Gloria Hurtado y Esperanza Millón, las primeras egresadas con sello Uninorte

En el marco de la conmemoración del Día de la Mujer, destacamos sus trayectorias y anécdotas, recogidas en el libro 'Universidad del Norte Voces de una historia colectiva'.

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La egresadas Gloria Hurtado y Esperanza Millón.

Por: José Luis Rodríguez R.

07 mar 2025

En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer (8 de marzo), rendimos homenaje a las dos primeras egresadas de la Universidad del Norte, Gloria Hurtado Morales y Esperanza Millón Palacio, cuyas historias y testimonios han sido recogidos en el libro Universidad del Norte Voces de una historia colectiva, lanzado en el segundo semestre de 2024. Sus trayectorias, anécdotas y logros hacen parte de ese camino que marcaron los primeros "embajadores" de la institución, comprometidos con las transformaciones sociales de su entorno.

Gloria y Esperanza formaron parte del primer grupo de ocho egresados de Administración de Empresas de Uninorte, graduado el 23 de febrero de 1973. Un hecho que marcó un hito en la historia de la universidad y la ciudad, al tiempo que rompía paradigmas en una sociedad en la que la presencia femenina en el ámbito profesional era minoritaria.

“La educación que nosotros recibimos de la universidad fue un poco diferente de la que recibe la juventud de ahora, porque nosotros éramos pocos, estábamos participando en el proceso de creación de la universidad. Éramos más responsables de todo lo que estaba sucediendo y eso nos dio un carácter más fuerte para soportar adversidades”, evoca Gloria en los apartes del libro. 

Nacida en Medellín en 1951, se trasladó a Barranquilla a temprana edad con su familia, donde se crió y desarrolló su pasión por la administración. Desde muy niña pasaba sus tardes en la papelería de su familia, ubicada en el centro, familiarizándose con el día a día de la venta, pues el deseo de sus padres era que estudiara profesionalmente. Por eso, tras graduarse del Colegio María Auxiliadora en 1967, Gloria decidió estudiar Administración de Empresas en Uninorte, decisión que cambiaría su vida para siempre.

Gloria Hurtado, luego de graduarse como administradora de empresas, emprendió con una empresa de publicidad e impresiones.

 

Para ella, su experiencia en la universidad fue formativa académicamente, pero también en términos de crecimiento personal y profesional. Después del quinto semestre, todo el grupo hizo la transferencia a la EAFIT durante un semestre y un par después siguieron otras prácticas empresariales que le permitieron tener una experiencia laboral en Cofinorte. 

“La universidad tenía grandes conexiones con empresas privadas de Barranquilla y esos ejecutivos eran nuestros profesores; ellos nos dieron la idea de lo que debíamos ser”, señala.

Al graduarse, Gloria emprendió con una empresa de publicidad e impresiones, que producía artículos como vasos, lápices y platos decorados; prosperaba hasta que un incendio la destruyó por completo. La tragedia coincidió con el nacimiento de su segundo hijo. Tras este revés, la egresada se dedicó a su hogar hasta que un antiguo compañero de universidad, Dorian Mejía, entonces gerente de Diners en Barranquilla, le ofreció el puesto de directora comercial. Aunque trabajó allí durante siete años, las demandas familiares, con cinco hijos, la llevaron a pausar su carrera profesional hasta los 45 años. Al reinsertarse en el mercado laboral, Gloria incursionó en el negocio inmobiliario, al que ha dedicado los últimos 21 años. 

Con orgullo, hoy menciona que cuatro de sus cinco hijos se formaron en la Universidad del Norte. Para ella, Uninorte es su casa, “una de la que te mudaste y pasas y la miras con cariño y nostalgia”. En esta casa que enseña a triunfar aprendió a ser una profesional y una líder, reforzó sus valores y pasó a ser una pieza más del progreso de la ciudad y la región.

