“El negocio de las universidades no es producir ganancias sino ciudadanos”, afirmó Michael Cross, director de investigaciones de pregrado en la University of South Florida e invitado el 27 de agosto a dictar una conferencia dentro de las actividades de la Cátedra Global. El estadounidense manifestó que, teniendo en cuenta los cambios que hemos visto en la sociedad, también debemos repensar el modelo de cómo se forma en las universidades. 

Cross propuso en su charla analizar aspectos del emprendimiento corporativo, que se caracteriza, no por crear nuevos productos, sino por mejorar la eficiencia con la que opera el mercado con opciones que generen una nueva demanda. Netflix, Google y Facebook son ejemplos de empresas que son reconocidas por tener estas características. El conferencista trazó un paralelo con el actual mercado de universidades, que desde su perspectiva está saturado, y en ese sentido, en la diferenciación está el éxito. 

Como ejemplo de este modelo de emprendimiento corporativo se encuentra la Arizona State University, quienes crearon una unidad de negocios en su institución que unifica los recursos que obtienen de cinco diferentes oficinas. De esta forma, el modelo reúne los recursos obtenidos por donaciones y los diferentes servicios que ofrece la universidad, como consultoría al sector seguridad, inversión en finca raíz, e incubadora de negocios e invenciones tecnológicas. Actualmente esta unidad, llamada ASU Entrepreneurship Partners, posee más de 1 billón de dólares en activos. 

Otra de las situaciones que analizó Cross son las necesidades de los diferentes actores que confluyen en la vida académica: estudiantes, padres y universidad. Señaló que hay un lenguaje común en torno a que todos buscan matricularse en una institución académica, buscando éxito a corto, mediano y largo plazo. 

Teniendo esto en cuenta, implementó una propuesta en la USF. Abrió varios cursos básicos de una semana para estudiantes destacados de los bachilleratos de Estados Unidos. La oferta está dirigida a un amplio espectro de posibilidades entre las que se encuentran áreas como salud, cine y emprendimiento. Cada una de los cursos tiene un giro que da cuenta de las fortalezas de USF, como lo es la ingeniería biomédica y, de esta forma, en una semana mostrarle la institución a los estudiantes y generar relaciones con ellos. 

Para Cross, la clave está en generar valor agregado en cada parte de la cadena productiva de la universidad, pero a diferencia de una empresa, estas ganancias no deben estar reflejadas en dólares o pesos, sino en experiencias que aporten a la generación de académicos capaces de ser exitosos y cambiar el mundo.

Por Leonardo Carvajalino