Con propuestas de árboles, estudiantes contribuyen al diseño del Ecoparque La Paz

Durante una jornada de socialización aportaron al componente botánico del proyecto, que busca impactar directamente a la comunidad del barrio La Paz y sus alrededores.  Los resultados de la actividad arrojaron que las plantas con mayor utilidad son aquellas propias del ecosistema del bosque seco-tropical.

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17 mar 2022

Estudiantes de los programas de Diseño, Arquitectura y Geología de Uninorte fueron invitados a participar en el diseño botánico y participativo de lo que será el proyecto 'Ecoparque La Paz', ubicado al suroccidente de Barranquilla y que beneficiaría no solo a los habitantes del barrio La Paz, sino también de los sectores vecinos: Evaristo Sourdis, Las Malvinas, Los Rosales, 7 de Agosto y Ciudad Modesto.


El padre Cyrillus Swinne durante su intervención.

La jornada pedagógica se llevó a cabo el 15 de marzo en el salón CEC 4 de la Universidad, con la participación de diferentes actores del proyecto urbano.

De acuerdo con el Padre Cyrillus Swinne, director de la comunidad religiosa Los Camilos y principal gestor del proyecto, este se viene desarrollando desde hace 19 años con el apoyo de diferentes entidades públicas y privadas, como Espumados del Litoral, la Universidad del Norte, el Banco Interamericano de Desarrollo, y está proyectado para que los habitantes“logren encontrarse con la naturaleza. Este espacio busca que las personas aprendan a respetarse e interactúen mutuamente, generando un verdadero sentido de comunidad y hermandad”.

Los estudiantes aportaron su grano de arena al Ecoparque, contribuyendo al diseño botánico del mismo, mediante una actividad propuesta por Belinda Tato, aquitecta de Ecosistema Urbano de España, organización encargada del proyecto. Cada participante debía buscar en internet o el campus una planta que considerara apta para la arborización del Ecoparque, teniendo en cuenta sus propiedades biológicas, pero también sus propiedades ornamentales y/o funcionales. 

Los resultados de esta actividad arrojaron que las plantas con mayor utilidad son aquellas propias del ecosistema del bosque seco-tropical, ya que cuentan con las condiciones biológicas adecuadas para el clima de la ciudad. Las plantas africanas tampoco fueron descartadas, debido a su aguante a los inclementes climas secos. 

La estudiante Jessica Salas propuso el cañaguate, mejor conocido como Roble Amarillo, por ser un árbol nativo, adaptado a las condiciones climaticas, además de ornamentalmente ser considerado un árbol bello. Otra de las razones que destacó la estudiante es que al ser el árbol insignia de la Universidad del Norte, sería bueno su inclusión entre la arborización del proyecto, porque así la institución estaría aún más presente en este. 

Otro estudiante propuso el Framboyán, conocido en nuestro país como la Acacia Roja, siendo este un árbol originario de la isla de Madagascar en África, con propiedades biológicas aptas para su buen desarrollo en este tipo suelo. Esta planta es considerada como uno de los 5 árboles más bellos y coloridos del mundo, debido a sus hojas de color rojo vivo, la cuales tienen propiedades curativas, si se preparan en infusión. También fue propuesto el árbol de caucho por sus frondosas ramas, que en épocas de calor ayudarían a dar sombra y mantener fresco el ambiente del parque, y los robles en general, por tener características similares. 


Andrés Walliser, profesor de sociología de la Universidad Complutense de Madrid.

Andrés Walliser, profesor de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid y colaborador en el proyecto del Ecoparque, señaló que se buscaron a diferentes actores para que colaboraran en el diseño del Ecoparque, entre los que destacan los jóvenes universitarios porque se trata de articular espacios para la socialización. "Un espacio público no es solo un parque y un mobiliario, sino que también es un espacio en el que ocurrirán muchas cosas. Habrá espacio para la educación , para la pedagogía, y en el que eventualmente los jóvenes lo convertirán en un espacio propio. He allí la importancia de contar con su voz”, concluyó el académico.

Por: Saúl Granados Ruiz. 

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