En conmemoración al Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra anualmente el 10 de octubre, el departamento de Psicología de la Universidad del Norte en conjunto con el Centro de Acompañamiento Estudiantil (CAE) llevaron a cabo el panel Salud Mental: perspectivas diversas para el siglo XXI. Un espacio conformado por cuatro conferencias, orientadas a la promoción de una mejor comprensión, concientización y tratamiento de la salud mental en el mundo. 

La pandemia del COVID-19 es una de las crisis de salud más grandes del siglo y ha implicado retos en distintos niveles agravando la situación de salud mental con el aumento de nuevos casos y el empeoro de los preexistentes. La Organización Mundial de la Salud indicó que en el año 2019 casi mil millones de personas, entre ellas, un 14% de los adolescentes en el mundo, estaban afectados con un trastorno mental. Los suicidios representaban más de 1 de cada 100 muertes y el 58% de ellos sucedían antes de los 50 años de edad.     

En ese sentido, el coloquio dio inicio con la ponencia Salud mental desde un enfoque psicodinámico liderado por María Eugenia Reatiga, docente del departamento de Psicología de la Universidad del Norte. Por medio de este, la docente enfatizó la importancia de estar en contacto con nosotros mismos y nuestras emociones para obtener un mejor bienestar y autoestima. “La condición de salud no debe verse como un estado al que se llega, debe comprenderse como un espectro en continuo movimiento”, expresó.  

Seguidamente, Luis Felipe Zapata, director del departamento de Psicología desarrolló su ponencia Salud mental: un marco socioevolutivo para su comprensión. Para el psicólogo, los problemas de salud mental se abordan en el plano individual, es decir, medicando y con psicoterapia. “A la psicología y psiquiatría les toca abordar los efectos o impactos de los modelos socioeconómicos.   Estos problemas, ya sean trastornos diagnosticados o conductas desadaptativas, tienen una base social y económica en la medida en que los modelos imperantes, generen pobreza, desigualdad, tensiones, conflictos mundiales, personales y familiares”, puntualizó. 

Otro de los panelistas fue José Francisco Cepeda, médico especialista en psiquiatría general de la Universidad Javeriana, con su conferencia A dormir se dijo: estrategias terapéuticas en trastornos del sueño en niños, niñas y adolescentes. Durante esta, se abordaron temas como psicoeducación, intervenciones conductuales, farmacoterapia, barreras y posibles soluciones. 

Finalmente, el espacio dio cierre con la ponencia sobre las problemáticas actuales en salud mental de la docente del programa, Edith Aristizabal Diaz-granados, quien se basó en estadisticas de población general y de personal de la salud para demostrar como la pandemia aumentó los casos de depresión y ansiedad y la falta de apoyo emocional y económico para el acceso a servicios de salud mental. “Para iniciar un proceso de recuperación hay muchos factores esenciales pero el apoyo social y la espiritualidad son muy importantes”, concluyó. 

Este panorama pone en relieve la importancia que hay de colaborar y profundizar sobre el valor y compromiso que se debe atribuir a la salud mental. Por tanto, la intervención de un profesional de la salud mental en la vida de una persona debe ser considerada como parte de su desarrollo integral.