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El Índice de Pobreza Multidimensional 2022: ¿Cómo va la Costa Caribe con respecto a otras regiones del país?

Blog informativo OCSA #5- Mayo 2023

Por: Carla Yinella Gómez Solano

La reciente actualización de esta estadística por parte del DANE revela que el índice de pobreza multidimensional para el 2022 fue de 12.9% en el agregado nacional, la estadística más baja registrada en los últimos 13 años que representa, además, una importante disminución de 3.1 puntos porcentuales con respecto al año anterior. Lamentablemente, persisten amplias diferencias entre los centros urbanos y rurales (centros poblados y rural disperso) y también, como destacamos aquí, enormes brechas regionales.  

En particular, la Región Caribe (21.4%) y la Pacífica (20.7%) continúan encabezando la lista de regiones donde se presenta una mayor incidencia de la pobreza medida por este indicador (apartado IPM  Nal- Regiones del tablero de visualización). En otras palabras, dos de cada 10 personas se clasifican como pobres a nivel multidimensional en estas dos regiones. Esto es más de cuatro veces el índice de pobreza alcanzado en Bogotá, y el doble con respecto al promedio nacional y a otras regiones.    

    

Si nos enfocamos en los tipos de privaciones que más inciden en la pobreza, en el nivel nacional se observa que aún es recurrente el alto impacto de las privaciones de trabajo informal (72.7%), bajo logro educativo (40.9%), rezago escolar (24.3%) y desempleo de larga duración (13.3%). Lo que demuestra, una vez más, que las variables relacionadas con el mercado laboral y la educación influyen sustancialmente en la incidencia de la pobreza. Nuevamente, en el caso de la Región Pacífica y Caribe, la informalidad (más 85%) y el bajo logro educativo (más del 45%) superan el promedio nacional (apartado IPM privaciones Nal-Regiones del tablero de visualización), lo que supone un estado de mayor fragilidad y dificulta aún más la posibilidad de salir de la pobreza en estas regiones. 

Esta lectura genera alarmas importantes frente al proceso de las reformas en curso en el país. Si bien es cierto que el trabajo informal representa una vía de escape para trabajadores que no tienen otras opciones, este también es un fenómeno que, desafortunadamente, se asocia a la persistencia de fenómenos de pobreza y desigualdad. De acuerdo con la Encuesta Continua de Hogares (ECV, 2022) el 44% de los jefes de hogar (en Colombia hay 17.5 millones de hogares) manifestaron que sus ingresos no alcanzaron para cubrir sus gastos mínimos. La correlación que existe entre la informalidad y otros fenómenos de pobreza (desempleo de larga duración, bajo logro educativo) también debería llamar la atención sobre las reformas en curso en el congreso. El desempleo prolongado y el hecho de que una persona no cuente con los perfiles educativos que demanda el mercado genera que las personas por la desesperación de adquirir rápidamente una remuneración accedan a trabajos de carácter informal.  

Estas privaciones son las que más pesan en las diferencias departamentales a través de las regiones del país. Por su parte, Bogotá, Cundinamarca y Valle del Cauca, Atlántico, Antioquía y Santander mantienen un IPM por debajo de 11%. No obstante, el hecho de que Vichada (75.4%), Vaupés (47.1%), Guainía (46.5%), La Guajira (42.9%), Chocó (36.8%), Amazonas (27.9%), Córdoba (26.9%), Guaviare (26.9%) y Sucre (26%) sean los departamentos con mayor incidencia de la pobreza multidimensional, solo visibiliza un hecho históricamente recurrente: un alto grado de vulnerabilidad en la periferia del país. Por lo que estas zonas deben ser uno de los principales focos de atención si lo que se quiere es mejorar la situación del agregado nacional. 

Una privación concreta que tiene un impacto dramático es la falta de acceso a fuente de agua mejorada y la inadecuada eliminación de excretas. En el nivel nacional estas dos privaciones no generan mayor preocupación (apartado IPM privaciones Nal-Regiones del tablero de visualización). Sin embargo, resulta inquietante tener aún hoy regiones del país que no cuentan con los servicios de acueducto y alcantarillado: tan solo el 54% de los hogares de Bolívar, Córdoba, La Guajira, Magdalena y Sucre cuentan con el servicio alcantarillado (ECV,2022). Además, la falta de agua potable en la Guajira pone en manifiesto la precaria situación en las comunidades indígenas Wayuu, abocadas a consumir agua insalubre y, por ende, propensas a contraer enfermedades y desarrollar malnutrición que, como se sabe, continúa causando altas tasas relativas de mortalidad infantil.  

En conclusión, a pesar de la buena noticia de la disminución del índice de pobreza multidimensional a nivel nacional, aún queda mucho por hacer en términos regionales. Dado que, este resultado no solo nos ofrece una nueva perspectiva en términos de avances, sino que también nos recalca aquellas variables que no se han logrado equilibrar del todo, en especial, aquellas relacionadas con el empleo, la educación y el acceso a servicios básicos. Los colombianos requieren de una estructura socioeconómica sólida que les garantice acceder y mantener una vida digna.  Por todo esto es que el país, en su conjunto, debe seguir apostándole a la reducción de la pobreza, la desigualdad y el mejoramiento de las condiciones de vida de los ciudadanos. 


Referencias 

Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE). 


Imagen de la portada tomada de: https://www.freepik.es/foto-gratis/vista-frontal-colchon-manta-personas-hogar_11219408.htm#query=pobreza%20multidimensional&position=25&from_view=search&track=ais 

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