Primeros egresados

En febrero de 1973 se graduaron ocho administradores: Enrique Arrázola Núñez, Pablo Cervera Márquez, Gloria Hurtado Morales, Miguel Pacheco Silva, Fernando Restrepo Posada, Esperanza Millón de Serrano, Erwin Saavedra Olarte y Eduardo Verano De La Rosa; los otros dos que completaron el grupo de diez que reingresó, Ernesto Ángulo Guijarro y Dorian Mejía Franco, recibieron grado el segundo semestre de 1973.  Al siguiente año, el 25 de enero, se efectuó la ceremonia de grado pública en la que obtuvo su diploma el grupo conformado por José Roberto Anaya, Martha Ávila Velandia, Stella Casais Vega, William Chams Salum, Álvaro Correa Vengoechea, Susana De Castro Polo, Sergio Espinosa Posada, Gloria Henao Jinete, Álvaro Jaramillo Buitrago, Ricardo Machler Zapata, Enrique Márquez Vergara, Vera Ortega Cañarete y María Patricia Roldan Montoya. Todos ellos, los 23, se consideran “primeros egresados”.

Por su parte, María Esperanza Millón Palacio, luego de terminar en 1967 su bachillerato en el Colegio Karl C. Parrish, de donde también hace parte del grupo de primeros egresados, decidió irse a estudiar Administración de Empresas a la EAFIT en Medellín. Pausó los estudios tras casarse y regresó a Barranquilla con su esposo. Al poco tiempo, en la Universidad del Norte se aprobó la finalización de la carrera de Administración de Empresas, coyuntura que aprovechó para retomar su carrera profesional estando embarazada de su primer hijo.

Esperanza Millón Palacio después de graduar se vinculó a la aerolínea Aerocondor Colombia.

 

El semestre final de industria lo hizo en Puerto Rico, en donde le hicieron una oferta laboral para quedarse en el país caribeño, pero su padre, Juan B. Millón, tenía planes para que Esperanza se quedara en Barranquilla. La vinculó a la aerolínea Aerocondor Colombia, pues él era uno de los seis pilotos que fundaron la empresa en 1955. En agosto de 1975, la nombraron gerente regional de la aerolínea. 

“La noticia se publicó en la primera página de El Heraldo. Destacaban que una mujer era la nueva gerente, como una cosa rarísima, porque eso no era muy común en la época. Lo normal era que las mujeres se hicieran cargo del hogar”, cuenta Esperanza en el libro. 

La experiencia al frente de la compañía captó la atención de José Tcherassi, quien ya conocía a Esperanza desde su tránsito como rector de Uninorte. Por medio de él, le llegó el reto para ser la gerente de Prodesarrollo, entidad recién creada por la empresa privada de la región, con el propósito de impulsar el desarrollo y lograr sinergias con el sector público. Estando ahí se involucró con la gestión de las Empresas Públicas Municipales y posteriormente hizo parte del equipo de campaña a la presidencia de Belisario Betancur.

Tiempo después apoyó en el Ministerio de Minas, a cargo de Carlos Martínez Simahan. En 1983, se trasladó a Estados Unidos, siguiendo los pasos de toda su familia. Allá trabajó, nuevamente, al lado de su padre en una compañía de aviación. Se casó por segunda vez y hoy está radicada en suelo estadounidense, sin embargo, no olvida el tiempo que vivió en la Universidad del Norte.

“La universidad para mí fue buenísima, porque éramos pocos, nos conocíamos y éramos familia. Era más que una universidad. Era como un sitio donde la familia aprendía (…) Estábamos muy integrados. Eso ayudó muchísimo, porque no solo aprendes en la parte pedagógica de la universidad, sino también de la vida, porque el profesor tiene la oportunidad de compartirte su experiencia. Eso fue muy lindo y nosotros éramos muy unidos”, recuerda.

Ambas, Gloria y Esperanza, fueron precursoras del sello Uninorte que inspiraron a su manera las voluntades de las demás egresadas que les siguieron. Sus historias reflejan el talante, la capacidad y la voluntad que les permitieron ser líderes y desmarcarse de paradigmas sociales.

Para leer el capítulo del libro Universidad del Norte Voces de una historia colectiva, donde se relatan con más detalle las historias de Gloria Hurtado Morales y Esperanza Millón, entre otros primeros egresados, puede acceder al ebook a través de este enlace.

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