Herbario UNO: un puente entre la biodiversidad caribeña y la investigación global
La universidad oficializó la creación de su herbario, un repositorio de más de 1000 especímenes de plantas del bosque seco tropical. Este impulsa la colaboración con otras instituciones y el reconocimiento de la biodiversidad de la región Caribe.
En un nuevo paso hacia la conservación de la biodiversidad y la promoción del conocimiento científico, la Universidad del Norte formalizó, mediante la Resolución Rectoral No. 49 del 22 de agosto de 2024, la creación del Herbario UNO, dedicado al cuidado de colecciones botánicas con fines científicos, formativos y de extensión, bajo el liderazgo del Departamento de Química y Biología, adscrito a la División de Ciencias Básicas.
Este herbario, el número 48 del país y el quinto que dispone de su colección de forma digital, se ha convertido en un repositorio natural de la flora del bosque seco tropical. Desde su fundación en 2019 ha logrado incorporar más de 1000 especímenes, representando 251 especies de plantas. Su crecimiento destaca la riqueza vegetal de la región Caribe y le consolida como un recurso invaluable para la investigación científica y la educación. La formalización de su gestión busca avanzar en su reconocimiento y facilitar la creación de convenios con otras instituciones, promoviendo el intercambio de material y la colaboración en investigaciones.
"Nos va a permitir ser un mejor referente de la diversidad que tiene la región Caribe en cuanto a vegetación y todo lo que eso trae alrededor. Es decir, nos abre las puertas para poder intercambiar material con otros herbarios regionales, nacionales e internacionales. Gracias a esto vamos a poder hacer el siguiente proceso: estar inscritos en el Registro Nacional de Colecciones, lo cual nos permite tener especímenes tipo en nuestras colecciones, prestar servicios y ser depositarios de colecciones botánicas de investigaciones propias y llevadas a cabo por otras instituciones con las que colaboramos. Nos abre las puertas y nos pone al mismo nivel de importantes herbarios nacionales e internacionales", explica Marcela Celis, profesora del Departamento de Química y Biología y curadora del Herbario UNO.
Una forma simple de entender lo que es un herbario es compararlo con una biblioteca especializada en plantas, un lugar en el cual es posible conocer el nombre científico de una especie, sus características, sus detalles mínimos y además ubicarlo en el contexto en el que fue recolectada la muestra. Es la fuente de consulta más básica de toda investigación botánica, el punto de inicio después de la pregunta de investigación.
Este programa institucional tiene como finalidad contribuir a la construcción de una colección biológica que se considere patrimonio estratégico de la nación. Además, se busca promover el conocimiento de las especies locales y fomentar su uso sostenible a través de la investigación. Entre los objetivos específicos del Herbario UNO se encuentran la adopción de protocolos para la preservación y catalogación de los ejemplares, así como la promoción de la participación de la colección en publicaciones científicas.
Durante su lanzamiento en 2019, una ceiba roja (Pachira quinata) se convirtió en el ejemplar 001 del herbario, en el marco de la jornada de Biodiversidad de Cátedra Europa. La idea de su creación nació de la iniciativa de la entonces decana de la División de Ciencias Básicas, Judith Arteta, y el exvicerrector académico Joachim Hanh. Desde entonces el proyecto ha sido liderado por la profesora Celis.
"Tener estos repositorios de vegetación es bien importante porque uno puede hacer investigación en taxonomía, en sistemática, en morfología, pero también podemos hacer investigaciones en conservación, biodiversidad, bioprospección y relacionada con compensación cuando los ecosistemas se han impactado", señala la docente investigadora, doctora en ciencias biológicas.
Precisamente uno de los estudios más importantes impulsados desde el herbario abordó la diversidad de líquenes en los remanentes de bosques secos tropicales en el departamento del Atlántico, centrándose en dos áreas protegidas: el Distrito de Manejo Integrado (DMI) Luriza y la Reserva Forestal Protectora (RFP) El Palomar. Durante la investigación, se registraron un total de 61 especies de líquenes, de las cuales cuatro son nuevas para la ciencia: Fissurina linoana, Graphis lurizana, Graphis mokanarum, y Phaeographis galeanoae.
Además, se identificaron dos especies, Arthonia erupta y Coenogonium saepincola, como nuevos registros para América del Sur, y trece especies fueron documentadas por primera vez en Colombia. En total, 37 especies fueron nuevos registros para el departamento del Atlántico, aumentando el número total de especies conocidas en la región de 27 a 84.
"Una colección de herbario termina siendo el repositorio y la prueba de la diversidad vegetal que hay en una región o en un país. Son repositorios inigualables de la biodiversidad”, concluye la docente.
El Herbario se encuentra registrado en el Index Herbariorum y su colección puede ser consultada a través de herbario.uninorte.edu.co.
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