas ‘despeinadas’ en la parte más alta. 

"Quiero agradecerle a doña Vera por este acto de generosidad con estos árboles que poca gente conoce. Nuestro campus se convertirá en una especie de bosque de macondo con el tiempo, y me parece un gran símbolo del espíritu que tenía Parrish por tener muy arborizada la universidad”, expresó el rector Adolfo Meisel.

           
                  El rector Adolfo Meisel durante su discurso de congratulación.

Juan Jaramillo, director de CLENA, destacó la iniciativa de Vera de Tcherassi y la gestión de la nueva Ruta Macondo para que propios y turistas conozcan las historias del Nobel en Barranquilla. Uninorte oficializó la entrega de 45 árboles macondo para este recorrido honorífico a Gabo, con un acto de firma protocolaria.

"Hoy recibo de parte de la Universidad del Norte el compromiso como director de la CLENA para guardar, preservar y lograr que estos árboles de macondo también se vuelvan insignia en esta ruta macondiana. Arrancamos ya en el marco de la celebración de los 40 años del Nobel de Literatura”, recalcó Jaramillo. 

                                    
    Vera de Tcherassi y Juan Jaramillo durante la siembra del árbol.

Premiación Premios Macondo 2022 

Con la participación de Pablo Ortega, director del premio ambiental GEMAS; el padre Cyrillus Swinne, Vera de Tcherassi y el vicerrector académico Joachim Hahn, se realizó en el salón 31K el reconocimiento a los ganadores de esta estrategia del programa institucional de Ecocampus y la Dirección de Sostenibilidad Ambiental, que busca resaltar las mejores iniciativas que aportan a la conservación y mantenimiento de la biodiversidad y la gestión ambiental. 

Este año se llevó a cabo la tercera versión en la que se recibieron alrededor de 50 iniciativas de todos los miembros de la comunidad universitaria, y se extendió la invitación a colegios de Barranquilla y Puerto Colombia. Las categorías fueron: profesores, estudiantes, colegios y gestión ambiental. 

De igual forma, Alberto Mario Smith Valencia, auxiliar de servicios generales, uno de los colaboradores que ha estado más cerca de los cien macondos donados durante la estancia en el vivero, y el padre Cyrillus Swinne fueron distinguidos con una placa conmemorativa de los Premios por su compromiso con el cuidado brindado a los arbóreos y el medio ambiente.

La ceremonia de premiación fue amenizada por el grupo musical Las raras no tan raras, que realizaron el cierre con la canción paisaje divino.

Aportes ambientales de Finlandia para la construcción de sostenibilidad universitaria en el Caribe 

En el marco de los Premios Macondo – Ecocampus, también se desarrolló un panel presidido por Satu Hyökki, directora del desarrollo del Campus en la Universidad de Tampere, en el que dio a conocer la forma cómo esta institución multidisciplinar aborda la investigación y la educación basada en la tecnología, la salud y la sociedad. “Desarrollamos soluciones para hacer frente al cambio climático, preservar el entorno natural y mejorar el bienestar y la sostenibilidad de las sociedades”. 

La meta que esperan alcanzar con la estrategia de desarrollo del campus es crear entornos que apoyen la vida cotidiana eficiente y responsable en los campus, con el objetivo de disponer de soluciones sostenibles, amplia responsabilidad, sinergias funcionales y disminución de costos de las instalaciones que permitan crear una cultura colaborativa para el uso conjunto de estos espacios. 

Por último, la académica mencionó algunas claves para el éxito en el desarrollo de estos campus estratégicos como: tener objetivos comunes para el futuro; diseñar prototipos, demostraciones y experimentos; liderar de manera sólida, ser gestores del cambio y del conocimiento; y, por último, mantener un diálogo continuo de desarrollo espacial y funcional para la comprensión de las necesidades cambiantes.