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Los memes o imágenes con pequeños mensajes escritos pero cargados de humor e ironía, es una de las formas de comunicación típicas de la época en la que vivimos, y aunque se tenga el acceso a recursos casi ilimitados de información y material audiovisual en la red, su estructura es sencilla lo que a la vez los hace virales y, muy importante para algunos, reutilizables. Alguien con la habilidad básica de uso de Paint tiene la mitad de lo que se necesita para convertirse en especialista en el tema.

Pero mi publicación no va encaminada a decir que es un meme, sino de los beneficios que pueden prestar su uso en la academia y en la pedagogía, y en un círculo de trabajo como es la ingeniería, donde el principal elemento es el ingenio, creo que ambos, ingeniería y memes, van de la mano demostrando las habilidades creativas que nuestros estudiantes en formación deberían tener.

La persona que utiliza una imagen en un contexto especial, le escribe el mensaje certero y lo pone a circular en la red debe haber desarrollado habilidades de comunicación, las mismas que necesita un tuitero para expresarse en 140 caracteres adecuadamente sin afectar la ortografía y la misma que un jefe en la industria desearía tener de sus subalternos para optimizar el tiempo de la redacción de informes. También debe contar con la capacidad para ser asertivo y empático para llegar a las personas, lo que es objeto de trabajo por publicistas y psicólogos, por lo que a mi concepto personal es una buena práctica en nuestras clases el uso de un meme con un tema con el que deseamos iniciar o cerrar y así resumir lo visto en el aula.

En una ocasión vi una noticia de la forma como estudiantes “tradujeron” en memes la novela 100 años de soledad de nuestro Premio Nobel Gabriel García Márquez (https://goo.gl/aaw1vX), lo que hizo que jóvenes se comprometieran en la lectura del libro, adaptaran los conceptos a imágenes y transmitieran a sus compañeros el trabajo realizado, obteniendo una actividad muy viral y digno de replicar.

Pero no todo es color de rosa ya que en un país donde según resultados PISA año 2012, menos del 1% lee de forma crítica, un meme puede ser más influyente que los argumentos elaborados por un académico y eso puede ser perjudicial en la toma de decisiones, siendo contradictorio al pensamiento crítico que muchas veces buscamos desarrollar en los ingenieros del futuro.

Admiro la creatividad, la rapidez y la utilidad de un meme, los he utilizado en algunas ocasiones y también los he difundido cuando deseo ver qué opinión genera en mis estudiantes, y pienso que en los ingenieros deberíamos promover su uso en pro del desarrollo de ambos hemisferios en el cerebro, pero siempre que se fundamente con una buena base académica.

Un dato adicional: ya existen aplicaciones para generar memes desde celular, con banco de imágenes y editor de texto, todo lo necesario es poner a prueba tus habilidades. (https://goo.gl/a6oYXg).

El Y.