MBA cumple 40 años de historia y formación a nivel gerencial

La Escuela de Negocios organizó un coloquio que reunió a académicos y egresados para recordar el legado del programa y reflexionar sobre los desafíos que enfrentan de cara a las dinámicas del mundo empresarial.

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María Clemencia Sierra, Karen Chamíe y Octavio Ibarra durante el conversatorio.

Por: José Luis Rodríguez R.

27 ago 2024

En conmemoración a los 40 años de la Maestría en Administración de Empresas (MBA), la Escuela de Negocios organizó el viernes, 23 de agosto, un coloquio con académicos en el que sus egresados reconectaron con viejos compañeros y revivieron anécdotas de su período de estudio. Una celebración que resaltó la evolución del MBA desde su creación en 1984.

La Maestría en Administración de Empresas desde sus inicios se ha distinguido por formar a profesionales con experiencia laboral en el campo gerencial y ofrecer una educación de alto nivel en gestión empresarial. Con un enfoque claro en la internacionalización de las empresas, el MBA de Uninorte ha formado, hasta la fecha, 70 cohortes (para un total de 1400 egresados) de ejecutivos capaces de resolver problemas en entornos altamente competitivos.

Bajo el liderazgo de la decana María Clemencia Sierra, la Escuela de Negocios ha intensificado su enfoque en la internacionalización del MBA, dirigiéndolo a profesionales de diversas disciplinas con experiencia en cargos directivos y gerenciales, tanto en el sector privado como en el público, así como a emprendedores. Durante el evento, Sierra indicó que la celebración incluirá actividades que se desarrollarán hasta el 7 de noviembre.

La calidad del MBA de la Universidad del Norte ha sido reconocida tanto a nivel nacional como internacional. En 2022, el programa obtuvo la reacreditación de la Association of MBAs (AMBA), lo que garantiza que sus estudiantes reciben una formación de excelencia, comparable con la de las mejores universidades del mundo.

Una trayectoria de excelencia 

El MBA de la Universidad del Norte ha trazado un camino firme hacia la excelencia y la internacionalización, siguiendo un plan estratégico que ha guiado su evolución durante más de una década. Así lo destacó el exdecano Octavio Ibarra durante su presentación sobre la creación y evolución del programa durante estos 40 años.

"Para el MBA se definió que debía tener un sello en términos de internacionalización", expresó Ibarra, y resaltó el respaldo que otorgan las acreditaciones internacionales. Este enfoque, explicó, ha llevado a la escuela a alinearse con las mejores prácticas globales, atrayendo tanto a profesores como a estudiantes internacionales; además de contar con académicos de diferentes nacionalidades, se busca asegurar que los profesores colombianos tengan visibilidad y exposición en procesos internacionales.

El desarrollo del MBA ha sido un esfuerzo colaborativo y constante por alcanzar la excelencia académica y la sostenibilidad en todas sus dimensiones. "En su momento volvimos a los orígenes en términos de marketing, de las áreas funcionales, y empezamos un proceso de departamentalización", añadió Ibarra. Esta estrategia, que incluyó la creación de nuevos programas y alianzas con instituciones internacionales, buscó posicionar al MBA entre los mejores de América Latina.

"Definimos como un propósito estratégico estar entre los tops diez", apuntó Ibarra, como evidencia que el interés de la institución ha sido mantener el programa en la vanguardia educativa y seguir creciendo con estándares internacionales.

El encuentro se desarrolló en el Salón Gabriel García Márquez.


 

Posteriormente, un conversatorio entre el exdecano y la decana María Clemencia Sierra, moderado por Karen Chamíe, directora de la Oficina del Egresado, abordó la evolución del MBA a lo largo de los años. La discusión abrió con los cambios que el MBA ha tenido en los últimos 40 años para adaptarse a las dinámicas del mundo empresarial. 

Ibarra señaló la necesidad de fortalecer tanto el pensamiento estratégico como las capacidades tácticas y de ejecución de los estudiantes. "En términos generales, los MBA en los últimos 20 años han tenido un desarrollo en fortalecer el pensamiento estratégico... pero hoy en día ese MBA tiene que incorporar ese componente táctico y de ejecución", explicó.

Además, resaltó la influencia de los avances tecnológicos y la inteligencia artificial en los procesos de aprendizaje, sugiriendo que las universidades deben ser más ágiles y flexibles en la adaptación de sus currículos. "El reto no es solamente para la universidad, pero definitivamente se necesita mucha más agilidad y flexibilidad curricular", añadió.

Por su parte, María Clemencia Sierra destacó la continuidad de ciertos aspectos fundamentales del programa, como la excelencia académica y la calidad del cuerpo docente, resaltando también la importancia de mantener un MBA con una visión global y un enfoque ejecutivo. La decana mencionó la introducción de nuevas misiones internacionales como parte del programa, en línea con la iniciativa de Ibarra en el pasado. "Nosotros ahora vamos a Madrid porque nos parece importante darle la oportunidad a los del MBA de poder tener ese relacionamiento con estudiantes de otras universidades a nivel internacional", comentó.

Mirando hacia el futuro, María Clemencia se refirió a las medidas tomadas por la escuela para adaptarse a los cambios transformadores en las organizaciones. "La malla curricular ya la actualizamos, va a incluir electivas que nos van a dar esa flexibilidad", explicó. Además, resaltó la importancia de seguir internacionalizando el programa, y mencionó colaboraciones con instituciones prestigiosas como Stanford y Wharton Business School.

Una vocación centrada en el desarrollo humano

Alberto Merlano, primer decano de Administración de Empresas de la Universidad del Norte, también compartió sus experiencias sobre los primeros años de la institución, recordando cómo se inició su carrera como profesor de contabilidad y secretario académico en la antigua sede de la universidad, una casa ubicada en la carrera 53 con calle 82. “Yo sabía dentro de mí que quería era formar administradores. No sé por qué, pero lo sentía”, expresó Merlano, quien recordó el convenio inicial con la Universidad EAFIT y la Universidad de los Andes para la formación de los primeros estudiantes en administración e ingeniería.

Alberto Merlano compartió su trayectoria formativa y profesional con los asistentes.

 

Merlano, quien es administrador de Negocios de la Universidad de EAFIT y magíster en Administración Industrial de la Universidad del Valle, relató su transición de profesor de finanzas a decano, un camino que lo llevó a descubrir su verdadera vocación: el desarrollo personal y humano.

A pesar de ser conocido como “el profesor de finanzas”, confesó que no le gustaban las finanzas y que prefería “tener algo que ver con la gente”. Fue esta inclinación hacia la transformación social lo que lo llevó a valorar el papel de los gerentes y administradores en la sociedad, enfatizando que “lo económico es absolutamente necesario, pero con una finalidad de que el mundo sea distinto, que cambie”.

Durante su intervención, Merlano también destacó el impacto que tuvo en él la maestría en la Universidad del Valle, que marcó un punto de inflexión en su carrera. "La tesis fundamental era que el administrador es alguien que tiene unas características especiales del ser que lo lleva a tratar de hacer que las cosas se hagan", reflexionó.

Esta experiencia le permitió descubrir sus habilidades para manejar conflictos y concertar acuerdos, habilidades que fueron fundamentales en su desarrollo como educador y líder. A través de "laboratorios vivenciales de la conducta humana" Merlano encontró su verdadera vocación: ayudar a las personas a descubrir y desarrollar sus fortalezas y superar sus debilidades.

 

Conoce la programación de estos 40 años de celebración

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